Raúl Villar (L’Hospitalet, 13-10-2007) escribió al Barça una carta de amor en vez de despedida cuando en junio dijo oficialmente adiós al club catalán para irse a la NCAA con los Charlotte 49ers, empezando su emotivo discurso escrito con la definitoria y profunda frase de “no ser fácil de poner en palabras todo lo que siento”.
Y el base, único de la historia en haber recorrido el camino entero de Mini al primer equipo, está para seguir escribiendo bonitas cartas a puño y letra al FC Barcelona pues ni la distancia como los 7.000 kilómetros que separan Charlotte de la Ciudad Condal atenúa su intenso sentimiento por el club de su vida.
Villar, sonriente pero nostálgico, abre su corazón al Barça en su profunda y sincera charla con MD. El base de 18 años y 1,94 habla de su adaptación a la Carolina del Norte y a una nueva vida y baloncesto en su primer año en la NCAA pero también de lo que vivió y aprendió en el club de sus amores y de si él y el Barça podrían estar juntos de nuevo.
Poniendo en práctica consejos como los que le diero Tomas Satoransky y Joan Peñarroya, quien le hizo debutar con el primer equipo, el hermano pequeño del también canterano azulgrana Rafa Villar -ahora en el Baskonia-, se va sintiendo más cómodo con los 49ers y ya ha sido titular.
¿Cómo va la vida por Charlotte para un chico de 18 años acostumbrado a estar entre L’Hospitalet y Barcelona?
La verdad es que es muy diferente, porque cambia de estar con la familia, de estar con los amigos todo el día, no poder verlos, tener diferencia horaria, casi no poder hablar con ellos. Pero estoy haciendo amigos aquí, estoy acostumbrado al 100%, con los del equipo tengo otro compañero de España (David Gómez), estoy muy bien, estoy contento con el lugar que he encontrado y la verdad es que muy bien.
¿Y cuál es el cambio cultural más grande?
Lo peor es el tema de la comida, porque siempre he estado en la casa de mi abuela, en la casa de mi madre, de mi padre y todo. Y claro, cambia, de eso a tener que ir a un restaurante que no sabes quién hace la comida, no te gusta todo. Aquí hay mucha comida basura también y la cosa cambia, pero también el idioma. Porque yo no sabía inglés, sabía un poco, pero no sabía mucho, y ahora como que ya estoy entendiendo casi todo, pero a veces todavía me cuesta esto un poco.
¿Qué diferencias y semblanzas hay entre una organización como los Charlotte 49ers y un club como el Barça?
Diferencias, aunque en tema de instalaciones el Barça es muy top, porque a nivel de Europa es uno de los mejores, aquí es otro mundo. No sé cuántos gimnasios hay, no sé cuántas pistas tienes para entrenar, tienes 10 mánagers que te pueden rebotear a cualquier hora del día, si quieres tirar, tienes máquina, si no, puedes entrenar con un entrenador.
Es como todo, en España también, y en Barcelona en concreto, tenemos entrenadores, mejoramos, muchas horas. Pero es como que aquí puedes hacer lo que quieras, que si son las 2 de la mañana y quieres ir a tirar, tienes a alguien para rebotear, y es increíble eso.
¿Hay realmente un entrenador disponible para las 2 de la madrugada?
Obviamente no he hecho nada de eso, pero tenemos muchos mánagers que nos pueden rebotear, y entrenadores que entrenamos con ellos, y bueno, tenemos mucha gente para nosotros. L la verdad es que eso se agradece, porque también tenemos una máquina. Claro, si es muy tarde, un domingo a las 9, no le dirás que venga alguien, te pones a una máquina y ya está.
En conclusión, la estructura del Barça es muy buena, pero, ¿tal vez Charlotte tiene más personal para trabajar en el desarrollo de los jugadores?
No en el desarrollo, porque la persona que te entrena te rebotea y ya está, no te entrena, no te hace nada. En el Barça sí que teníamos a alguien para entrenar, pero también tenemos muchas facilidades aquí.
¿Alguna anécdota divertida que le haya pasado en Charlotte a un chico de Barcelona?
Estoy pensando… pero no sé, seguramente, lo típico. Somos dos españoles (el sevillano David Gómez), estamos hablando entre nosotros, no nos entienden, y empiezan a imitar, o empiezan a hacer alguna cosa, o al revés, que están hablando ellos, yo no me entiendo de nada, me preguntan alguna cosa, y todos de aquí…Se ríen porque yo no sé qué decir (risas). Claro, al principio me costaba mucho entender aquí a la gente, porque hablan súper rápido, y cuando me preguntaban alguna cosa recuerdo que era como “what? what?”, (¿qué? ¿qué?), era todo el rato así. Y se me pasaba todo el tiempo así (risas).
Comentaba en su entrevista con RAC1 que el baloncesto en la NCAA va muy rápido y tiran a la primera. Personalmente, ¿qué ha tenido que cambiar como base para adaptarse a este basket más rápido?
Yo creo que no lo he cambiado todavía, porque es un proceso, pero tengo que cambiar, empezar a tirar más, no pensar si es un buen tiro o no, y ser como un poco más egoísta. Creo que siempre he jugado así, y es mi juego, de su puedo dar la asistencia la doy y no la tiro yo. Pero aquí creo que tengo que cambiar eso y es lo que me están pidiendo, que sea más agresivo, que tire todo lo que quiera, porque es como juega aquí, no tienes que pensar si sí o si no.
«Tengo que cambiar mi juego y ser como un poco más egoísta»
Al final, los puntos aquí son muy importantes, y le dan más importancia a eso que a un base que le da la asistencia al otro, ¿sabes? Y es lo que me han pedido, que sea más agresivo, que tire más, y poco a poco ir poniendo más puntos, porque nunca he decidido poner 20 puntos por partido.
Hay jugadores que vienen de Europa y dicen que el IQ baloncestístico en Estados Unidos no es tan importante.
Puede ser, sí, porque aquí yo creo que es mucho más importante el tema físico. Bueno, aquí y en Europa también, en Europa también si no tienes un físico decente no puedes jugar allí, pero cada vez creo que es más importante el tema físico y menos el otro, aunque hay jugadores que pueden jugar solo por el IQ y seguir jugando. Pero aquí puede ser que sí, que no le dan tanta importancia a pensar, y más a al que la mete y no se lo piensa, y ya está. Obviamente es un basket diferente, que si no lo piensas tanto tienes que acostumbrarte y no pensar y tirarte atrás.
Son varios del Barça que se han ido a la NCAA, además de usted Mathieu Grujicic y Dame Sarr. ¿Habla con ellos?
A veces sí, con Dame como también está aquí en North Carolina (en Duke), me dijo que cualquier cosa que necesitara, que estaba cerca, le podía decir cualquier cosa. No hablamos mucho, pero veo que están jugando, también están muy contentos, así que si algún día pasa cualquier cosa, hablamos con los amigos y ya está.
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Del Mini al primer equipo
Raúl Villar
Fue el primero que hizo todo el camino de Mini al primer equipo y de momento el único. ¿Cómo describiría el sentimiento del Barça?
Es un sentimiento que no sé cómo describirlo. Es un sentimiento de orgullo cuando te ves ahí en las categorías altas y desde pequeño, desde antes de entrar al Barça o desde mini, tú eres del Barça a morir. Poder verte ahí con los mayores jugando, es un orgullo por todo lo que ha pasado, por todos los entrenadores que has tenido, todas las personas que te han ayudado.
Yo, con todos los compañeros que he tenido desde Mini, aún hablo con ellos porque al final son tus amigos, has estado toda la vida con ellos y son los que te han hecho llegar a poder jugar con los grandes y, bueno, es un sentimiento de orgullo increíble poder jugar con el Barça.
¿Cómo habla del Barça en Estados Unidos para que entiendan lo que significa el club?
Pues, obviamente, les hablo como lo que es. A mí cuando me preguntan algo de Europa, les digo que el Barça es lo más top que hay, porque para mí es eso. Ya no solo de baloncesto, también de fútbol, porque a mí me encanta el fútbol también, y les hablo siempre de lo grande que es el Barça, de todos los jugadores que salen del Barça. Y no sólo los que acaban en el Barça, sino todos los jugadores que han sacado y se van fuera, porque es que al final el trabajo que se hace allí y lo bien organizado que está todo en La Masia es increíble. Yo hablo muy bien de ellos, la verdad, es lo que hay.
¿Qué es lo que el Barça hace también en su cantera para sacar tantos buenos jugadores?
Aparte de todo el trabajo que se ve luego en la pista, que obviamente es al final lo que te hace llegar, todo lo que hay detrás de psicólogos, de fisios, de preparados físicos, todo eso, son facilidades que un chaval infantil en otro club no tiene y es lo que hace especial estar en el Barça, que tienes muchas más facilidades para poder llegar arriba. He tenido todos estos años psicólogos y psicólogas en el club, que cuando he pasado mal momento me han ayudado muchísimo y es eso al final lo que te ayuda a llegar arriba.
«¿Cómo hablo del Barça en Estados Unidos? Les digo que es un club top»
Comentaba en RAC1 que se fue del Barça porque quería aprovechar esta oportunidad de conocer un nuevo baloncesto, cultura y lengua. También buscaba lógicamente más minutos. ¿Cree que de haber continuado en el Barça, todavía tan joven, igual se habría estancado por la falta de minutos?
Tampoco pienso eso, porque de haber continuado en el Barça. Aparte que hubiese estado increíble, no sé, aunque fueran pocos minutos, jugar en la ACB o entrenar con jugadores de la ACB y la Euroliga, simplemente el hecho de vivir experiencias con ellos, de entrenar con ellos, ya hace que no te estanques, que estés mejorando continuamente.
Yo el año pasado aprendí muchísimo de ellos en los entrenos con cualquier consejo. A mí me tocaba siempre con Sato (Satoransky), porque él estaba defendiendo y cualquier consejo que me daba, yo siempre pienso en todo lo que me decía, y son cosas que no te das cuenta cuando lo estás viviendo, pero que te llevas, lo has aprendido. A al final se agradece todo eso, porque ellos que son jugadores que han jugado en la NBA y la Euroliga muchos años, saben que es lo importante para poder mantenerse ahí y para poder llegar.
Hay que entender las dos partes en este problema que es la fuga de jugadores a la NCAA. Por un lado, hay que entender que los jugadores salgan a buscar minutos pero, por otro, también que para clubes en Europa como Barça y Madrid no hay temporadas de transición ni tiempo para experimentar.
Este año han creado la Liga U sub-22. ¿Cuál es la solución para que los canteranos tengan esa transición al primer equipo más fácil?
La verdad es que no lo sé, porque ahora parece que con esta liga, cuando ves chavales que no están preparados para el primer equipo, pero van como sobrados en su liga, pues es una buena liga para poder competir todos los fines de semana contra equipazos. A lo mejor esta es la solución o a lo mejor se tiene que seguir intentando otra cosa, yo no te sabría decir cuál es la solución correcta, la verdad, pero hay que intentar que se queden los chavales para poder mantener estas ligas así con mucho nivel.
Dijo que le estaba muy agradecido a Joan Peñarroya pues es el que le hizo debutar con el primer equipo. ¿En cuanto a baloncesto, qué le enseñó Peñarroya?
Pues igual que te decía con Sato, que todos los consejos que hizo, cualquier explicación que te daba en el entreno, paraba el entreno y tú te dabas cuenta de lo que te estaba diciendo y todos esos consejos que nunca te han dado y ya en ese nivel te los dan. Son como muchos aprendizajes, que a lo mejor son cosas muy concretas de una jugada, pero al final son cosas que te llevas de un entrenador top, que no tengo oportunidades así todos los días de que me entrene un entrenador así.
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Hizo debutar a Raúl Villar con el primer equipo
Joan Peñarroya
A veces un cambio de entrenador cambia la dinámica y ahora el equipo va mejor con Xavi Pascual. ¿Ve al equipo capaz de ganar la Euroliga?
A ver, o sea, es que eso es hablar muy… (risas)
O un título.
Sí, te he entendido. O sea, yo no sé si es porque soy muy del Barça o por qué, pero yo lo veo capaz, porque yo, claro, me meto a los partidos pensando que van a ganar y claro, si sigo así al final ganan la Euroliga. Pero claro, también sé lo difícil que es, la de cosas que te pueden pasar en una temporada, que aunque ahora esté muy bien, el año pasado, por ejemplo, tuvimos muchas lesiones y en un momento puedes bajar, pierdes dos partidos y parece que se te ha acabado el mundo.
Luego vuelves a subir, final de temporada muy larga y el que llega mejor en los momentos importantes es el que se lo lleva. Ojalá que sí, porque yo quiero que gane la Euroliga y que gane la Champions, pero bueno, no sé si va a pasar o no.
Hablaba de Satoransky y Peñarroya. Pero, a nivel de club, ¿cuál es la persona que más te ha ayudado durante todo este viaje en el Barça?
(Piensa) No me podría quedar con una persona, la verdad, porque todos los entrenadores que he tenido desde el mini hasta el primer equipo, no te puedo decir uno, porque me han ayudado todos. Pero obviamente hay algunos que te marcan más y otros menos. Por ejemplo, en esta última etapa tuve a Carlos Marín, que son dos años de junior, son como los dos más importantes de formación o eso dicen, pero al final hemos hecho buenas temporadas con él.
Me ha ido muy bien con él, le tengo mucho cariño, y la verdad que no te podría decir uno, pero todo, nunca he tenido problemas con nadie: fisios, psicólogas, de todo. Todo el mundo me ha ayudado y sin ellos no podría haber conseguido lo que he conseguido.
¿Cree que el club podría haber hecho más esfuerzos para retenerle?
A lo mejor sí, pero es que yo entiendo que un club como el Barça, que tiene que ganar Euroliga como me estás diciendo, no puede hacer un esfuerzo con un chaval de 17 años, que es lo que soy al final. El año pasado pude haber jugado en la ACB y la Euroliga, pero no dejo de ser un chaval de 17 años, que aún se tiene que formar, que tiene que aprender mil cosas, que yo creo que aún no estaba preparado para poder jugar un año serio en Euroliga.
Dijo que ahora mismo piensa en el presente y no piensa en lo que vendrá después de la NCAA, si NBA o Europa. Pero, entre una buena oportunidad en la NBA y una oportunidad de poder ser el base titular del Barça y ganar títulos, ¿con qué se quedaría?
Creo que no tengo duda. Ni yo, ni nadie que me conozca, yo me voy al Barça al 100%. Pero no hay ninguna duda, vamos. O sea, la NBA, por lo que es y todo, es una locura y está muy bien, pero ser el base titular del Barça, cuando has dicho ganar títulos, pues eso es increíble.
Y también, te digo el Barça porque me has dicho el Barça, pero obviamente a mí lo que me gusta jugar en Europa, si puede ser el Barça porque es el club que amo, sí, pero a mí también me gusta mucho Europa y la NBA no es como… No soy el típico que está obsesionado con la NBA, también me gusta mucho la Euroliga.
En el caso de jugar en la NBA, también tendría la la oportunidad de ser un buen embajador del Barça en la NBA, ¿no?
¡Y tanto! En todo lo que esté relacionado, ahí estoy yo.
Además de completar todo el camino de Mini al primer equipo resulta que fue a debutar con el primer equipo contra el Real Madrid.
¿Cree que eso puede ser una señal del destino? En el sentido de que esté destinado una carrera o una buena trayectoria en el Barça.
No quiero pensarlo, pero ojalá, obviamente. Pero no quiero pensar que debuté en un Clásico y estoy destinado a jugar en el Barça de por vida, ¿sabes? Pero ojalá, a mí me haría una ilusión terrible y todo lo que sea relacionado con eso, vamos.
En los últimos años se han visto muchos cambios en la sección de baloncesto del Barça, de entrenadores, de jugadores y también problemas financieros. ¿Ha echado en falta más estabilidad en la sección de basket?
No te sabría decir. El año pasado, no podía tener una opinión de lo que estaba pasando, ¿sabes? Porque lo estaba viviendo todo desde dentro, todo como un sueño. Todos los días me levantaba y era una burbuja en la no me daba cuenta de lo que pasaba, ¿sabes? Ahora si lo veo desde fuera a lo mejor puedo tener una opinión, pero es que no te puedo decir ni que falta estabilidad ni que no ni nada, porque yo estaba en una burbuja el año pasado y no sé lo que pasaba fuera de eso.
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Su hermano pequeño José juega en Hospitalet y Rafa en el Baskonia. ¿Cómo mantiene la relación con ellos desde Estados Unidos? Ahora los Villar tienen representantes en ambos lados del charco.
Sí, bueno, en los tres (risas). Uno cerca de casa, uno un poco más lejos y el otro ya en la otra punta del mundo. Pero sí, o sea, obviamente seguimos hablando todos, no todos los días, pero nos llamamos siempre que podemos. Yo veo todos los partidos del Rafa siempre que puedo, porque él está viviendo ahora el sueño que teníamos desde pequeños y es un orgullo para nosotros, obviamente.
Y con el pequeño, pues también. Él está disfrutando muchísimo del basket ahora, se lo está pasando muy bien con sus amigos. Cuando le preguntamos sí que le vamos picando un poco para que se espabile y eso (risas), porque el tío es así muy alegre, un poco que le da igual todo, eso es lo que quiere parecer, pero bueno, seguimos hablando de la buena relación entre los tres y con los padres igual.
Fue campeón de Europa con la selección sub-18 el pasado verano. ¿Jugará este próximo verano con España si le llaman?
Si me llaman, sí. O sea, no sé si me voy a poder ir o no, porque claro, aquí acaba la temporada antes y (la pretemporada) empieza antes. Pero si me llaman y todo cuadra, sí, yo estoy siempre encantado. Me da igual perderme el verano por tener que entrenar con la selección y luego ir a un campeonato a representar a la selección. No me importa eso de perderme un verano.
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