Raquel Samper es una enfermera especializada en patologías cardíacas isquémicas en el Doctor Balmis de Alicante con una experiencia en Hemodinámica de 23 años.
¿Cómo recibió el galardón?
Agradecida. Es verdad que dedico a la profesión muchas horas, que robo a mi familia. Siempre digo que no es lo mismo ser enfermera por vocación que convertirte en enfermera convencida, que es mejor. Hay que acostumbrarse a muchas cosas negativas que tiene la profesión, subsistir peleando por el enfermo, poniendo en valor al paciente y eso solo con vocación no se consigue.
¿Por qué eligió esta profesión?
Yo quería estudiar Derecho y acabé siendo enfermera. Para mí la Enfermería, como dije en el discurso (durante la recepción del premio) es el peón de ajedrez que va avanzando despacio en el casillero, pero que puede llegar al otro extremo y convertirse en reina. No tenemos el glamour del resto, del caballo que se mueve en L, o del alfil que se mueve en diagonal, pero poco a poco podemos ser las reinas del tablero. El problema es querer, tener actitud, pero actitud con fe, con esa fe importante que marca todo en la vida. Es un orgullo porque el Cecova ha premiado a diez profesionales de la Enfermería en toda la Comunidad Valenciana. Es un orgullo ser una de ellas.
Las enfermeras no tenemos el glamour del resto, del caballo que mueve en L, o del alfil que se mueve en diagonal, pero poco a poco podemos ser las reinas del tablero
¿Cómo es trabajar en Hemodinámica del Doctor Balmis?
La verdad es que en este servicio trabajamos muchísimo. Tenemos agendas de dieciséis enfermos al día. Peleamos por una atención personalizada de cada uno de ellos, sabiendo que somos un hospital terciario, que las distancias y la dispersión geográfica es muy importante, y que tenemos que buscar un modelo cercano al enfermo que no moleste al nuevo modelo familiar que existe hoy en día de distancia.
Otra imagen de la enfermera Raquel Samper / INFORMACIÓN
81 años de media
¿A qué se refiere?
Los hijos no viven cerca de los padres y organizar una visita a un hospital de referencia es complicado. Por eso hemos metido en nuestros programas a la inteligencia artificial, que nos ayuda a un control estricto en las altas precoces que damos a los pacientes con una media de edad de 81 años después de implantarles una válvula aórtica percutánea. Son unas válvulas que no requieren una cirugía abierta sino a través de un acceso vascular por la femoral, y el paciente se va de alta a casa a las 24 o a las 48 horas, con un ahorro para el hospital muy importante. Y sobre todo reduce la pérdida de capacidad funcional en estos enfermos, que es mayor cuanto más largo es el ingreso. Con los controles con IA no pierden su contacto familiar ni de casa.
Con las válvulas que no requieren cirugía abierta el paciente se va de alta a casa a las 24 o a las 48 horas, con un ahorro para el hospital muy importante
¿Cómo se hace el seguimiento?
Es un programa que lo manejamos la médica Marta Herrero, junto con el jefe de sección, el doctor Ruiz, y la parte enfermera la llevo yo. Son cinco al año: a la semana del alta, a los 15 días, al mes, a los tres meses y al año, y hemos obtenido muy buenos resultados.
Situación de la Enfermería
¿Cómo ve la Enfermería en un tiempo de mucha movilización?
Si algo tiene la Enfermería es que es una profesión resiliente y con unidad vamos a conseguir solventar toda esta situación. Tengo que dar las gracias a mis compañeros veteranos que se han sumando a tirar del carro como creo que está pasando en el resto de servicios.
¿Por qué Hemodinámica?
Llegué de rebote. De repente había un hueco en Hemodinámica. No sabía qué se hacía. Tuve la suerte de tener una enfermera que me formó y me hizo enamorarme de la profesión y nunca más quise salir, a pesar de las guardias localizadas que están pagadas regular, de tener muchos pacientes, y una carga asistencial muy importante. Pero es tan bonito el trabajo que para mí no hay otro mejor.
Adiós al Derecho
¿Y por qué cambió el Derecho por la Enfermería?
Me pasé a las Ciencias por un profesor de Latín (con el que se le complicó la asignatura). Lo fuerte, y me pone los pelos de punta, es que me lo he tropezado dos veces en mi vida profesional. En la primera, durante mi primer contrato, le di diez puntos en la mano, y años más tarde vino intubado al hospital como código infarto. Me ha perseguido durante mi carrera (bromea).
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