España pretende dar un impulso decisivo al despliegue del almacenamiento energético a gran escala. Las grandes baterías o las centrales hidroeléctricas de bombeo van a resultar fundamentales para la transición energética como vía para almacenar la energía producida de manera intermitente por las renovables y poder guardarla casi a voluntad hasta el momento de su consumo. Un elemento clave y en el que España va con retraso en relación a los objetivos de despliegue que se había marcado para el final de la década.
El Gobierno ultima el reparto de subvenciones por un montante total de casi 840 millones de euros a través de una ‘macroconvocatoria’ cofinanciada con fondos europeos Feder para impulsar más de un centenar de proyectos de almacenamiento en toda España. La lluvia millonaria de ayudas, ya en su última fase para, está a punto de resolverse de manera oficial y va a ser Iberdrola el que se lleve el ‘Gordo’ del reparto, muy por delante de otros grandes grupos energéticos.
Iberdrola recibirá subvenciones por casi 174 millones de euros para construir proyectos de almacenamiento, según la propuesta definitiva de resolución del Ministerio para la Transición Ecológica y que aún debe formalizarse con la confirmación de que las compañías adjudicatarias seguirán con los proyectos (que se da por hecho en el caso de Iberdrola al anunciar la obtención de las ayudas en el procedimiento).
El grupo comandado por Ignacio Sánchez Galán percibirá más de 133 millones de euros para cofinanciar once grandes proyectos de baterías BESS (Battery Energy Storage System), 22 millones para tres proyectos industriales de almacenamiento térmico y otros 18 millones más para la ampliación de capacidad de un proyecto de central hidroeléctrica de bombeo (que también se considera almacenamiento al poder utilizar una y otra vez la misma agua de varios embalses conectados para producir electricidad).
Las instalaciones de baterías de Iberdrola estarán ubicadas en Extremadura (4), Galicia (3), Castilla y León (2), Asturias (1) y Andalucía (1), y contarán con una potencia media de entre 35 y 40 megavatios (MW). Diez de ellas serán con acceso compartido, lo que permitirá beneficiarse de sinergias entre varios proyectos. Y cinco tendrán hibridación con tecnología fotovoltaica y otras cinco con eólica, mientras que una será stand-alone (autónoma) para funcionar como un sistema de almacenamiento de energía independiente.
Los tres proyectos industriales de almacenamiento térmico suman una capacidad de 190 MWht y se situarán en Andalucía, Comunidad Valenciana y Galicia, y cubrirán las industrias de alimentación y bebidas, cerámica y conservera. El proyecto de bombeo servirá para ampliar la capacidad de la central de Torrejón, ubicada én Cáceres entre los embalses de Torrejón-Tajo y Alcántara.
Casi 840 millones para 130 proyectos
El Ministerio para la Transición Ecológica aprobó el pasado mayor lanzar una convocatoria de ayudas para el desarrollo de proyectos de almacenamiento de energía. La dotación inicial era de 700 millones de euros, cofinanciada con fondos europeos del Programa Plurirregional FEDER 2021-2027. Pero la propuesta de resolución definitiva, aún pendiente de aprobación final, contempla el reparto de subvenciones por 840 millones de euros para más de 130 proyectos.
Además de Iberdrola, entre los adjudicatarios figuran también grandes grupos energéticos como Naturgy (con más de 48 millones) o Endesa (con más de 15 millones), pero también otras compañías decenas de compañías, entre las que figuran Solaria, China Three Gorges o el grupo Samca.
Andalucía es la comunidad autónoma que mayor montante de ayudas concentra para un aluvión de proyectos, con más de 374 millones de euros, según la resolución del Gobierno. Por detrás se encuentran Galicia (104,3 millones), Castilla-La Mancha (96,6 millones), Extremadura (73 millones), Comunidad Valenciana (46,4 millones), Castilla y León (38,6 millones), Canarias (27 millones) o Catalunya (23,4 millones).
El objetivo del reparto de las ayudas es allanar la puesta en marcha de nuevas instalaciones que proporcionarán mayor flexibilidad al sistema eléctrico y favorecerán la integración de las energías renovables. El programa iba dirigido tanto a inversiones en proyectos de almacenamiento de energía independientes (stand-alone), como a bombeos reversibles o sistemas térmicos, y también a iniciativas de almacenamiento hibridado con fuentes de generación renovable, nuevas o existentes. La previsión del Gobierno que todos los proyectos subvencionados sumaran una nueva potencia conjunta de entre 2.500 y 3.500 MW, superando los 9.000 megavatios hora (MWh) de capacidad de almacenamiento.
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