Canarias siempre fue el escondite ideal para los prófugos de la justicia. Un territorio en el que se ocultaron, y lo siguen haciendo décadas después, traficantes, depredadores sexuales y otros delincuentes. Esta es la historia de la detención de Ante Gotovina, uno de los grandes carniceros de la Guerra de los Balcanes. Hoy se cumplen 20 años del arresto del general croata en un complejo hotelero del sur de Tenerife.
El exmercenario fue una de las piezas más sanguinarias que se movieron sobre el tablero de las guerras yugoslavas [ocho conflictos bélicos que se encadenaron en Eslovenia, Croacia, Bosnia, Kosovo, Serbia y Macedonia entre los años 1991 y 2001] y llevaba más de 48 meses en paradero desconocido cuando su presencia fue detectada en la Isla, en diciembre de 2005. Los servicios secretos croatas, Interpol y la Policía española lograron tejer una tela de araña a su alrededor hasta asegurarse su captura cuando disfrutaba de unas vacaciones en el hotel Bitácora de Playa de las Américas. Dos meses antes ya había sido captada su presencia en el Archipiélago, pero entonces no hubo capacidad de respuesta y abandonó las Islas como si con él no fuera la cosa. Afortunadamente, se confió y regresó para pasar el puente de la Constitución y la Concepción.
Ante Gotovina aterrizó en Tenerife Sur el 2 de diciembre de 2005, cogió un taxi en el aeropuerto de Granadilla e indicó al chófer que lo llevara al hotel Bitácora. Tenía unos conocimientos «interesantes» de la geografía tinerfeña [durante su periodo en la legión extranjera fue herido en el Chad y voló a Canarias para recuperarse] y hablaba con soltura el español, aunque el idioma que utilizó en la recepción para inscribirse con la identidad de Kristian Horuat fue el inglés. La elección de esa filiación se convirtió la pista definitiva que reactivó a los equipos policiales que seguían sus pasos; una trampa mortal.
El 7 de diciembre de 2005 cenaba en un hotel del sur de Tenerife ajeno al operativo policial que estaba a punto de desencadenarse; una acción precisa para capturar a un criminal de guerra
En los listados de clientes que los complejos turísticos remiten a las unidades de Extranjería apareció el nombre de Kristian Horuat, un pasaporte caliente ya que los investigadores habían conectado al criminal de guerra [estaba siendo buscado por su posible participación en 150 asesinatos y la deportación de casi 20.000 serbios de territorio croata] con ese nombre. Los cielos se abrieron de repente para los expertos en perseguir a delincuentes huidos de la justicia.
Un matarife de las guerras
Interpol dio el chivatazo a la Policía y en cuestión de horas se organizó una operación que contó con ayuda del exterior. El Grupo Operativo de Respuesta (GOR) del Cuerpo Nacional de Policía planificó una maniobra perfecta para asegurarse la caída de Ante Gotovina, un señor de la Guerra de los Balcanes que cometió mil y una tropelías antes de ser declarado uno de los fugados cinco estrellas por los miembros del Tribunal Penal Internacional de La Haya (Países Bajos). Las otras dos piezas de caza mayor eran el expresidente de Srpska, Radovan Karaczi, conocido como el carnicero de Sarajevo, y Ratko Mladic, presentado en la mayoría de los medios de comunicación internacionales como el carnicero de Srebrenica. Uno de los matarifes de la antigua Yugoslavia estaba a tiro en el sur de Tenerife y esta vez no lo iban a dejar escapar. Interior dio luz verde a una maniobra que trajo a la Isla a una docena de funcionarios policiales de élite especializados en este tipo de detenciones.
Un error de cálculo al usar un pasaporte ‘caliente’ activó una operación policial hace ya 20 años
Ante Gotovina no había cambiado en exceso su fisonomía [su masa corporal había disminuido y oscureció su pelo con un tinte], pero tenían que asegurar la jugada. Durante más de 48 horas varios funcionarios policiales se convirtieron en clientes del hotel [le asignaron habitaciones contiguas para realizar un estrecho seguimiento] y se infiltraron en los servicios de limpieza, en recepción, en la cafetería y en restaurante con el objetivo de estrechar el cerco. El general no se exponía en los espacios comunes, pero cuando lo hacía era vigilado de cerca: los policías se pegaron a su trasero como una lapa.
Camareros con pistolas
Oficialmente nunca se admitió, pero en su momento trascendió que el exalto mando «tenía la mosca detrás de la oreja» y empezaba a sospechar de las personas que se movían a su alrededor. Eso y, sobre todo, un movimiento que hizo en recepción para contratar un servicio externo [una excursión que avivó las sospechas] precipitaron la acción de los agentes delCNP. Ocurrió durante la cenas del 7 de diciembre de 2005. Ante Gotovina y un acompañante bajan al comedor, pide que le asignen una mesa y un camarero [policía] lo guía hasta una ubicación apartada de las miradas indiscretas.
Estaba acusado de ordenar la muerte de 150 serbios en suelo croata y miles de deportaciones
El militar elige un vino tinto, unos entrantes, una ensalada y pescado. Su amigo opta por una carne con verduras. Todo va bien hasta que llega el segundo plato.
¡Señor Gotovina, su plato!
[interrumpe un camarero]
¿Es usted, el señor Ante Gotovina?
[incide el agente de policía en español, antes de comprobar que el comensal gira su cabeza sin decir nada, pero admitiendo con su mirada que esa identidad no le resulta extraña]
Señor Gotovina, queda detenido en aplicación de una orden internacional de búsqueda y captura.
Así, más o menos, se cerraron más de cuatro años de fuga. El delincuente no ofreció resistencia ni iba armado, lo esposaron y se lo llevaron a un espacio oculto antes de proceder al registro de su habitación [el acompañante también estuvo arrestado temporalmente y luego fue puesto en libertad]. En el cuarto aparecieron 12.000 euros en efectivo -24 billetes de 500 euros–, un ordenador personal, dos pasaportes [el que se correspondía con la identidad Kristian Horuat y otro a nombre de Stejepan Senicic, con sellos de entradas y salidas en China, Chile, Rusia, República Checa y un último destino -con fecha del 25 de noviembre de 2025– en Isla Mauricio] y, lo más curioso, un sinfín de estampitas y figuras religiosas que, según se pudo conocer con el tiempo, él estaba convencido de que le habían echado una mano durante los años que dio esquinazo a los jueces y a la policía.
Algunos datos aportados en una biografía de Ante Gotovina firmada por Nedad Ivankovic, donde ya se hacía una referencia a los días que pasó en Tenerife curándose de las heridas que sufrió en el Chad, se convirtieron en una buena pista para seguir su rastro hasta las Islas antes de ser trasladado a la Audiencia Nacional para que prestara declaración por su presunta participación en múltiples crímenes contra la humanidad, años antes de pasar a la reserva por orden del general Stjepan Mesic. En su cara a cara con el juez Félix Degayón no dijo ni mu: su señoría dictó un fugaz ingreso en Soto del Real (Madrid) antes de rubricar su entrega inmediata, y sin necesidad de rellenar los formularios que se precisan para ejecutar una orden de extradición, al Tribunal Penal de Yugoslavia. El general fue juzgado y condenado en 2011 a 24 años de prisión, pero en 2012 se revocó el auto y quedó en libertad por falta de pruebas.
¿Quién es quién en esta historia?
Ante Gotovina / General croata
Antiguo general croata que participó de forma activa en las Guerras de los Balcanes (1991-2001). Estuvo cuatro años huido de la justicia por cometer crímenes contra la humanidad antes de ser detenido en el sur de Tenerife, el 7 de diciembre de 2005. En abril de 2011 un Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia lo declara culpable y dicta una condena de 24 años de cárcel, pero sólo un año y medio después es puesto en libertad por falta de pruebas.
Radovan Karadzic / Expresidente de Srpska
Conocido como el carnicero de Sarajevo, el psiquiara y expolítico serbiobosnio, al igual que Ante Gotovina, permaneció huido de la justicia entre 1996 y 2008 cuando fue detenido en Belgrado por agentes del servicio secreto serbio (BIA). Estados Unidos llegó a ofrecer cinco millones de euros por su arresto. Después de un proceso judicial que se alargó durante más de ocho años fue condenado a 40 años de cárcel como máximo responsable del genocidio de Srebrenica. En marzo de 2019 se amplió a cadena perpetua.
Ratko Mladic / Jefe del Estado Mayor del Ejército de la República de Srpska
Compartía con Karadzic la fama de sanguinario y se dio a conocer conocer como el carnicero de Srebrenica. Como en los casos anteriores, también fue un prófugo durante un largo periodo de tiempo. El Gobierno estadounidense ofreció una recompensa (5.000.000 $) por su cabeza. Detenido en 2011, seis años después fue condenado a cadena perpetua tras ser declarado culpable en diez de los once delitos que le imputaban. Fue juzgado en La Haya por el asesinato de siete mil hombres y niños bosnios.
Kristian Horuat / Identidad falsa
Fue la identidad que usó el general croata Ante Gotovina para registrase en el hotel Bitácota de Playa de las Américas el 2 de diciembre de 2005, los datos que llegaron a las dependencias policiales que controlan la movilidad de los extranjeros en el Archipiélago. El nombre encendió las alarmas porque era conocido por la Interpol –lo había usado en varias ocasiones– y se convirtió en la pista definitiva que aceleró su detención. El operativo se montó en unas horas y salió perfecto. El criminal de guerra no tuvo opción de escapar gracias a una operación jaula que se resolvió en medio de una cena.
Preguntas y respuestas
¿Por qué lo detuvieron?
Ante Gotovina estaba siendo buscado por funcionarios del Tribunal Penal de la Antigua Yugoslavia (TPIY) por liderar la operación Tormenta en el sur de Zagreb. Las tropas del general croata reconquistaron Krajina en menos de 72 horas dejando una estela sangrienta de más de 150 crímenes y alrededor de 200.000 personas deportadas.
¿Dónde ocurrió?
En el hotel Bitácora de Playa de las Américas. El arresto se produjo cuando el prófugo cenaba con un conocido, quien fue puesto en libertad tras ser identificado y verificarse que no tenía nada pendiente con la justicia. Ante Gotovina, en cambio, fue trasladado a Madrid para declarar en la Audiencia Nacional ante el juez Félix Degayón.
¿Quién ejecutó el arresto?
Funcionarios del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) del Cuerpo Nacional de Policía lideraron una detención que se aceleró gracias a una colaboración internacional con la Interpol. Con el tiempo se supo que también resultó clave una información proporcionada por los servicios de inteligencia croatas.
¿Qué declaró en Madrid?
El exmilitar permaneció diez minutos en una sala de la Audiencia Nacional escuchando los cargos que le imputaban sin decir nada. Fue enviado a la prisión de Soto del Real [la misma en la que ingresó Cerdán y permanecen presos el exministro Ábalos y Koldo] a la espera de que la OTAN enviara un avión para su traslado a La Haya.
¿Cómo se produjo su traslado a La Haya?
Interior organizó un despliegue secreto y se escondieron los datos del traslado [día, hora y aeropuerto]. De Tenerife a Madrid ya fue acompañado por ocho funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y, posteriormente, de la capital de España hasta los Países Bajos otra docena de agentes volaron junto a Gotovina en una aeronave militar.
Cuál fue la sentencia del juicio?
El 11 de marzo de 2008 la fiscalía calificó de «indiscriminados» e «intolerables» los ataques liderados por Ante Gotovina a la población serbia de Croacia en 1995. Junto a él fueron juzgados los generales Ivan Cermak y Mladen Markac. En abril de 2011 fue condenado a 24 años de cárcel, pero la pena se revocó en 2012 por falta de pruebas.











