Indirath Coronado y Marcia Cubillo estarán el día 10 en Oslo para ver como su líder María Corina Machado recoge el premio Nobel de la Paz. Pero hoy, y bajo una intensa lluvia, estaban entre quienes rodeaban una inmensa y empapada bandera de Venezuela en el Campo Valdés. Gijón se sumaba así a la Marcha por la paz y la libertad convocada por el movimiento político Vente Venezuela en honor de su premiada líder y que alcanzó a 104 ciudades de una veintena de países. En Asturias, las citas fueron en Gijón y Oviedo. A la convocatoria gijonesa acudió el edil de Cooperación, el popular Guzmán Pendás.
«El Nobel de la Paz es un reconocimiento a nuestra líder. Ella ha gestado esta heroicidad que se ha ganado a pulso. Pero lo ha ganado también cada uno de nosotros, de los venezolanos que estamos fuera y de los venezolanos que están dentro y que son los que llevan la peor parte porque tener en tu chat una foto que avale a María Corina, por ejemplo, ya es motivo para meterte presa», explica Coronado. A su lado, compatriotas con carteles con la imagen de Machado e iluminando el acto, deslucido por el mal tiempo, con velas o las luces de sus móviles
Para Marcia Cubillo, que no olvidó reivindicar la coincidencia del acto venezolano con la celebración española del día de la Constitución, el premio Nobel a Machado no es solo el reconocimiento internacional a «una mujer que nos ha inspirado a todos. Una mujer que lo más importante que tiene es que ama a Venezuela, no como otros personeros de la oposición» es, sobre todo, «un paso a la libertad. Una luz que hemos tenido después de 26 años de represión, de secuestro en nuestro país».
Protegiéndola con su cuerpo de la lluvia, Griselda Coromoto Armas llevaba la libreta que quieren entregar a María Corina Machado. Una libreta llena de mensajes y firmas como «un recuerdo de los que estamos acá. De venezolanos, pero también han firmado españoles». Armas tiene claro que el premio Nobel de Machado es algo «muy importante. Ella ha hecho una campaña sin necesidad de matar, sin necesidad de hacer alborotos; en silencio y mediante la oración».
Yuri Allende es asturiana nacida en Gijón. Su madre, de Cangas de Onis y su padre, de Riaño, fueron niños de la guerra que acabaron en Venezuela. «Todos somos españoles pero nos criamos a mucha honra y con mucho orgullo en Venezuela. Tengo la esperanza de que Venezuela volverá a ser un país libre, bello, precioso y de sentirme orgullosa de decir viví en Venezuela y voy a regresar a Venezuela. Y con Corina como presidenta», explica Allende que se fijado como reto «hacer realidad el sueño de mis padres. Seguir con su empresa por la que lucharon tantos años. Quiero volver a retornar como española y decir valió la pena volver a Venezuela» .
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