La Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) investigará las causas inmunológicas del deterioro cognitivo que afecta a muchas personas mayores con cirrosis hepática, con el objetivo de sentar las bases para futuras terapias que mejoren su calidad de vida. El estudio se desarrollará en el marco del proyecto EVENing, financiado por la Generalitat Valenciana a través del programa Prometeo, y se centrará en la relación entre la inflamación del hígado y el funcionamiento del cerebro durante el envejecimiento.
Investigación puntera desde la UMH
El proyecto está codirigido por los investigadores de la UMH Rubén Francés y Esther Caparrós, ambos del Departamento de Medicina Clínica, e integrantes del Instituto de Investigación, Desarrollo e Innovación en Biotecnología Sanitaria de Elche (IDiBE UMH) y del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd) del Instituto de Salud Carlos III. El grupo impulsor es el de Inmunobiología Hepática e Intestinal, con una trayectoria consolidada en el estudio de la cirrosis y sus complicaciones.
La cirrosis hepática es una enfermedad crónica caracterizada por una inflamación persistente del hígado que, con el paso del tiempo, acaba afectando a otros órganos. En personas de edad avanzada, este proceso se asocia con frecuencia a alteraciones neurocognitivas, como problemas de memoria, atención o velocidad de procesamiento, que repercuten directamente en su autonomía personal.
El papel de las células T en el envejecimiento
El punto de partida del proyecto se basa en una hipótesis concreta. “Durante la cirrosis, algunas células del sistema inmune adaptativo, en particular las células T, se vuelven disfuncionales y se acumulan en el hígado dañado y también en el cerebro, lo que altera el equilibrio del llamado eje hígado-cerebro”, explica la investigadora Esther Caparrós. Aunque estas células son esenciales para la defensa frente a infecciones, su disfunción favorece la inflamación crónica que define la enfermedad y genera efectos en cadena en todo el organismo.
“Una de esas complicaciones es que la inflamación se extiende al cerebro y cada vez hay más datos que apuntan a que puede ser una de las causas de los problemas de memoria y de cognición que sufren muchos pacientes con cirrosis, especialmente las personas de edad avanzada; si la persona está enferma y es mayor, estos déficits pueden llegar a mermar mucho su calidad de vida y a hacerles dependientes”, añade Caparrós.
Reprogramar el eje hígado-cerebro
Según la investigadora, “la hipótesis central del proyecto EVENing es que esta disfunción de las células T puede corregirse ‘reprogramando’ el diálogo que mantienen con el hígado y con el sistema nervioso”. Para ello, el equipo abordará dos grandes vías de comunicación que influyen en el comportamiento del sistema inmune.
“Las células T no sólo responden a señales inmunes, sino también a señales del sistema nervioso, como los neuropéptidos. Si logramos restaurar la forma en que las LSEC y las células T interactúan, y al mismo tiempo recuperar la capacidad de las células T para percibir correctamente estas señales nerviosas, podríamos corregir su respuesta disfuncional y restablecer el equilibrio en el eje hígado-cerebro de los pacientes con cirrosis de edad avanzada”, resume Caparrós.
Para avanzar en este objetivo, el equipo realizará un seguimiento detallado de estas células. “Para demostrar que esta reprogramación es posible, primero necesitamos entender exactamente a dónde van las células T: las rastrearemos desde su origen en el hígado y durante su migración al cerebro y al intestino, y observaremos cómo va cambiando su actividad a medida que la cirrosis progresa y el organismo envejece”, señala Rubén Francés.
Los resultados obtenidos en modelos animales se contrastarán con muestras humanas procedentes de biobancos, comparando biopsias hepáticas de pacientes cirróticos con y sin deterioro cognitivo. El objetivo es identificar “firmas inmunes” que puedan actuar como marcadores de riesgo y como posibles dianas terapéuticas.
Aunque la aplicación clínica aún queda lejana, el proyecto pretende sentar las bases científicas para estrategias que permitan modular selectivamente las células T, restaurar la homeostasis del eje hígado-cerebro y reducir el impacto de las complicaciones neurocognitivas asociadas a la cirrosis en personas mayores.
Una de las grácias del trabajo de la UMH de Elche donde se aprecia la diferencia entre áreas sanas y con cirrosis / INFORMACIÓN
El proyecto EVENing, cuyo acrónimo responde a Immune reprogramming to balance the liver-brain axis T cell compartment during aging in cirrhosis, cuenta con una dotación de 600.000 euros y una duración de cuatro años, hasta agosto de 2029. Está financiado por la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo de la Generalitat Valenciana dentro del programa Prometeo 2025 para grupos de investigación de excelencia (CIPROM/2024-19).
Esta iniciativa da continuidad a trabajos previos del grupo de la UMH que ya demostraron que el envejecimiento agrava el daño hepático y la disfunción cerebral en la cirrosis a través de una compleja interacción entre inflamación, toxicidad por amonio y alteraciones de la barrera hematoencefálica, reforzando la necesidad urgente de avanzar hacia terapias específicas para este perfil de pacientes.
Conclusiones
En definitiva, el trabajo mostrado en el artículo proporciona evidencia experimental de que el envejecimiento agrava la fibrosis hepática y deteriora tanto las funciones neuromotoras como cognitivas en modelos de cirrosis, al tiempo que altera la población de células T adaptativas en hígado y cerebro, comprometiendo la integridad de la barrera hematoencefálica. PMC+1 Estos hallazgos respaldan la hipótesis del proyecto EVENing de la Universidad Miguel Hernández de Elche: que las disfunciones inmunológicas vinculadas a la edad pueden estar en el origen del deterioro cognitivo en personas mayores con cirrosis. La investigación sugiere que si se logra “reprogramar” la respuesta de las células T y restaurar el equilibrio del eje hígado-cerebro, podría abrirse una nueva vía para mitigar o prevenir los daños cognitivos en pacientes ancianos, lo que representaría un avance relevante en la lucha contra las secuelas neurológicas de la cirrosis.
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