La estrategia de la Generalitat de Catalunya para frenar los efectos del brote de pesta porcina africana ha tomado forma con una medida que marca el inicio de un operativo económico y sanitario sin precedentes. El Govern ha anunciado la apertura de una línea de ayudas dotada inicialmente con 10 millones de euros, con posibilidad de ampliarse a 20 millones si la evolución de la emergencia lo exige. Se trata de un gesto contundente en un sector que representa uno de los pilares de la producción agroalimentaria catalana. En este contexto, la ciudadanía puede consultar información oficial sobre sanidad animal a través del Departament d’Acció Climàtica.
Aunque por ahora el brote se mantiene acotado y no ha provocado un descenso real en la actividad de la industria, la Conselleria d’Economia i Finances, liderada por Alícia Romero, considera imprescindible activar un mecanismo preventivo que permita sostener la estructura productiva. La medida no busca compensar pérdidas inmediatas, sino blindar al tejido empresarial ante un escenario que podría agravarse con rapidez si no se toman decisiones anticipadas.
La clave económica que condicionará todo el despliegue institucional
El elemento determinante que no había trascendido en los primeros comunicados es la intención del Govern de movilizar, además de la ayuda directa, un canal de financiación extraordinaria a través de organismos europeos. La propia Romero ha confirmado que ya están abiertos los contactos con la Comisión Europea y con el Gobierno español para activar fondos complementarios, un movimiento que reforzaría la capacidad de respuesta en caso de escenarios más complejos.
Este frente económico se complementa con el trabajo conjunto de Prodeca y ACCIÓ, dos entidades que asumirán un papel clave en la asesoría técnica a las empresas. Ambas instituciones centralizarán consultas, resolverán dudas operativas y proporcionarán información actualizada a productores, cooperativas y exportadores. El objetivo es minimizar el impacto administrativo para que las compañías puedan concentrarse en mantener la actividad con normalidad.
Un paquete de apoyo diseñado para actuar incluso antes del impacto
La estructura del plan destaca por su enfoque preventivo. No se limita a compensar posibles pérdidas económicas, sino que anticipa, como informa ON, soluciones para garantizar la continuidad del sector porcino, una industria de valor estratégico no solo para Cataluña, sino para el conjunto del Estado. Cataluña y Aragón concentran cerca del 70% de la producción porcina, por lo que cualquier alteración en la cadena tiene consecuencias nacionales.
La coordinación interterritorial será decisiva. En los próximos días, el Govern tiene previsto reunirse con responsables del Departamento de Agricultura de Aragón, con la finalidad de reforzar la colaboración técnica en gestión de fauna silvestre y control de movimientos.
La tensión sanitaria impulsa medidas estrictas de contención
En el ámbito sanitario, el conseller Òscar Ordeig ha exigido prudencia sin caer en el alarmismo. Su mensaje se centra en la responsabilidad colectiva y en la necesidad de evitar desplazamientos dentro del perímetro de seis kilómetros alrededor de los dos primeros focos detectados. Esta restricción pretende impedir movimientos que puedan facilitar la propagación del virus.
Ordeig también subraya que el Govern trabaja en contacto permanente con Bruselas y con el Ministerio de Agricultura para garantizar una respuesta alineada con los protocolos europeos. Esta coordinación es especialmente relevante en crisis sanitarias que afectan a animales de explotación intensiva, en las que la rapidez es esencial para detener la propagación.
Control de fauna silvestre y aumento de los protocolos de bioseguridad
Uno de los puntos críticos del dispositivo de contención es la gestión del jabalí, especie que actúa como vector principal de transmisión del virus. La Generalitat ha activado reuniones urgentes con los responsables de los planes de control de la fauna silvestre, con el fin de intensificar capturas, vigilancia y monitorización del territorio.
El Govern prevé reforzar los equipos sobre el terreno y habilitar más recursos para técnicos y veterinarios. Su labor consiste en delimitar zonas, registrar movimientos, coordinar explotaciones y asegurar el cumplimiento estricto de los protocolos de bioseguridad. Todo ello resulta fundamental para evitar saltos del virus entre explotaciones y controlar posibles focos secundarios.
Unidad política y estabilidad del sector, dos prioridades estratégicas
El Govern ha pedido a los grupos parlamentarios que mantengan un frente común. Ordeig ha advertido que los mensajes contradictorios pueden perjudicar la imagen del sector porcino y afectar su estabilidad en los mercados internacionales. La comparecencia conjunta con la consellera d’Interior, Núria Parlon, está prevista para la próxima semana, donde detallarán el plan completo.
Mientras tanto, el ejecutivo insiste en que el sector mantiene su actividad con normalidad, que no existe riesgo para la salud humana y que todas las acciones se están desarrollando bajo supervisión técnica permanente.
En definitiva, el paquete de medidas presentado por la Generalitat, sustentado en ayuda económica inmediata, coordinación europea, control sanitario intensivo y gestión reforzada de fauna salvaje, constituye uno de los despliegues más amplios que se han implementado ante un brote en el sector porcino. Un escenario que seguirá evolucionando y en el que el verdadero alcance de la medida clave —la activación de fondos europeos complementarios— marcará el futuro del sector en las próximas semanas.











