El 1 de enero de 2026 no solo hay que reposar y dejar curar la resaca de la noche anterior, también hay que tener ya guardada en la guantera del coche la nueva baliza V-16. Sustituirá a los tradicionales triángulos de emergencia para señalizar un accidente o avería en carretera. Su obligatoriedad ha suscitado todo tipo de reacciones, desde aquellos que defienden su implantación hasta los que la consideran innecesaria o una «herramienta de control del Gobierno».
Detrás de este dispositivo están dos empresarios de Galicia, Jorge Torre y Jorge Costas, que cuando sacaron al mercado este producto allá por 2016 no podían imaginar que 10 años después la Dirección General de Tráfico (DGT) lo haría obligatorio para todos los conductores del país.
«Cuando empezamos, la idea no era ser un producto obligatorio, ni mucho menos, sino hacer una baliza para personas con movilidad reducida, para las cuales no era viable poner los triángulos», han reivindicado en una entrevista concedida a Europa Press. Ambos han explicado que en un primer momento crearon estas luces de aviso y fueron por toda España presentándola a distintas asociaciones de personas con discapacidad o víctimas de accidentes de tráfico grave por colocar los triángulos. En los dos casos, veían el producto como algo «muy válido».
Para los empresarios gallegos, una baliza es «indudablemente mejor» que un triángulo. Al respecto, han puesto el foco en que «muchas veces la gente no pone el triángulo porque se queda paralizada». También han hablado del peligro que supone salir del coche en medio de una autopista para colocarlo.
Una luz «innecesaria»
Sin embargo, su inminente obligatoriedad no es plato de buen gusto para muchos conductores. «Me parece un disparate, ya que solo se obliga a tenerla en España», considera Jesús D., un vecino de Lugo que no está de acuerdo con su implantación. «Para el resto de países siguen siendo necesarios los triángulos, o sea, que cruzas la frontera con Portugal y ya no la vas a usar en caso de accidente, porque en Europa no la reconocen. Por eso me parece innecesaria», indica a EL CORREO GALLEGO. ¿Pero qué es lo que tanto molesta de esta luz?
«Me parecen demasiado caras, sobre 50 euros, para una baliza que solo puedes usar aquí. Además, tiene que estar homologada, lógicamente, y hay muchas tiendas que la venden más barata pero sin ser la correcta. Y claro, si el día 1 te para la Guardia Civil en un control y no la llevas o compraste una baliza sin homologar, te multan», considera Jesús. Además, a través de las redes sociales se extendió el bulo de que la geolocalización para ayudar en caso de accidente supondrá un «control» de datos por parte del Gobierno.
La V-16, paradójicamente, nació porque «casi ningún conductor» coloca debidamente los triángulos, según Jorge Torre. Así lo pudo comprobar durante su etapa como miembro de la Guardia Civil, y fueron los numerosos errores de los usuarios al ponerlo. «Si es capaz de colocarlo bien, con suerte no pasará un camión y lo tirará», comentó.
Inspiración en la de la Benemérita
Torre dejó el Cuerpo y se centró en el desarrollo de la baliza, similar a la que a que usaban en los coches camuflados de la Guardia Civil, pero sin cables y que pudiese guardarse en la guantera para ser usada en caso de accidente. Años después llegaría su tocayo Jorge Costas a la ecuación. También exagente de la Guardia Civil, él reconoce que trató de emprender y «se arruinó», pero los dos intentaron sacar este nuevo proyecto adelante. Y finalmente lo consiguieron, creando Netun Solutions.
Los creadores explican que los primeros productos comercializados por la empresa, que formó parte de la aceleradora Vía Galicia de Zona Franca, servían para señalizar los accidentes, pero no poseían la conectividad de las actuales balizas obligatorias. Esto llegó posteriormente, cuando la DGT se fijó en sus luces y decidieron impulsarlas para sustituir a los triángulos, viendo necesario que alertasen de la ubicación del accidente para que el resto de usuarios de la vía pudiesen saberlo de antemano.
Ellos han subrayado que el dispositivo manda la alerta a la DGT para ayudar a otros conductores, pero esto no compromete la intimidad de los usuarios, ya que la baliza no va ligada ni a un coche ni a una persona concreta. Además, solo lanza la señal si está encendida.«Sería imposible con una pila lanzar la ubicación en tiempo real todo el tiempo. Se gastaría en pocos minutos», han insistido, preguntados sobre las críticas de muchos ciudadanos por el «control» que podría suponer esta conectividad.













