Tesla atraviesa un momento complicado con el Cybertruck. Dos años después de su lanzamiento, el vehículo que prometía reinventar el mercado de los pick-up eléctricos no ha logrado despegar. Muy lejos de las expectativas iniciales, el modelo acumula más de 10.000 unidades sin vender y cifras de ventas que no justifican la inversión industrial que lo respaldó.
Cuando Elon Musk presentó el Cybertruck en 2019, se convirtió en un fenómeno viral y en uno de los productos más deseados por su diseño angular, la carrocería de acero inoxidable sin pintura y un enfoque casi de ciencia ficción. Tesla llegó a registrar cientos de miles de reservas en pocos días y prometía una capacidad de producción anual de 250.000 unidades, con precios que arrancarían por debajo de los 40.000 dólares.
Tesla Cybertruck / Tesla
Pero desde que las entregas comenzaron —con retraso— a finales de 2023, la distancia entre promesa y realidad no ha hecho más que acrecentarse. En 2024 se vendieron apenas 39.000 unidades, lo que está muy lejos del ritmo proyectado. En lo que va de 2025, la situación ha empeorado: Tesla apenas ha entregado 16.000 Cybertruck, incluyendo 5.385 en el tercer trimestre, lo que supone una caída de más del 60 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Un stock que pone en aprietos a la compañía
El principal síntoma de este desajuste es el inventario creciente que se acumula fuera de la Gigafactory de Tesla en Austin, Texas. Según un reportaje publicado por Forbes en mayo, hay más de 10.000 Cybertrucks sin vender, almacenados sin destino claro. El valor estimado de ese stock supera los 800 millones de dólares, si se toma como referencia un precio medio de unos 80.000 dólares por unidad. Este volumen de unidades sin salida, en una compañía que basa buena parte de su narrativa en la eficiencia productiva y la demanda sostenida, representa un problema logístico y financiero. Nunca antes Tesla había acumulado tal nivel de exceso de oferta en un solo modelo.
Rebajas desesperadas
Ante la falta de demanda, Tesla ha iniciado campañas de descuentos poco habituales en su política comercial. Según el New York Post, en abril de 2025 comenzaron a ofrecerse rebajas de hasta 10.000 dólares en determinadas versiones del Cybertruck. A esto se suman incentivos financieros y otras fórmulas para atraer compradores que, hasta ahora, no han surtido demasiado efecto.
Además, algunos medios reportan que parte del stock estaría siendo reasignado a empresas del ecosistema de Elon Musk, como SpaceX o xAI, para absorber parte del inventario dentro del propio conglomerado.
El Cybertruck no solo ha sufrido por falta de demanda. Desde su llegada a las calles, ha sido objeto de críticas constantes por su calidad de construcción, su fiabilidad y su comportamiento. Varios usuarios han publicado en redes fallos en las puertas, juntas, ajustes de carrocería, sistema de dirección y problemas eléctricos que han derivado en reclamaciones recurrentes.

Tesla Cybertruck / Tesla
Estos fallos han dañado la imagen del modelo, especialmente en un mercado como el estadounidense donde los usuarios de pick-up valoran la robustez y fiabilidad por encima de la estética o la innovación tecnológica. En ese contexto, el diseño radical del Cybertruck, su precio elevado y los problemas prácticos han generado un cóctel difícil de defender.
El fiasco comercial del Cybertruck ha comenzado a tener consecuencias más allá del modelo. Analistas citados por Forbes comparan este caso con el del Ford Edsel, uno de los fracasos más conocidos de la historia del automóvil. Ambos comparten un patrón: promesas grandilocuentes, inversiones enormes y desconexión con la realidad del mercado.
El caso del Cybertruck es también una advertencia sobre los límites del marketing viral en el mundo del automóvil. Tesla logró generar una expectación increíble con un diseño rompedor y una presentación impactante, pero los fundamentos del mercado siguen ahí: precio, calidad y fiabilidad.










