La Cova de Cala Petita, que lleva el nombre de la popular playa virgen ubicada entre Porto Cristo y Cala Morlanda, ha quedado libre de basuras. En dos jornadas intensivas de limpieza, una decena de voluntarios del Grup Esportiu Rates-Pinyades ha conseguido devolver a la cavidad su aspecto original, después de liberarla de la acumulación de basuras de todo tipo que permanecían en el interior desde los años 80, “cuando era habitual verter residuos en las cavidades naturales”, tal y como destacan desde la entidad organizadora en las redes sociales.
Una gran cantidad de residuos se acumulaban en la cavidad antes de la intervención. / G. E. Rates-Pinyades
La primera jornada se llevó a cabo el pasado 9 de noviembre, cuando cuatro miembros del citado grupo deportivo, comprometidos con la conservación y la protección de las cuevas de Balears, empezaron a retirar numerosas bolsas de residuos amontonados dentro de la cueva, con la colaboración del Ayuntamiento de Manacor, que cedió varios contenedores que al final resultaron insuficientes ante la gran cantidad de basura que había en la cavidad. Durante la primera jornada se retiraron “numerosos huesos de animales, restos personales como carteras y tarjetas sanitarias, y una gran cantidad de botellas y latas”, entre otros residuos. Quedaba pendiente otra intervención para eliminar los objetos que obstruían las diferentes galerías internas de la cavidad.

La cavidad, libre de basuras. / G. E. Rates-Pinyades
Finalmente, este pasado fin de semana se organizó la segunda jornada de limpieza de la cueva de Cala Petita, un acto que también contó con la colaboración municipal y también de la Federación Balear de Espeleología, que prestó ayuda y asesoramiento sobre la conservación de las cuevas.
La jornada resultó ser todo un “éxito” porque, tal y como subrayan los miembros del Grup Esportiu Rates-Pinyades, la cueva ha demostrado un “gran valor paisajístico, espeleológico y paleontológico”. Los voluntarios retiraron una gran cantidad de basuras “acumuladas desde hace décadas, principalmente de los años 80 y 90”. También se retiraron ramas muertas para aportar un “toque más saludable a la zona”, apuntan.

Algunos de los voluntarios participantes, en el exterior de la cueva. / G. E. Rates-Pinyades
Por otra parte, destacan la participación de Ramón Martínez Hernández, una “figura clave” en el mundo de la espeleología balear y uno de los autores de la topografía de la Cova de Cala Petita, así como artífice del descubrimiento de otras cavidades en esta zona del Llevant de Mallorca. “Ha compartido sus conocimientos y su experiencia con los participantes, enriqueciendo todavía más la jornada de limpieza”, explican desde el grupo organizador.
El Grup Esportiu Raters-Pinyades ha querido agradecer la colaboración también de los vecinos y los comercios de la zona y ha expresado la “esperanza” de que la cueva permanezca en buen estado de conservación “durante muchos años más”, confiando en que la conciencia de las personas “sea la que recuerde la importancia de dejar la naturaleza tal y como la encontramos”.
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