La Escola Superior d’Art Dramàtic de les Illes Balears (ESADIB) solicitará un informe a la Inspección Educativa para evaluar si procede emprender medidas adicionales más allá de la acción cautelar ya tomada por el centro.
Así lo han confirmado a este diario fuentes de la Conselleria de Educación y Universiades tras la destitución preventiva por parte del equipo directivo y la suspensión de sueldo y funciones del jefe de estudios, una decisión adoptada por el centro ante la circulación de testimonios anónimos que señalan al docente por «prácticas reprobables» y abuso de poder sobre alumnas.
La ESADIB hizo pública una carta firmada por su equipo directivo y dirigida a la comunidad educativa y exalumnos, donde se detalla un plan de actuación «contundente y cuidadoso» ante la situación. La suspensión temporal de las funciones del jefe de estudios, efectiva desde el 1 de diciembre, se justifica como una medida cautelar para «esclarecer los hechos y generar vías de comunicación con el equipo directivo sin interferencias».
En un gesto inusual, la dirección del centro ha puesto en valor «la naturaleza del testimonio y el canal utilizado como medio válido de denuncia», en referencia a las acusaciones que se hicieron públicas, entre otros medios, en redes sociales, donde se denunciaban presuntos abusos de poder y acoso continuado. La carta también expresa comprensión hacia las personas afectadas, reconociendo «el dolor, la rabia y el agotamiento».
El plan de acción inmediata del centro no se limita al cese temporal. La junta directiva ha procedido a activar el protocolo de acoso, así como a iniciar reuniones con profesores, alumnado y Personal de Administración y Servicios (PAS). Además, se ha contratado un gabinete externo de asesoramiento y mediación —un recurso «neutro» y especializado ajeno a la institución, señalan en el escrito— para garantizar un proceso «cuidadoso» con todas las personas implicadas y que pueda «tener en cuenta formas de reparación».
Advertencia
El actual equipo directivo ha querido enfatizar que asumió el cargo en julio con el compromiso expreso de «velar especialmente por un espacio libre de situaciones de abuso de poder». Desde entonces, la dirección ya había implementado medidas preventivas como formaciones y perspectiva de género, la creación de una coordinación de bienestar y la próxima constitución de una comisión mixta de bienestar.
La dirección también ha manifestado una dolorosa conciencia sobre la insuficiencia de las medidas ante el daño causado, indicando que «cualquier medida que nosotros podamos llevar a cabo como responsables del centro será insuficiente para las persones que han sufrido este tipo de prácticas». No obstante, recalcan que su labor apunta a «explorar vías emancipatorias de respuesta y reparación de dinámicas abusivas de poder», buscando una revisión «sistémica e individual» que supere lo punitivo y apele a una «convivencia posible y transformadora».
Con la activación de todos estos mecanismos y la intervención de la Inspección Educativa, la ESADIB y la Conselleria buscan asegurar que el proceso se lleve a cabo con la máxima garantía de imparcialidad y protección hacia las víctimas.
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