Beto Company prepara el encuentro del sábado frente al Juventud Torremolinos (16:00 horas), el tercero suyo al frente del equipo, con la certeza de que no podrá disponer de Samu Vázquez, que se perderá el séptimo partido en lo que va de liga. Eso significa que el lateral diestro no habrá participado en la mitad de los compromisos oficiales que el Hércules acumula en la presente campaña.
¿La razón? La tarjeta roja directa que le mostró José David Martínez Montalbán en el Nou Estadi de Tarragona pasado el minuto 80, justo un cuarto de hora después de que Fran Sol se estrenara como goleador y acercara mucho un triunfo a domicilio que, esta vez sí, parecía al alcance de la mano después de nueve meses de intentos estériles de sumar tres puntos lejos de Alicante.
Su exceso de celo por recuperar una pelota en una zona inocua del campo le llevó a deslizarse por la hierba más de la cuenta y terminar impactando, de forma más o menos contundente, con el poseedor del balón, con tan mala fortuna que, fruto de la inercia, levantó la bota y el colegiado entendió que la acción era temeraria y lo expulsó sin mediar palabra.
La decisión, con un catálogo de imágenes de vídeo más clarificadoras, podría recurrirse alegando que, en realidad, el contacto no se produjo, que es lo que sostiene el zaguero manchego, que la falta debía de ser sancionable, sí, pero con una cartulina amarilla. Sin embargo, con las que se disponen de la retransmisión del encuentro es imposible demostrar eso y mucho menos que el pie de Samu Vázquez no acabó posado en la tibia de su oponente, más cerca de la rodilla que del tobillo.
Sin apelación
Esto llevó al Hércules a declinar la posibilidad de elaborar un recurso para que el Juez Único de Competición rearbitrara la acción y corrigiera al árbitro murciano, que en el acta escribió esto: «En el minuto 82 el jugador (2) Vázquez Díaz, Samuel fue expulsado por el siguiente motivo: Por realizar un a entrada sobre un adversario haciendo uso de fuerza excesiva en la disputa del balón«. Después de oír a su futbolista, la dirección deportiva y los servicios jurídicos revisaron la jugada por ver si era pertinente reclamar una rectificación del escrito arbitral.
El alegato de inocencia del albaceteño no es sostenible con el vídeo disponible y, dado que el acta goza de presunción de veracidad, el Comité solo podría revocar el castigo en caso de apreciarse fallo flagrante del colegiado, circunstancia que no concurre en este caso, de modo que no habrá apelación y Samu Vázquez verá el partido contra el conjunto andaluz del sábado en la grada del Rico Pérez.
Será la séptima vez esta temporada que esto pase, pero la primera por suspensión. La media docena anterior fue por lesión. Salió del equipo en la jornada 5 y no regresó hasta la 11 por una rotura de fibras que tardó en cicatrizar. 643 minutos suma según la estadística oficial (que no recoge tiempos de prolongación), lejos de lo que se espera de un potencial titular que es determinante, tanto en ataque como en defensa. Jorge Galvañ, recién renovado, será quien le supla en el lateral derecho.
Caso Mehdi Puch
Beto Company sigue empeñado en inculcar una nueva idea de juego en la plantilla, a la que le está costando adaptarse a los mayores riesgos que exigen las pretensiones futbolísticas del preparador valenciano. Pasar del fútbol directo al asociativo en pocos días no es una tarea fácil, sobre todo para quienes llevan tres años aplicando una fórmula diametralmente opuesta a la que propugna el ex entrenador del Andorra.
En ese ejercicio diario de implantación del modelo Company siempre está implicado Mehdi Puch, por quien el Hércules presentó un recurso de amparo ante la FIFA en la primera quincena de noviembre para que le reconociera al centrocampista galo su derecho a jugar después de que su equipo fuera descendido por impagos. Aquel castigo administrativo que implicaba pérdida de categoría, liberaba automáticamente al ahora jugador el Hércules de su vínculo contractual tal y como reflejaba una de las cláusulas del documento.
Sin embargo, la federación francesa no dio oficialidad a la ruptura de la relación de Mehdi con su anterior equipo hasta el 2 de septiembre. La UEFA da validez a ese escrito por encima de la cláusula particular del contrato de Puch y por eso no se le considera agente libre y le obliga a esperar a que se reactive su «transfer» en la siguiente ventana de fichajes, el 1 de enero, para poder ser inscrito en la competición española.
El Hércules apeló esa medida ante la FIFA, que es el organismo que se encarga de gestionar y administrar el sistema de correlaciones de transferencias (TMS, según sus siglas en inglés), los populares «transfers», para que esta diera amparo a un trabajador que está siendo víctima de la burocracia más estricta a pesar de que la justicia le daría la razón al considerar que, una vez promulgado el castigo contra su exequipo, es decir, el día que se anunció el descenso administrativo del AC Ajaccio, que fue el 20 agosto, es el que habría que tomar como referencia porque en ese preciso instante quedaba liberado de su compromiso contractual con el club corso.
De momento, la esperanza de que esta situación se revierta antes de las tres fechas que aún restan antes del parón de Navidad, es cada vez más exigua. Normalmente, este tipo de fallos se resuelven a los pocos días, una semana a lo sumo. Cuando se demoran es porque no son estimados, así que lo natural es que Mehdi Pucho no pueda de disponer de ficha federativa hasta el regreso de la liga en enero, en la visita del Sabadell al Rico Pérez, el 3 o 4 de enero.












