El último estudio de UGT ha puesto cifras a una realidad que desmiente los discursos habituales de las autonomías gobernadas por el Partido Popular o influidas por sus políticas. Castilla-La Mancha se sitúa en 2025 entre las comunidades con mejores salarios docentes, muy por encima de regiones como Madrid o Cataluña, donde los sueldos permanecen en la parte baja pese a ser territorios con un coste de vida notablemente más alto. Y ese contraste tiene un efecto directo en el bolsillo: el salario neto del profesorado rinde bastante más en Castilla-La Mancha que en las grandes autonomías que suelen presumir de liderazgo económico.
El informe de UGT, que compara las retribuciones iniciales sin antigüedad ni cargos adicionales, ha colocado a Euskadi, Cantabria y Castilla-La Mancha en la parte alta de las retribuciones de maestros y profesores, con salarios que alcanzan en el caso castellano-manchego los 2.594 euros mensuales en Primaria. Madrid, en cambio, se queda en 2.473 euros, y Cataluña cae aún más, hasta los 2.399 euros, situándose en el tramo bajo de la tabla.
El contraste crece cuando se tienen en cuenta las condiciones reales de vida en cada territorio. Mientras Castilla-La Mancha mantiene precios moderados en vivienda, tanto Madrid como Cataluña, o algunas ciudadaes andaluzas, cuentan con algunos de los mercados inmobiliarios más tensos y caros del país. Esto implica que, aunque sus economías presumen de riqueza, el profesor medio tiene menos poder adquisitivo real en estas comunidades que en Castilla-La Mancha, donde los salarios no solo son más altos en términos brutos, sino también en términos netos de capacidad de vida.
Grandes diferencias entre comunidades
UGT ha recordado que la brecha entre comunidades autonómicas es profunda: más de 550 euros de diferencia entre maestros, casi 680 euros en Secundaria y más de 800 euros en FP. Estas distancias no se deben al salario base, común en toda España, sino a los complementos autonómicos, que reflejan de forma precisa las prioridades políticas de cada gobierno regional. En este sentido, Castilla-La Mancha ha mantenido complementos que refuerzan la estabilidad retributiva del profesorado, a diferencia de comunidades gobernadas por el PP, donde esos complementos permanecen estancados o no reflejan la carestía de la vida.
Las diferencias se amplían cuando se analiza la retribución en Secundaria y Formación Profesional. El profesorado castellano-manchego vuelve a aparecer entre los mejor pagados, mientras que Madrid y Cataluña quedan, de nuevo, en el tramo inferior pese a la presión inflacionaria y a los precios de alquiler y compra de vivienda, que se encuentran entre los más altos de España.
La paradoja es evidente y UGT la subraya: las comunidades con mayor capacidad económica pagan salarios docentes más bajos que Castilla-La Mancha, una región que, sin contar con los mismos recursos, ha priorizado la dignificación de la profesión y la recuperación del poder adquisitivo. Es una diferencia que se ha agrandado durante la última década y que deja claro que el salario real, el que determina la calidad de vida, es hoy más alto en Castilla-La Mancha que en los grandes polos económicos del país.
El sindicato ha vuelto a reclamar una armonización de los incrementos salariales para evitar un mapa retributivo que depende en exceso del color político de cada gobierno autonómico. Mientras tanto, el estudio confirma que Castilla-La Mancha mantiene una apuesta clara por su profesorado, alejándose del modelo de precarización salarial que continúa vigente en territorios gobernados por el PP o con políticas educativas marcadas por la contención salarial pese a que vivir allí es, simplemente, mucho más caro.
