Hay coches que marcan una época por diferentes motivos, estilo, dinamismo, o aceptación por parte de los clientes. Pero también hay otros que tienen una relación especial y única entre la fábrica y la ciudad en la que se producen. Es el caso del Fiat 500 con Turín y Mirafiori, la ciudad y la fábrica en donde se produce. A pocos días de que la Comunidad Europea anuncie si suaviza la fecha de 2035 para eliminar de nuestras calles los vehículos térmicos, Fiat recupera uno de ellos para la nueva generación del 500.
El lento crecimiento de las ventas de los vehículos eléctricos, y los rumores sobre un cambio en la ya famosa fecha del 2035, ha llevado al fabricante italiano a replantearse su situación. La idea era sencilla, y pasaba por encajar un motor que ya tenían, un híbrido, en uno de sus modelos más populares, el 500. El resultado, el Fiat 500 Hybrid, un homenaje a sus raíces, con seis centímetros más largo y dos más alto que su predecesor.
Fiat 500: L’Italia, che piacere / Fiat
Ideal para callejear
En lo que a motorización se refiere, el concepto es muy sencillo. Hablamos de un motor de tres cilindros y doce voltios, que desarrolla una potencia de 65 CV. Todo ello acompañado de una caja de cambios de seis velocidades y freno de mano eléctrico.
Es un vehículo que tiene muy claro su objetivo, y que no es otro que el de ser un vehículo urbano, de fácil manejo, e ideal para callejear. Como se suele decir, es el vehículo perfecto para ser el segundo coche de casa para hacer los quehaceres diarios, esos que dicen que hacen la mayor parte de los conductores, y que no suelen superar los cincuenta kilómetros.

Fiat 500: L’Italia, che piacere / Fiat
Igual de reconocible que siempre
Estéticamente los cambios son inexistentes, mientras que en su interior se incluye un botón de encendido y pantalla a color de 10.25 pulgadas.
En esta nueva generación, Fiat presenta tres carrocerías. Tres puertas, que se denomina hatchback, cabrio y, en breve, la 3+1. Esta última novedad ya que es la versión tres puertas, a la que se añade una puerta trasera, pero solo de la parte derecha.
La versión de entrada es la que se denomina POP, una celebración de la simplicidad y el encanto. El salto siguiente es la ICON, una versión más tecnológica y al que se le pueden añadir dos packs opcionales, Style y Confort, que cuentan con un gran equipamiento. El siguiente salto es a la versión TORINO, un canto a la sofisticación y elegancia de la cuna de Fiat y que para la marca va a ser el acabado de referencia. En lo más alto de la gama se encuentra LA PRIMA, el acabado insignia que combina el inconfundible encanto del 500 con las características más exclusivas y los acabados de primera calidad.

Fiat 500: L’Italia, che piacere / Fiat
Al volante del Fiat 500
La prueba de conducción se desarrolló a lo largo de las carreteras de la ciudad de Turín, un escenario perfecto para una prueba urbana con sus peculiares características. No cabe duda de que es perfecto para un tráfico intenso y calles reviradas en donde el radio de giro juega un papel muy importante. Al rodar en ciudad, la sexta marcha es muy difícil de utilizar, ya que habitualmente utilizamos marchas más cortas.
Una de sus múltiples ventajas es la de contar con la etiqueta ECO, tan necesaria en las ciudad que cuentan con zonas de bajas emisiones. Los asientos son cómodos para el uso diario, aunque evidentemente el espacio es contenido.
Cuando salimos a carretera la situación cambia bastante. No nos podemos olvidar que estamos a los mandos de un 65 CV, y con las potencias de los vehículos que se comercializan hoy en día pues se queda bastante corto.
Pero como os decía, es un coche hecho por y para la ciudad, pequeño, manejable y sin pretensiones. Si queremos algo más, debemos irnos al primer coche de casa.











