Si el equipo no disfrutara del liderato, el Barça sería una hoguera. Pero no hay mejor extintor que el primer puesto de la tabla para apagar los fuegos cotidianos que se encienden en el Camp Nou. Gracias, asimismo, al manguerazo que echó el Girona sobre el Madrid. Una victoria sobre el Atlético (correspondiente a la 19ª jornada, adelantada para los participantes de la Supercopa) sofocaría los rescoldos humeantes con el lío de las entradas. Hasta que saltara la próxima chispa…
Recibe el Barça al Atlético, al que no pudo ganar en Montjuïc el año pasado (1-2 en la Liga y 4-4 en la Copa) y al que destruyó en el Metropolitano (2-4 y 0-1, respectivamente) con la asignatura de sumar un triunfo meritorio en este curso. Cayó ante el Paris Saint Germain (1-2), el Madrid (2-1) y el Chelsea (3-0). También perdió con el Sevilla (4-1). «Es un buen momento para ganar a un grande», admitió Hansi Flick, el mejor bombero de la entidad, que atajó las crisis que abrían esta semana.
Ronald Araujo derriba a Marc Cucurella en la falta que motivó su expulsión al ver la segunda amarilla. / NEIL HALL / EFE
Ningún virus
Una le vinculaba a él. La otra, a Ronald Araujo. El club difundió que el defensa sufría un virus estomacal para justificar que no se entrenara ni fuera convocado ante el Alavés. El malestar del defensa, al parecer, no era tanto intestinal como psicológico por lo afectado que quedó en Stamford Bridge, al ser expulsado por ver dos tarjetas amarillas en 12 minutos.
A ningún virus aludió Flick ayer ante la nueva ausencia de Araujo en el césped y de la lista para enfrentarse al Atlético. «Es un tema privado y sólo pido respeto. Es lo que puedo decir y quiero decir», dijo el técnico, mientras los agentes del futbolista, Edoardo Crjnar y Edoardo Mazzolari, accedían a la ciudad deportiva para reunirse con Deco, según informó Sport.

Ter Stegen y Joan Garcia, en la sesión de este lunes. / Dani Barbeito / SPO
Araujo, al parecer, ha pedido unos días de descanso para reponerse. Su fortaleza se ha resquebrajado desde que no es un hombre importante en el equipo. El año pasado se perdió media temporada; en la actual, pese a la marcha de Iñigo Martínez no se ha adueñado de uno de los puestos de central y ha disputado la mitad de los minutos. No obstante, ha marcado dos goles: al Oviedo y el decisivo de la victoria sobre el Girona (2-1) ejerciendo de delantero centro.
En paralelo al misterio con Araujo, se ha cerrado el de Frenkie de Jong -no jugó por un motivo personal pero ayer estaba de vuelta- y el de las teorías sobre las imágenes de Hansi Flick al final del partido ante el Alavés, solo y apesadumbrado, aparentemente consolado por Raphinha. La matinal contó con la reaparición pública de Ter Stegen trabajando con Joan Garcia y Szczesny.

Balde, Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha, en la sesión de este lunes. / Dani Barbeito / SPO
«Tenemos capacidad y calidad para incrementar nuestro nivel de juego, que no es el mejor que podemos alcanzar, y eso es lo que quiero ver»
El amigo Sorg
Flick consideraba divertidas las elucubraciones que se han efectuado, y quiso explicar el origen de su estado anímico. Radicó en el mal final de partido y los apuros que pasó el equipo para aguantar el resultado. Hubo dos tarjetas rojas: las de José Ramón de la Fuente, el preparador de porteros, y la de Marcus Sorg, «mi amigo y la persona más importante que tengo aquí en este trabajo, forma parte de mi familia», subrayó Flick.
«Hablamos de lo que tenía en la cabeza en ese momento; dentro [en el vestuario] diría algo más, pero preferí quedarme fuera [en el campo], tomar aire y no discutir con él», comentó Flick, que se vio desbordado por la visceralidad de sus ayudantes y la severa actitud del cuarto árbitro. Por si quedaban dudas, el técnico aseguró que era «feliz en Barcelona» y que se sentía fuerte para afrontar «lo que depare la temporada». Una temporada que preveía más dificultosa «porque todo el mundo quiere batir al campeón».
La génesis, sin embargo, había sido el mal juego de los suyos. «Tenemos capacidad y calidad para incrementar nuestro nivel de juego, que no es el mejor que podemos alcanzar, y eso es lo que quiero ver», dijo. Esta noche ante el Atlético, «uno de los mejores equipos de Europa», que ha encarrilado .
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