«Los socialistas siempre estamos en Alicante«, dijo, a modo de reafirmación propia, el secretario de Organización del PSPV, Vicent Mascarell, en la bienvenida al Comité Nacional de los socialistas que se celebró este sábado en el ADDA. Era, según subrayaron, la primera vez que el máximo órgano del PSPV entre congresos se reunía en la capital alicantina.
Y no fue nada casual. Así se vio. Lo puso negro sobre blanco el presidente del Comité, Roger Cerdà, que se encargó de verbalizar, leyendo un discurso escrito, un comentario muy habitual en el Cap i Casal: que el presidente saliente de la Generalitat, Carlos Mazón, es alicantino de nacimiento, al igual que su sucesor, Juanfran Pérez Llorca, natural de Finestrat.
No parece el mejor mensaje, el de la culpabilidad más o menos soterrada a un territorio, si lo que ambicionan los socialistas es mejorar su resultado electoral en Alicante, una provincia clave para llegar al Palau y en la que el «gap» con el PP fue superior en la última cita electoral, la de mayo de 2023. Resultaría igual de incomprensible que aquellos nacidos en la desembocadura del Turia tuvieran que cargar con la culpa de compartir tierra de nacimiento, por ejemplo, con el socialista José Luis Ábalos, por seguir con la actualidad.
Diana Morant, y los suyos, deberían estar hace tiempo a otras cosas. Para empezar en construir un proyecto político para intentar ser la mejor alternativa a un PP herido por la gestión de la dana. Este sábado, en el Comité, se evidenció un cambio relevante: los socialistas han pasado del «Volem votar» al «Ho tornarem a arreglar«, asumiendo que la cita con las urnas que tanto ansiaban en la Comunidad tendrá que esperar tras la investidura de Pérez Llorca como presidente de la Generalitat.
Tras asumir que no habrá elecciones, el PSPV piensa en 2027 con mucho por hacer, sobre todo en la provincia
Con el foco resituado en 2027, la también ministra anunció una ronda de encuentros con la sociedad para abordar grandes cuestiones, como la dificultad para acceder a la vivienda o la defensa de los servicios públicos. Lo hace ahora, casi dos años después de acceder al liderazgo del PSPV y tras un año centrada en exclusiva en exigir la dimisión de Mazón.
Y lo hace, según asegura ella e insiste su entorno, con la idea de centrar esfuerzos, ahora sí, en Alicante, una tierra que hasta el momento ha pisado principalmente para visitar Elda, donde gobierna su principal aliado en la zona, Rubén Alfaro, y para conocer de primera mano los avances de la empresa aeroespacial de Elche, en calidad de ministra.
Tras dos años en el cargo a nivel orgánico, todo son incógnitas sobre su proyecto, y aún más en la provincia de Alicante.
PD: Ni queriendo, Morant habría podido aprovechar su estancia en Alicante para conocer las inscripciones de «lugar de la memoria». No están visibles pese al acto del Gobierno central de la pasada semana, con las placas de quita y pon. Para que la situación siga encallada se da la combinación perfecta: el evidente freno del PP de Barcala, que gobierna de facto con Vox, y la desgana manifiesta del Ministerio de Memoria Democrática, del que no se conoce excusa alguna.
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