“Cada paso cuenta, es decir, no tienes que llegar a los 10.000 pasos para empezar a obtener beneficios de caminar”

La famosa meta de los 10.000 pasos diarios se ha consolidado como un mantra para medir la actividad física, pero la ciencia ha demostrado que no es necesario alcanzar esa cifra para obtener beneficios significativos para la salud. De hecho, cada paso cuenta. Así lo explica el epidemiólogo Borja del Pozo Cruz, investigador senior en la Universidad Europea de Madrid y participante en un macroestudio que desmonta este mito.

El origen de los 10.000 pasos: una campaña de marketing

Contrario a la creencia popular, el objetivo de los 10.000 pasos no nació de una recomendación médica, sino de una campaña de marketing en Japón. «Esto viene de una campaña de marketing, un poquito antigua ya, de las olimpiadas de Tokio en 1964«, señala del Pozo. Un empresario que quería vender podómetros observó que la población japonesa caminaba una media de 3.000 a 4.000 pasos y tuvo la «idea genial» de redondear la cifra a 10.000 para incentivar la compra de su dispositivo. El eslogan funcionó y, como dice el experto, «ha calado como un mantra hasta el día de hoy».

La ciencia habla: ¿cuántos pasos son suficientes?

La investigación científica actual ofrece una perspectiva más alentadora y realista. Borja del Pozo participó en un macroestudio basado en datos del Biobanco del Reino Unido que siguió a más de 33.000 adultos durante ocho años. Los resultados, publicados en la revista Annals of Internal Medicine, revelan que no hay que esperar a los 10.000 pasos para empezar a cuidar el cuerpo. «Realmente, cada paso cuenta«, afirma el investigador.

No tienes que llegar a los 10.000 pasos para empezar a a obtener esos beneficios de caminar»

Borja del Pozo Cruz

Epidemiólogo

El estudio demuestra que los beneficios para la salud cardiovascular y la prevención de enfermedades comienzan mucho antes. «No tienes que llegar a los 10.000 pasos para empezar a obtener esos beneficios de caminar», insiste del Pozo. Según sus hallazgos, con unos 6.000 pasos diarios ya se empieza a «reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, incluso algunos tipos de cáncer y demencia«. Se trata de una cantidad, en su opinión, «bastante asequible para toda la población».

Claves para personas sedentarias: romper el ciclo

Para el perfil de una persona que trabaja muchas horas sentada frente a un ordenador, el experto subraya la importancia de romper con el sedentarismo a lo largo del día. «Lo importante en ese perfil, que efectivamente es el de muchos, es intentar romper esa parte de sedentarismo«, explica. Levantarse y dar un paseo, «aunque sea de 2, 3 o 4 minutos», ya sirve para reactivar el cuerpo y romper el ciclo negativo de estar sentado.

Caminar en mayúsculas | 09 SEP 2024 |

Caminar en mayúsculas | 09 SEP 2024 |

Más allá de estas pausas activas, el epidemiólogo recomienda buscar huecos para caminar de forma más continuada, al menos durante 15 o 20 minutos. El objetivo final sería alcanzar una cifra mucho más asumible que la tradicional. «Yo diría que como mínimo, mínimo, mínimo, deberíamos llegar a entre 4.000 y 7.000 pasos diarios«, concluye. Esta meta se presenta como un escudo de protección para la salud mucho más realista para la mayoría de personas con vidas ajetreadas.

Finalmente, del Pozo recuerda que la intensidad de la actividad física también cuenta. «Si puedes ir a correr 30 minutos, obviamente vas a tener beneficios mayores que caminando 30 minutos», aclara. Sin embargo, insiste en que si no es posible correr, «caminar 30 minutos» sigue aportando «beneficios bastante amplios», consolidando la idea de que cualquier movimiento es mejor que ninguno.

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