El Debate cuenta que el episodio militar de 1719 en Eilean Donan figura en un informe del Almirantazgo británico publicado en los archivos del The National Archives, donde se describe la captura de “una guarnición española bien pertrechada para su tamaño”. La entrada confirma la llegada clandestina de pólvora, víveres y proyectiles desembarcados por infantería de marina procedente de España.
La isla, asentada en la confluencia de los lagos Alsh, Long y Duich, ya era un punto fortificado de alto valor táctico para el clan Mackenzie. Su reducida superficie y el istmo mareal lo convertían en un bastión natural. En 1719, la causa jacobita pretendía aprovecharlo como base de operaciones, respaldada por una fuerza española enviada en apoyo del conde de Seaforth.
¿Por qué España eligió Eilean Donan para su desembarco?
Un enclave fácil de defender y difícil de detectar
| Parámetro | Valor |
|---|---|
| Pólvora almacenada | 343 barriles registrados por la Royal Navy tras el asalto |
Según un informe indirecto citado por el Congressional Research Service en 2019, los enclaves de marea —como Eilean Donan— ofrecían una “ventana logística breve, pero segura”, ideal para operaciones discretas. La guarnición española, una cincuentena de hombres del Regimiento de La Coruña, quedó al mando del coronel Nicolás Bolaños mientras el grueso jacobita marchaba hacia Inverness.
Una resistencia limitada por la artillería británica
- El HMS Worcester, HMS Enterprise y HMS Flamborough sumaban más de 100 cañones combinados.
El asedio de 1719 y la caída del castillo
Los diarios navales del capitán Chester Boyle, citados por un estudio de la Royal Navy Warfare Branch (2021), describen cómo la flota británica ofreció parlamentarios bajo bandera blanca antes de iniciar el bombardeo. La negativa española resultó en un cañoneo ininterrumpido desde el amanecer del 11 de mayo hasta entrada la noche.
La defensa española, prácticamente sin piezas de artillería útiles, solo pudo retrasar el asalto. Al alba, las tropas británicas tomaron las ruinas. Capturaron a un teniente, un sargento y 39 soldados españoles. La mayoría fueron enviados al castillo de Edimburgo. Entre los restos del depósito aparecieron municiones para fusil, barriles intactos y efectos personales de voluntarios escoceses e irlandeses que, según los mandos británicos, fueron ejecutados como rebeldes.
La memoria del castillo y el rastro español
El castillo quedó en ruinas hasta su restauración en 1919, cuando el coronel John MacRae-Gilstrap reconstruyó la fortaleza que hoy domina las postales de Escocia. Visitantes posteriores relataron ruidos de pasos en las murallas, atribuidos al espectro de un soldado español caído durante el bombardeo. Más allá de la leyenda, la implicación del Regimiento de La Coruña en las Highlands escocesas constituye un ejemplo singular de la proyección militar española en apoyo de la causa jacobita y un caso de estudio para los analistas de operaciones anfibias históricas.









