Una familia decidió mudarse a una zona rural, poco poblada, para construir la casa de sus sueños, donde montó una vivienda aislada de las redes de suministro generales. Se basaron en el autoabastecimiento, también en lo energético. Incluso crearon un pozo con agua para abastecer necesidades, un huerto, animales, etc.
Esta familia italiana, formada por Nathan Trevallion, un ex chef profesional británico de 51 años, y Catherine Birmingham, una entrenadora de 45 años, junto a sus tres hijos menores de edad. La pareja se mudó a una casa situada en el bosque italiano de Abruzzo, con caballos, burros y gallinas y un sistema de autoabastecimiento de electricidad y agua.
Pasaban desapercibidos, pero su situación de vida salió a la luz en septiembre de 2024, después de que los cinco fueron hospitalizados por envenenamiento después de comer hongos silvestres del bosque.
Imagen de una casa en el árbol
Tras recuperarse, los funcionarios de servicios sociales y la policía les visitaron, porque supuestamente los niños no recibían atención médica regular ni estaban escolarizados. Un tribunal ordenó que los niños fueran retirados de la tutela de sus padres y llevados a hogares de acogida, de modo, que los padres quedaron con acceso limitado a sus hijos.
Los medios de comunicación italianos han bautizado el caso como el ‘Bimbi nel Bosco’, o los niños en el bosque, y decenas de familias han firmado una petición para que se les vuelva a reunir, pero el tribunal establece que «la unidad familiar vive en dificultades de vivienda, ya que el edificio no ha sido declarado habitable», cuenta.

Vista general del acto de toma de posesión como magistrados de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo del ex magistrado del Tribunal Constitucional
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Además, «los miembros de la familia Trevallion no tienen interacción social, ni ingresos fijos. El hogar no tiene instalaciones sanitarias y los niños no asisten a la escuela«, afirma. El abogado de la familia afirma que la familia calienta la casa con chimeneas y utilizan paneles solares para producir su propia luz.
Como optaron por no utilizar agua corriente para evitar los microplásticos, extraen agua potable de un pozo en la propiedad y el inodoro, es de compostaje al aire libre. Hasta la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su adjunto, Matteo Salvini, han criticado la decisión judicial señalando que la expulsión de los niños «era alarmante».













