Moreno entierra a ‘Juanma’ y usa el choque contra Sánchez y Cataluña para silenciar su gestión

Prácticamente estamos en año electoral. Si todo va como el presidente andaluz lleva anunciando desde el pasado septiembre, las elecciones serán en la primavera de 2026, pero el Parlamento se disolverá, a mucho tardar, en marzo. Enero es inhábil. Por lo tanto, Moreno Bonilla es consciente de que le quedan ‘pocas‘ oportunidades en el Parlamento andaluz hasta la próxima convocatoria, donde se juega su mayoría absoluta: las encuestas son clarividentes y evidencian un auge -generalizado por el Estado- del partido de Abascal que pondría en riesgo esa ‘inmunidad’ parlamentaria y política de la que gozan los populares andaluces: su mayoría absoluta. Esto, sumado a los escándalos que en este último cuatrimestre están salpicando de lleno al Partido Popular andaluz: judicialización de los contratos de emergencia, cribados de cáncer de mama o el caso Mascarillas en la Diputación de Almería.

No obstante, a Moreno Bonilla, lógico, no le gusta hablar sobre estos temas y, cuando la oposición lo saca a colación: «No ha mencionado Almería pero sí Cataluña», denunciaban los socialistas después del discurso del presidente, este sermonea a la oposición. Con una actitud paternalista, Moreno dispensa a los grupos parlamentarios la capacidad -o no- para juzgar su gestión, bajo el manto del «sosiego» y de la «moderación», claro, pero con una displicencia ante la crítica del que se sabe -o cree- superior al resto, lejos de una figura presidencial y de la «autocrítica» que le han exigido los portavoces de la oposición.

Moreno ha hecho una defensa férrea de lo que el Gobierno ha hecho y deshecho en estos últimos seis años, con especial hincapié desde su llegada con la absoluta y ha anunciado hasta 30 nuevas medidas, a las que ha pedido a la oposición que se sumen. Esa famosa «mano tendida» que también tienden hacia Amama, aunque la realidad se abra paso a través de los gritos de Anabel en el Parlamento en la noche de ayer, cuando le gritó a Moreno, entre lágrimas y desconsolada, aquello de: «Juanma, yo te voté y me has arruinado la vida». Un grito, una imagen y un vídeo que marcará, sin lugar a dudas, la legislatura de mayoría absoluta de Moreno Bonilla al frente de la Junta de Andalucía.

Todos los gerentes del SAS que ha nombrado están hoy imputados

En esa línea de mano «tendida» el PSOE-A no ha querido entrar al juego, reprochando al dirigente andaluz que cómo prentende que la oposición proponga si, tan solo a los socialistas, el PP ha rechazado «más de 100» medidas en el Parlamento. Un argumento similar al esbozado por Por Andalucía y Adelante Andalucía, que han criticado el «rodillo» de la mayoría absoluta del PP. Esas nuevas 30 medidas se suman al calendario exprés que los populares están agilizando en el Parlamento, de ahí el motivo por el que esta semana sus señorías han tenido que emplazarse a la Cámara durante tres días consecutivos, porque el PP está agilizando y depurando la tramitación para irse con los ‘deberes hechos’ a la convocatoria electoral.

El presidente andaluz también ha hablado -y mucho- de dos de sus temas favoritos a lo largo de la legislatura: Cataluña y Pedro Sánchez. Así, el presidente ha hecho un «llamamiento«, ha «alzado la voz«, «contra los privilegios de unos frente a otros», en ese ‘verdiblanquismo‘ que el presidente andaluz exhibe para confrontar con las políticas del Gobierno central. Unas críticas que han servido para que la portavoz socialista, María Márquez, recuerde a Moreno que en el Congreso de los Diputados, PP y Vox se han «aliado» con el independentismo catalán para «rechazar que lleguen 700 millones de euros a Andalucía» a través de la sende del déficit.

Asimismo, la portavoz socialista no ha dejado pasar la ocasión para recordarle a Moreno el «desprecio» del Gobierno andaluz hacia la asociación Amama, recordándole el grito de Anabel: «¿Dónde está el diálogo y la moderación?» le dirigía Márquez, para acusar al Gobierno popular de «amenazar, perseguir y desacreditar» a las integrantes de Amama y a someterlas a «violencia institucional» desde la Junta de Andalucía. 

Frente al perfil ‘electoralista‘ del presidente andaluz, la líder de la oposición ha exhibido un perfil combativo, que no ha gustado nada al presidente andaluz. Tanto, que incluso se lo ha recriminado, ante la sorpresa de los socialistas.

Portavoz del PSOE-A, María Márquez / EP

Aún así, Márquez no quiso desaprovechar la oportunidad para criticar los dos puntos en la gestión de Moreno Bonilla que más le afectan. Y se nota. En primer lugar, y más reciente, el caso Mascarillas, por el que feuron detenidos el expresidente y exvicepresidente de la Diputación de Almería, Javier Aureliano García y Fernando Giménez, respectivamente, por presuntas mordidas millonarias en contratos. El juez que investiga la causa ve «indicios racionales» de que Aureliano sea el cabecilla de esta trama de decenas de ramificaciones y que ha puesto el PP almeriense ‘patas arriba’.

El presidente andaluz esgrime que «actuó en cinco minutos». Sin embargo, el propio Moreno reconoció, tan solo un día después de saltar el escándalo, que «no le cogían el teléfono» en la Diputación. Además, Márquez le ha recordado que los socialistas llevan denunciando este hecho desde 2021, «cuando fue detenido el primer dirigente». «Tampoco actuó en mayo», ha continuado Márquez, recordándole el informe de la UCO en el que se informaba sobre el grupo de Whatsapp, ‘Naranjito’, en el que se repartían presuntamente el dinero los implicados: «Privatización, mentiras y corrupción«, ha agregado.

En otro orden, la sanidad ha vuelto a ser protagonista porque mientras el Gobierno y Moreno presumen de inversión, los andaluces y andaluzas sufren las consecuencias. Parece descabellado, pero no hace falta más que mirar el Centra para detectar que el trasvase entre los anuncios del presidente y la realidad de los andaluces no es efectivo. Además, tal y como ha señalado Márquez, el Gobierno andaluz está actualmente salpicado por la investigación en los juzgados por los contratos de emergencias: «Todos los gerentes del SAS que ha nombrado están hoy imputados, la Fiscalía Anticorrupción ha citado a su consejera, van a sentar a una consejera de su gobierno en el banquillo», relataba Márquez, para denunciar que esta situación no solo es «inédita» sino «dañina para la confianza institucional».

«Todas las declaraciones terminan señalándolo a usted. Nadie sabe responder por qué se quitaron los controles para contratar a dedo en sanidad. Decidió apagar las alarmas, que en este caso es el dinero de los andaluces» y, a partir de ahí, «millones de euros sin control a las clínicas privadas», sentenciaba.

«Desintegración del personaje Juanma Moreno»

La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, ha vuelto a señalar lo que ya reiteró en el debate general sobre sanidad, la «desintegración del personaje de Juanma Moreno», es construcción electoralista que el PP construyó de Moreno Bonilla en las últimas elecciones autonómicas, basado en la moderación y ‘andalucista’. pero que, en palabras de la dirigente de IU, la «realidad les ha ido torciendo» la construcción de este personaje. Rescatando las palabras de Nieto en el debate sanitario a este respecto, la dirigente de izquierdas espetó: «Ya no es Juanma Moreno, ahora es el señor Bonilla».

La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto / EP

La portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto / EP

Nieto ha criticado el «triunfalismo» que exhibe el presidente popular, citado anteriormente, desde cuya «atalaya» mira indiferente al resto de grupos parlamentarios, ante lo que la portavoz de Por Andalucía ha exclamado que está: «más cerca de morir en la playa que de surfear la ola como ha hecho años atrás«. Así, ha hecho un repaso de los hechos de Moreno Bonilla desde su llegada a la Junta de Andalucía, aupado por Vox, y siendo el primer gobierno en pactar con la extrema derecha.

Luego «llegó la pandemia» que «dio cobertura» a Moreno «para empezar a tomar decisiones disparatadas, irregulares y ya veremos si ilegales«. La justicia «tumbó» a la Junta «3.400 contrataciones ‘exprés’ de personas que conseguían el puesto en función de lo rápido que llegaba su solicitud«, y «aún hoy se investiga en los juzgados los contratos que adjudicaron escudándose en la pandemia, y los que hicieron a trocitos para favorecer a grandes compañías farmacéuticas«, ha advertido Inma Nieto.

Sobre el cinismo de esa ‘vía andaluza’, la portavoz de Por Andalucía, ha asegurado que «todo» lo que el presidente de la Junta tiene en su «mano» de «hacer por Andalucía está en suspenso«, porque Moreno «se dedica a ayudar a su partido a mantener la crispación y el ruido«, y «lo de la ‘vía andaluza'» de la que presume el presidente «es un ejemplo de cinismo político«.

En esa línea, ha acusado al presidente de dedicarse a difundir «bulos» y «salir a la ofensiva cuando no tiene argumentos, desde una posición de debilidad, porque Juanma Moreno ya no está aquí para salvarle». Por últmo, Nieto ha denunciado la «privatización de todos los servicios» públicos en Andalucía de la mano del Gobierno del PP, resaltando que, «por primera vez», la Junta de Andalucía va a gastar «más de 1.000 millones de euros en la educación concertada, y más de un millón de andaluces van a ser diagnosticados en hospitales concertados».

No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo

El portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, ha comenzado su intervención con una cita del presidente estadounidense Abraham Lincoln: «Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo; puedes engañar a algunos todo el tiempo; pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». De esta manera, el andalucista hacía referencia a la actitud que Moreno Bonilla está adoptando respecto a cada «escándalo» que asalta el fortín de su Gobierno (caso Mascarillas, cribados, SAS, listas de espera…) «no sabía nada de lo malo, pero de lo bueno, el primero», explicaba García.

Portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García / EP

Portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García / EP

«Usted no sabía nada de corrupción, de los problemas de la sanidad, de la educación», ha afirmado el portavoz de Adelante, que ha centrado buena parte de su discurso en criticar los múltiples escándalos por corruptelas que rodean la sombra de Moreno mientras este insiste en no saber nada. Sin embargo, ha recordado cuando sí supo algo, y en este caso se refirió al escándalo de cáncer de mama. Tirando de ironía, García le ha recordado cuando Moreno explicó que «no se avisaban a las mujeres para no generarles ansiedad», cuando el protocolo dictaba justamente un «análisis rápido para no generar ansiedad en la paciente». Desde luego, espetó el andalucista, «a veces es mejor si no sabe nada».

Asimismo, García ha recalcado que durante la pandemia se gestaron los dos grandes casos de corrupción que asolan actualmente al Gobierno andaluz, los contratos de emergencias por el que los tres últimos gerentes del SAS están siendo investigados y el caso Mascarillas de la Diputación. Donde, además, ha querido destacar que una semana antes de que saltara el escándalo, pese a que desde 2021 ya se lleva denunciando estos hechos, Moreno Bonilla nombró en la Ejecutiva Regional del PP al «jefe de la mafia», esto es, a Aureliano García, expresidente de la Diputación almeriense, dentro de la dirección.

«Mientras los andaluces estaban muertos de miedo, con gente perdiendo la vida, los sanitarios dejándose lo mejor de sí mismos, altos cargos del PP se estaban forrando». Para ejemplificarlo, ha relatado una conversación que aparecía en el grupo ‘Naranjito’ de Whatsapp el 20 de marzo de 2020, cuando en España se contabilizaban 7.340 fallecidos, 236 andaluces, con ese «tu polla no para de maquinar», para recordar que de un contrato de dos millones de euros, «un 46% fue a los bolsillos de los dirigentes del PP en comisiones ilegales», para precisar que esa conclusión es de un auto de un juez.

 

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