Valeria Vegas presenta ‘Tan flamencas’, un libro que reúne a 27 folclóricas del siglo XX con la intención de devolverles el lugar que merecen en la memoria cultural española. La autora repasa en esta conversación con YOTELE el proceso de selección, las historias más sorprendentes que ha rescatado de su hemeroteca y la importancia de reivindicar a artistas que, durante décadas, alegraron hogares enteros mientras quedaban invisibilizadas por el paso del tiempo. Además, repasa su carrera televisiva, sus expectativas de participar en realities y su próximo proyecto audiovisual.
YOTELE. ‘Tan flamencas’ reúne a 27 grandes folclóricas. ¿En qué momento decides hacer un libro sobre ellas y qué te ha movido a hacerlo?
VALERIA VEGAS. Pues mira, yo tenía la sensación de que ya había hecho algún libro sobre folclóricas… y no. Lo que pasa es que hablo mucho de ellas, me gustan mucho y las reivindico mucho. Ha coincidido que, cuando murió Carmen Sevilla, por ejemplo, me pidieron un obituario en El País; en Vanity Fair también he escrito alguna vez, por el señor Carmen Flores…
Tenía esa sensación de que siempre estaban ahí, pero nunca les había dedicado un libro. Y me apetecía hacer uno que reivindicara a las que están un poquito más olvidadas. Obviamente, si haces un libro de folclóricas, tienen que estar Rocío, Lola, María Jiménez, Carmen Sevilla… pero también quería hacer “el libro que no existía”: donde tuvieran cabida Rosa Morena, Lolita Sevilla, Encarnita Polo, Estrellita Castro, Amina, Mikaela. Algunas que han ido quedando atrás, porque siempre hay un top five que se come al resto. La editorial lo vio bien y tiramos para adelante.
YOTELE. ¿Cómo fue el proceso de selección para llegar a ese número de 27?
VALERIA VEGAS. Para mí lo fundamental era que, dentro de las folclóricas del siglo XX, todas hubieran tenido algún tipo de repercusión: que las pudieras asociar a canciones, películas, momentos importantes. Y todas cumplen ese parámetro. Marifé de Triana fue una grande. Carmen Flores, aunque a la sombra de Lola, siempre ha tenido su nombre propio. Dolores Vargas, La Terremoto, con su Achilipú… Quería que hubieran dejado huella, más allá de que el tiempo las haya tratado injustamente. Me habría encantado redondearlo a 30 —una tontería mental, ya sabes—, pero salieron 27 muy justificadas. El recorrido llega hasta figuras como Remedios Amaya, Martirio o María del Monte, que serían las últimas del siglo XX.
YOTELE. ¿Y después de terminar el libro hubo alguien que dijeras: “Tenía que haberla incluido”?
VALERIA VEGAS. Pues fíjate que no. Le di muchísimas vueltas. Más bien eliminé alguna. Por ejemplo, La Camboria. A mí me encantaba, pero para mucha gente no es muy conocida. Y pensé: voy a escribir de ella y quizá me quede página y media, porque tuvo una carrera más corta, se retiró antes… y eso quedaría deslucido comparado con las demás. No quise guiarme solo por gustos personales. Así que la metí en un capítulo colectivo hacia el final, donde incluyo a Diana Navarro, Pastora Soler, Falete, María Peláez o Charo Reina. Otro capítulo reúne a las más efímeras o fugaces. Son formas de englobar a las que se quedaron fuera de las biografías individuales.
YOTELE. ¿Cómo encuentras el equilibrio para contar vidas tan distintas?
VALERIA VEGAS. Para mí el equilibrio era una cabezonería: contar lo que ya se sabe —fechas, datos, discos— porque es la parte oficial, pero añadir cosas que no están en Internet. Si no, sería casi una Wikipedia y eso sería hacer trampa. Quería hacer un libro que sirviera a redactores de televisión o gente que disfruta de la documentación. Que encontraran datos curiosos que no aparecen en ningún lado. He tirado muchísimo de mi propia hemeroteca de años. Ahí aparecen cosas como cuando Concha Piquer quiso compararse con Raquel Welch, cuando Carmen Flores dijo que había visto un extraterrestre, cuando Rosa Morena inauguró el primer Burger King de España… Para mí el libro es como un álbum de cromos: puedes leerlo en orden, pero también saltar al capítulo 15, luego al 7, luego al 25. Cada mini-biografía es consistente e independiente.
YOTELE. Para quien no conozca mucho este universo, ¿qué tres capítulos recomendarías para engancharse?
VALERIA VEGAS. Yo recomendaría empezar por el QR del final del libro, con todas las canciones seleccionadas. Es una forma de “escuchar” el libro. Pero si hablamos de vidas potentes, diría María Jiménez, Las Grecas o Imperio Argentina. Y también Encarnita Polo: su vida es interesantísima. El folclore puede gustarte más o menos, pero detrás hay señoras que perdieron hijos, que fueron amantes y no esposas oficiales, que tuvieron finales trágicos. Son vidas muy intensas, y eso engancha incluso si no eres fan de la copla.
YOTELE. En tu trayectoria sueles reivindicar figuras olvidadas o marginales. ¿Lo haces conscientemente o surge de forma natural?
VALERIA VEGAS. Surge de forma natural porque me gusta de verdad. No soy fan de las 27, pero sí de muchas. Tengo discos, conozco sus canciones, ya iba “adelantada”. Es verdad que, cuando lo ves en conjunto, te das cuenta de que reivindico a Nadiuska, a Sara Montiel, a La Veneno en mis proyectos… pero no es algo militante tipo Juana de Arco. Coincide que me gustan y que han estado olvidadas. Ojalá las hubiera reivindicado otro antes y yo comprara ese libro como fan.
YOTELE. ¿Qué te gustaría que se llevara el lector al terminar ‘Tan flamencas’?
VALERIA VEGAS. Me gustaría que se quedara con la idea de que estas mujeres fueron grandes currantas. Muchas veces fueron denostadas: por su música, por la época, por la asociación al franquismo… aunque luego muchas se empaparon de la transición y fueron adelantadas a su tiempo, como Rocío Jurado o María Jiménez. Cuando aquí no existían estrellas pop —no estaban ni Alaska, ni Ana Torroja, ni Marta Sánchez, ni Rosalía—, estaban estas señoras alegrando vidas a través de la radio y los vinilos. Son nuestras abuelas culturales.
YOTELE. Has trabajado en prensa, libros, documentales y televisión. ¿En qué formato te sientes más cómoda contando historias?
VALERIA VEGAS. Seguramente en un libro o en un artículo, porque te permite reflexionar, indagar… aunque eso tiene un lado malo: si no le pones freno, estás siempre reescribiendo. La televisión me gusta mucho porque soy muy telemaníaca desde pequeña. Me encanta su variedad: entretenimiento, información, diversión… Pero la tele te condiciona al tema del día. Es diferente escribir algo que nace de ti a tener que adaptarte a la actualidad.
YOTELE. ¿Cómo has compaginado la televisión con la escritura?
VALERIA VEGAS. Curiosamente, la tele se compagina bastante bien con casi todo. Quien se queja, no lo entiendo mucho. Yo me quejo porque trabajo muchos días, pero las jornadas no son tan largas: cuatro o cinco horas. Si tenía un programa por la tarde, escribía por la mañana; si era nocturno, escribía por la tarde. No son jornadas de ocho horas… salvo ‘MasterChef’.
YOTELE. ¿Cómo fue tu experiencia en ‘MasterChef Celebrity’?
VALERIA VEGAS. Intensa. Tenía que entregar el libro en una fecha y tuve que posponerlo por ‘MasterChef’ porque me absorbía completamente. Las jornadas eran de 12 o 13 horas: desde que te recogen hasta que vuelves a casa. Y para esas tres horas de programa, grabábamos tres días. Para mí ha sido muy duro, aunque también divertido. Lo alucinante es el despliegue técnico: una cantidad de cámaras y redactores que ni en el cine. Un equipo enorme, algo que ya casi no existe en televisión.
YOTELE. ¿Y en general fue una buena experiencia?
VALERIA VEGAS. Sí, claro. Me habría gustado durar más —estuve un mes, un tercio del programa—, pero también es un formato ideal si no tienes muchas obligaciones fuera. Yo tenía ‘Y ahora Sonsoles’, el programa ‘DCorazón’ los fines de semana, ‘Cine de barrio’… Tuve que dejar cosas. Le quité horas al sueño y encima pagaba clases particulares de cocina. Otros compañeros iban más relajados porque tenían menos carga detrás.
YOTELE. ¿Te animarías con un reality de convivencia como ‘GH VIP’ o ‘Supervivientes’?
VALERIA VEGAS. ‘Supervivientes’ me lo ofrecieron hace dos o tres años. Agradecí mucho que pensaran en mí, pero me parece durísimo. Si me han resultado duras las cocinas, no quiero imaginar convivir con gente con la que no te llevas, pasando hambre, sin poder lavarme el pelo bien… No puedo decir “de este agua no beberé”, pero no lo veo. Lo mejor sería ‘Gran hermano’: estar en una casa, en una cama, en pijama… tocándome el coño. Se me daría bien. Pero también me parece el reality más vago: no tiene mérito comparado con otros donde cocinas, cantas o sobrevives.
YOTELE. ¿Y te verías en ‘Tu cara me suena’?
VALERIA VEGAS. Fui invitada hace un año e hice de Martirio. Lo disfruté muchísimo: me volví a casa con la adrenalina por las nubes. Hay personajes muy difíciles, pero sí me daría morbo. Aunque no soy un portento cantando, también es verdad que el programa ha tenido gente que tampoco lo era. Consiste en adaptarte. Pero, en general, no tengo talento para ningún talent. Mi talento es escribir, documentar y hacer documentales.
YOTELE. ¿Tienes algún proyecto audiovisual en marcha, tipo ‘Super Sara’, el documental que preparaste sobre Sara Montiel en HBO?
VALERIA VEGAS. Tengo algo en mente para ver si el año que viene se materializa. También en torno a un personaje muy conocido, «made in Spain». A veces desarrollo proyectos que no salen. Otras veces te los proponen pero no encaja la plataforma, el personaje… Hay que esperar a la conjunción perfecta.
YOTELE. ¿Y próximos proyectos en general?
VALERIA VEGAS. Seguro que me las ingeniaré para escribir otro libro, pero no a ritmo de uno por año. Soy vaga para eso. Pasarán dos años. Y me gustaría que el año que viene hubiese algo visual, alguna docuserie. No puedo decir más porque no hay nada firmado, pero algo hay por ahí volando.













