El restaurante El Ventorro, donde Carlos Mazón pasó con la periodista Maribel Vilaplana la tarde del 29 de octubre mientras una dana golpeaba Valencia y dejaba 229 muertos a su paso, ha multiplicado su éxito desde entonces.
La casa de comidas, ubicada en pleno centro de la capital del Turia, ya era famosa entre los comensales de buen paladar, pero a raíz de acoger aquella tarde a la pareja formada por el entonces presidente de la Generalitat Valenciana y la comunicadora, disparó su popularidad. Ya es raro, de hecho, que alguien no sepa en toda España qué es El Ventorro, dónde está y quién comió allí aquel día.
Es más: la puerta del restaurante se ha convertido en una especie de souvenir en el que numerosos turistas y visitantes varios aprovechan sus paseos por València para tomarse una foto en el zaguán de El Ventorro a modo de recuerdo.
Puerta de El Ventorro, ubicado en la calle Bon Aire, en pleno centro de València. / Levante-EMV
La carta de El Ventorro
Pero, ¿qué se come allí para que atraiga a comensales de tan alto nivel? La carta de El Ventorro ofrece una cocina tradicional con materias primas de primera calidad, aunque en realidad, según especifica el propio restaurante, en El Ventorro «no seguimos una carta estándar. Cada día cocinamos ingredientes frescos y de temporada para nuestra oferta diaria». Es decir, no existe una carta, sino que el propietario, Alfredo, «hace de maître» y explica a los clientes cuál es la oferta del día.
Según algunos usuarios de Tripadvisor, esto es un inconveniente debido a la incomodidad e incertidumbre que les genera. «Pedimos carta y nos dijeron que no daban, directamente decía en voz alta rápidamente algunos platos y tu tienes que elegir casi sin pensar», explica una usuaria.
Otros, sin embargo, creen que «lo mejor es que te dejes aconsejar por el dueño», ya que todas sus recomendaciones son buenas. «Es lo que él pediría», cuentan. Además, destacan «la variedad de la carta, tanto en carnes como en pescados, quesos y vinos».
Desde luego, si algo destacan los clientes son sus platos de cuchara, lo mismo que hacen desde el local, donde subrayan la «fabada, garbanzos o alubias… sin olvidar nuestros pescados de playa o excelentes carnes».
También coinciden en muchas ocasiones las recomendaciones de los comensales con la propuesta gastronómica de El Ventorro, que aconseja probar entrantes como sus «salmonetes en delicada fritura», sus «sepionets fresquísimos», sus «habitas con foie» o sus «vieiras exquisitas», mientras que como platos principales apuntan una vez más a sus «platos de cuchara: fabada, garbanzos con careta, alubias verdinas con conejo y perdiz… sin olvidar nuestros pescados de playa o excelentes carnes».

Garbanzos con careta, una de las recomendaciones de los platos de cuchara de El Ventorro. / El Ventorro
La bodega es también parte importante de la mesa de El Ventorro, que ofrece una «cuidada selección de vinos» que «maridan a la perfección» con sus platos. Se trata de «vinos únicos, de muy diferentes regiones y países, vinos raros…»
El objetivo último es «el disfrute» y el «descubrimiento de nuevos sabores procedentes de muy diversos lugares» por parte de sus comensales.
Las opiniones sobre el restaurante
El precio y la ausencia de carta en El Ventorro es uno de los inconvenientes que repiten quienes no acaban de estar del todo satisfechos. Así al menos se desprende de las reseñas del restaurante en Google o en plataformas de opiniones como Tripadvisor, donde unos pocos hacen referencia a la duda que les genera el hecho de no saber cuál es el coste de lo que están pidiendo. «El único problema es que no hay un menú fuera del restaurante -dice un cliente-, y la gente no es capaz de conocer lo que ofrecen y lo que cuesta antes de entrar».
Un comensal considera que «el precio es bastante elevado», mientras que otro destaca «la calidad de la comida» pero indica que «los precios son un poco elevados».
Pese a todo, la gran mayoría de los clientes que se han tomado la molestia de escribir una reseña sobre El Ventorro hacen hincapié en las excelencias de su comida y las bondades del servicio que ofrece, olvidándose del bolsillo, auque está claro que no es un restaurante al alcance de todos. Como muestra, la factura de la comida de Carlos Mazón y Maribel Vilaplana en El Ventorro la tarde la dana: Dos personas, 165 euros.











