Borja Jiménez está decidido a mantener a Álex Lozano en la dinámica del Sporting y, en cambio, apuesta por el regreso de Christian Ferreres al filial. El entrenador abulense quiso ver ayer en directo a ambos extremos del Sporting Atlético después de conocerse la lesión de Dubasin en los isquiotibiales, que mantendrá de baja entre dos y tres semanas al máximo goleador del proyecto, como avanzó LA NUEVA ESPAÑA. Consciente de la importancia de Duba y ante la falta de confianza en Cortés o Queipo, Lozano, que ya sabe lo que es competir con el primer equipo, vuelve a asomar la cabeza. Borja, que siempre ha tenido predilección por los extremos rápidos, había llamado a filas a Lozano y Ferreres, como ya hizo antes con Nico Riestra.
Jiménez, de momento, mantiene a Lozano, que volverá a entrenarse esta mañana (10.45 horas) con el primer equipo y tiene serias opciones de ser convocado para el duelo de este viernes (20.30 horas) contra el Andorra en El Molinón. Las condiciones del extremo de 20 años han convencido más al técnico que las del valenciano Chris Ferreres, de 19.
Lozano ya sabe lo que es competir en el fútbol profesional: acumula siete encuentros (seis en Segunda División y uno en la Copa del Rey). Esta temporada, sin embargo, apenas ha tenido continuidad —solo cuatro partidos con el filial— debido en gran parte a la lesión sufrida el pasado verano durante la pretemporada a las órdenes de Garitano, que le obligó a parar. Después de dos lesiones complicadas –Real Unión, primero, y luego San Fernando–, y una lesión que le obligó a parar en verano, se ve en condiciones de volver a disputar de minutos con el primer equipo. Su último encuentro con el Sporting fue el 28 de abril de 2024.
Ferreres, por su parte, está siendo uno de los jugadores más destacados del Sporting Atlético, pese al irregular momento del equipo de Samuel Baños. Suma cuatro goles y ocho asistencias. No es, en cualquier caso, una decisión definitiva. Borja Jiménez siempre se ha mostrado abierto a cambiar de opinión si los futbolistas son capaces de ganarse su confianza, pero la decisión es sin duda muy personal.
El técnico ya ha demostrado que se guía mucho por su ojo y sensaciones, no por métricas numéricas. Ocurrió con el juvenil Nico Riestra, al que llamó tras agradarle en el miniderbi juvenil de División de Honor, y también con la decisión de apostar por el lateral Álex Diego antes que por Carlos Hernández, pese a que este ya había debutado con el primer equipo en la Copa del Rey en Mieres. Borja elige en función de su instinto y criterio, no solo de los datos.














