El Parlamento Europeo ha acogido un debate este martes con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que ha estado marcado por la denuncia encendida de una amplia mayoría de eurodiputadas de izquierda a derecha, frente a los abucheos de la ultraderecha.
La violencia contra las mujeres es «una de las patologías más persistentes de nuestras sociedades», ha dicho la eurodiputada popular Eleonora Meleti. De «emergencia europea», la ha calificado la socialista española Iratxe García Pérez. «Quiero ser muy clara: este no es un problema de mujeres. La violencia de género es un problema de hombres», ha espetado la liberal sueca Abir Al-Sahlani, desatando los abucheos de una parte del hemiciclo. «No son todos los hombres», ha añadido la eurodiputada francesa de la izquierda Manon Aubrey, «pero todos son hombres».
Según Eurostat, una de cada tres mujeres en la Unión Europea ha experimentado algún tipo de violencia física o sexual en su vida adulta. La cifra alcanza el 35% entre las mujeres de entre 18 y 29 años. «Es inaceptable», ha dicho la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola. Metsola ha dicho que esto es una «llamada a la acción».
El debate, limitado a una intervención por grupo político, ha estado marcado por la rabia y el hartazgo subyacente en el discurso de una mayoría de eurodiputadas, de izquierda a derecha del hemiciclo. Pero también por los abucheos de la extrema derecha, que ha responsabilizado a la migración de una violencia que afecta en realidad a todos los estratos de la sociedad.
Hartazgo y furia
«¿Puede alguna mujer o niña que camine hoy por las calles de Europa esta noche sentirse segura?», se ha preguntado la eurodiputada conservadora Assita Kanko. «No. Cruzamos la calle cuando oscurece, agarramos las llaves como si fueran armas. Les pedimos a nuestras hijas que nos envíen un mensaje al llegar a casa, porque nos puede pasar a cualquiera«, ha denunciado.
Ni era tan tarde, ni estaba oscuro, ni fue un extranjero que pasaba por allí, ha relatado Aubrey, «no, era un marido, un ex, un hermano, un tío, como en la mayoría de los casos», ha dicho la francesa en referencia a la violencia sexual. Ni un acto de amor, ni un crimen pasional, «fue un feminicidio», ha dicho la eurodiputada de la izquierda, «un crimen mortal que podría haberse evitado porque se había alertado a la policía, pero a menudo se minimiza«. García Pérez ha pedido luchar contra la impunidad en este tipo de crímenes y reconocer el feminicidio como un crimen a escala europea. «Ni una menos», ha pedido la socialista.
«Nos levantamos vestidas de naranja y con furia», ha dicho Al-Sahlani, «estamos furiosas porque las mujeres siguen siendo controladas, golpeadas, violadas y asesinadas por hombres en la UE», ha añadido entre los abucheos de la extrema derecha. Los mismos abucheos que ha sufrido Aubrey al insistir en que «si nuestra cólera y nuestra rabia no son suficientes para que actúen, sepan que no estamos dispuestas a sufrir ni aguantar más«.
Para Meleti, la violencia no está solo en el abuso o el uso de la fuerza física, «sino también en la violencia emocional, la misoginia y el discurso de odio». La griega ha pedido luchar contra esta narrativa, contra los estereotipos que convierten a la mujer en inferior y la relegan al hogar, que tienen consecuencias directas en la vida de mujeres y niñas europeas.
Llamada a los hombres
Tanto Meleti como Al-Sahlani, por encima de los abucheos de sus compañeros, han pedido a los hombres que den un paso al frente y asuman su responsabilidad en la lucha contra esta lacra. «Hoy les pido a los hombres que sean nuestros aliados, se unan a nuestra lucha y no permitan que las mujeres acepten que esto es así. No se mientan a sí mismos, a sus mujeres, ni a sus hijos«, ha dicho la popular griega.
«Nada cambiará, a menos que elijan el respeto sobre la dominación», ha insistido Al-Sahlani. «Nada cambiará, a menos que sea usted quien cambia las normas entre la población masculina, denuncia el chiste sexista de ese amigo, desafía las mentiras. Denuncia las malas opiniones de tu tío sobre las mujeres en la cena de Navidad…«, ha dicho Al-Sahlani.
La instrumentalización de la migración
Frente a la condena firme de la violencia contra las mujeres y una llamada a la acción de una amplia mayoría, la extrema derecha ha aprovechado el contexto para promover su discurso contra la inmigración y los derechos de las personas trans. La eurodiputada sueca del grupo de las Naciones Soberanas, Irmhild Bobdorf, ha vinculado, sin pruebas, el aumento de la violencia contra las mujeres con el aumento de la inmigración irregular en Europa.
«Que el violador sea un ilegal que no tenía nada que hacer en nuestro territorio no quita que Claire Gironimi sea una víctima de violación que debe ser escuchada y protegida, tanto como una víctima de izquierdas violada por un europeo de nacimiento», ha dicho la eurodiputada francesa de Patriotas por Europa, Mathilde Adrouët. Adrouët también ha aprovechado su discurso para atacar a las personas trans, acusándolas de poner en riesgo la seguridad de las mujeres, y a la izquierda, de incitar a la violencia.
Dirigiéndose a los partidos de extrema derecha, la eurodiputada alemana de los Verdes Terry Reintke les ha acusado de interesarse por la violencia contra las mujeres solo cuando pueden usarla para impulsar su «agenda racista». Sin embargo, «cuando votamos en esta Cámara para proteger mejor a las mujeres de la violencia, siempre votan en contra», ha dicho Reintke. «Dejen de ser tan hipócritas», ha añadido.
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