La clínica dental de Alzira donde recibieron tratamiento las dos niñas que tuvieron que ser hospitalizadas tras ser atendidas -una de ellas falleció en el Hospital de la Ribera tras ingresar en parada cardiorrespiratoria y la otra tuvo que ser evacuada a la UCI pediátrica del Hospital Clínico de València- no disponía de sala de recuperación post sedación. Así lo ha asegurado este lunes la odontopediatra que asistió a las pequeñas, durante sus declaraciones ante la Policía Judicial y la Inspección de Servicios Sanitarios de la Conselleria de Sanitat, las dos entidades que han abierto sendas investigaciones para esclarecer los hechos.
En el caso de la niña fallecida, que llegó a permanecer varias horas en una sala de observación de la clínica, según declararon los padres a su llegada al centro sanitario, tuvo que recibir dicha asistencia en el gabinete dental contiguo a la sala en la que había sido atendida, donde estuvo acompañada por los familiares. La dentista también ha confirmado que a las niñas no se les practicó anestesia general, sino que fueron sedadas tras descartar intervenir sin ningún tipo de relajación por la dificultad en el manejo de su conducta.
Así con todo, durante las consultas previas se les expuso el tratamiento al que debían someterles y una vez alcanzado el acuerdo, dada esa dificultad para practicar las extracciones y los empastes sin sedación, la dentista ha señalado, ante la conselleria como la policía, que explicó a los padres el procedimiento y que estos estuvieron de acuerdo. De hecho, la clínica habría aportado ya el consentimiento informado firmado por los progenitores.
Las intervenciones
Las dos familias fueron citadas para este jueves 20 de noviembre tras consensuarlo con la odontopediatra, trabajadora habitual de la clínica en régimen de autónoma -la fórmula laboral más habitual en este sector- y el anestesista, que es contratado en distintas clínicas cuando se requieren sus servicios.
La primera en ser intervenida fue la niña de seis años que, según han coincidido la odontopediatra y el anestesista, que ya declaró la semana pasada ante Homicidios, la sedación fue realizada con dos fármacos diferentes, siguiendo el protocolo más común, y duró una hora y cuarenta minutos. En ese tiempo, la dentista le extrajo dos piezas dentales y la raíz de una tercera, además de siete empastes, tres de los cuales requirieron intervención parcial del nervio. Una vez concluido el tratamiento fijado, la pequeña fue llevada a uno de los gabinetes de la clínica, en compañía de los padres hasta que se recuperase.
Mientras tanto, la odontopediatra, auxiliada por la higienista, inició la intervención con la segunda niña, de cuatro años, para la que se emplearon los mismos fármacos relajantes. En este caso, la intervención fue inferior a una hora, dado que requería de menos tratamientos que la anterior. En su caso, según ha declarado la profesional, se le practicaron cinco empastes, en uno de los cuales requirió la retirada parcial del nervio.
Analizados los viales
Ahora, la investigación se centra en dos aspectos: si la clínica tenía la autorización que, según la Conselleria de Sanitat, se requiere para llevar a cabo técnicas de sedación como las que se practicaron a las niñas, o no; y la causa de la muerte de una y la intoxicación grave de la otra. Para ello es necesario conocer los resultados de los análisis de las muestras tomadas a ambas niñas, y que en el caso de la menor fallecida se enviaron a la sede de Barcelona del Instituto Nacional de Toxicología. Se trata de averiguar no solo qué sustancias se le administraron, sino la concentración de dichos medicamentos. Asimismo, la policía está pendiente de los resultados del análisis del contenido de los viales empleados en sendas atenciones, y que fueron requisados las horas siguientes por la policía.
Después de ser atendidas, las dos menores fueron ingresadas horas después en el Hospital de la Ribera con cuadros muy similares: fiebre, somnolencia y respiración quejumbrosa. En el caso de la niña de seis años, que ingresó en estado cianótico y en parada cardiorrespiratoria, tras más de 90 minutos intentando salvar su vida, los médicos finalmente solo pudieron confirmar su fallecimiento. En el caso de la pequeña de cuatro años, que fue evacuada al Hospital Clínico Universitario de Valencia, donde infgresó en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátrica, la niña evoluciona favorablemente y ya ha sido trasladada a planta.
Comunicado del Colegio de Odontólogos
El Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Valencia (ICOEV) ha emitido un comunicado en el que ha trasladado «nuestras más sinceras condolencias» a la familia de la niña fallecida y ha deseado una «evolución favorable» para la otra menor ingresada, que este lunes ha sido trasladada a planta del Hospital Clínico Universitario de València, donde permanece ingresada. Asimismo, ha remarcado que los tratamientos odontológicos practicados en ambos casos «fueron realizados por una profesional colegiada y con formación en odontopediatría y por otro lado la administración de anestesia intravenosa fue realizada por un médico colegiado especialista en anestesia».
Ante la apertura y desarrollo de una investigación oficial, y considerando la posible judicialización del caso, el ICOEV ha informado que no va a realizar más valoraciones que estas «por prudencia institucional», y para guardar el «respeto debido a la investigación en curso«, para dirimir la responsabilidad de los profesionales implicados en este suceso, «dado que por el momento se desconocen las circunstancias concretas».











