Santos Cerdán negoció durante años con EH Bildu la situación de los presos de ETA.
Lo hizo casi preso por preso, para facilitar su traslado a cárceles del País Vasco y Navarra.
Esa implicación, conocida en su partido, queda reflejada en los informes de la UCO.
La Guardia Civil recoge una llamada del 21 de enero de 2021 en la que Santos Cerdán conversa con el responsable de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, sobre el traslado de un preso.
En la grabación intervenida por los agentes, Cerdán manifiesta: «Lo teníamos para el 29».
Y ese mismo 29 de enero de 2021, Interior informó del traslado del etarra Juan Ramón Carasatorre Aldaz, alias Zapata, a una prisión próxima al País Vasco.
La labor de intermediación de Cerdán fue clave para que el PSOE se asegurase el apoyo de EH Bildu en el Congreso.
El propio Arnaldo Otegi admitió ante sus militantes, en octubre de 2021, que la llave para apoyar a Sánchez era la de las cárceles: «Si para sacar a 200 presos hay que votar los Presupuestos, se vota».
«Acuerdo cinco a la semana»
Cuatro años después, las palabras de Otegi suenan a profecía autocumplida.
Desde el verano de 2020, los traslados de presos de ETA se aceleraron y se convirtieron en una práctica constante, casi cada viernes.
En público, no existe ningún pacto reconocido entre el Gobierno y Bildu sobre política penitenciaria. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, lo negó en noviembre de 2020: «No es un canje y objetivamente se ha podido ver».
Sin embargo, la realidad de los datos es otra: solo en 2020 el Gobierno acercó a más etarras que en los dos años anteriores juntos.
Hasta el propio PNV llegó a bautizar ese calendario de acercamientos como el «acuerdo cinco a la semana».
Así lo expresó el portavoz de los nacionalistas vascos, Joseba Egibar, en 2021, cuando afeó a Bildu que apoyara al Gobierno central mientras rechazaba los Presupuestos autonómicos.
Ese proceso, iniciado en 2020, culminó en marzo de 2023. Interior dio por terminada la política de dispersión de los presos, impulsada en 1989 por el Gobierno de Felipe González, y completó el traslado de prácticamente todos los etarras a cárceles de País Vasco y Navarra.
En total, cerca de 175 internos fueron reubicados, algunos de ellos con un historial repleto de delitos de sangre.
Al acercamiento de presos se suma también una segunda fase, la de los terceros grados.
Desde que Sánchez cediera en 2021 la gestión penitenciaria al Gobierno vasco, una reivindicación histórica del nacionalismo, PNV y PSOE —que gobiernan en coalición en País Vasco— han concedido el tercer grado a 82 internos de ETA, según denuncian las asociaciones de víctimas.
Foto con Bildu
En paralelo, la relación política entre PSOE y Bildu se iba consolidando. Tras las elecciones de 2023, tuvo lugar la primera reunión con fotos entre Sánchez, Santos Cerdán y dirigentes del separatismo vasco.
Se produjo el viernes 13 de octubre, en el Congreso de los Diputados.
No era la primera reunión entre socialistas y Bildu. Ya se había producido una en 2019, pero el nivel de interlocución había cambiado por parte del PSOE.
En ambas citas los representantes de Arnaldo Otegi fueron Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta.
Por parte del PSOE, en 2019 acudieron Adriana Lastra y Rafael Simancas. Cuatro años después, lo hicieron Pedro Sánchez y Santos Cerdán.
«Se trata por tanto de una delegación de máximo nivel», se felicitaba el diario Naiz, el periódico digital de Gara, diario ideológicamente vinculado al independentismo vasco.
Era la primera vez que un presidente del Gobierno se reunía públicamente con los herederos de Batasuna, el brazo político de ETA. La foto confirmaba que Bildu era ya un socio plenamente asumido por el PSOE.
Cabe destacar el papel de Elejabarrieta, portavoz de Bildu en el Senado y uno de los dirigentes más implicados en las relaciones con el colectivo de presos.
No llama la atención que fuera precisamente él quien saliera en defensa de Cerdán en la comisión de investigación del Senado, abonando la tesis del lawfare.
«No existe nada concreto contra él y es posible que le estén haciendo lo que le están haciendo por la relación en calidad de interlocutor que ha tenido, entre otros, con EH Bildu», se quejó el pasado 6 de noviembre, durante la comparecencia de Sánchez en la Cámara Alta.
«El tiempo pondrá cada cosa en su sitio».














