El patronato del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha acordado cesar a Juan Arroyo, actual vicedirector de Asuntos Económicos de la entidad y exgerente del Centro, días después de que se hiciera pública una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción de un exdirectivo que le señalaba como pieza clave en el presunto robo de 25 millones de euros en contratos públicos. También se ha destituido a otros dos cargos de su confianza.
El actual gerente del CNIO, José Manuel Bernabé, ha entregado además en la Fiscalía de Madrid un informe sobre la situación del centro, informe en el que él venía trabajando desde que tomó posesión de su cargo el pasado 1 de septiembre y que contiene información recabada hasta la fecha de su entrega, el pasado 18 de noviembre.
El Patronato, según un comunicado remitido a los medios de comunicación, respalda esta acción y «anima al gerente a seguir trabajando en esa línea», además de manifestar su «colaboración total con la Justicia y absoluta determinación con cualquier tipo de irregularidades que se hayan podido producir».
«Ambiente no compatible con la excelencia»
El CNIO inició el 29 de enero de este año una nueva etapa que comenzó después de que el Patronato del centro decidiera, ese mismo día y por unanimidad de todos sus integrantes, cesar a su por entonces directora científica, María Blasco, y también a su gerente, Juan Arroyo. La decisión se tomó porque el “ambiente que se vivía en el centro no era compatible con la excelencia científica requerida”.
Ese mismo 29 de enero, se decidió iniciar un proceso para lanzar un concurso público internacional para elegir una nueva dirección científica y una nueva dirección al frente de la gerencia del centro, cuya misión, entre otras, «era recabar toda la información respecto a la situación del CNIO durante los últimos 18 años, profundizando en la situación, dado que los informes presentados ese mismo día sobre la situación del centro tanto por parte de la directora científica» como por parte del director gerente eran subjetivos y no contrastados.
El actual gerente del CNIO tomó posesión de su cargo el pasado 1 de septiembre y entre los objetivos que le fueron encomendados por el Patronato estaba recabar toda la información necesaria para conocer el estado de situación del centro.
Las cuentas del CNIO, recuerda el Patronato, están auditadas anualmente por la Intervención General del Estado, y en la actualidad, además, a petición del Patronato, el Tribunal de Cuentas está auditando también los ejercicios correspondientes a los años 2022, 2023 y 2024, en un ejercicio de transparencia.
El Patronato manifiesta en su comunicado «su respaldo a la excelencia científica del CNIO y la de sus investigadores e investigadoras, y recuerda que es una seña de nuestra potencia investigadora en todo el mundo, hoy el primer centro de investigación contra el cáncer en España, y el segundo más importante de Europa».
Denuncia ante la Fiscalía
La denuncia que ya está en manos de la Fiscalía la presentó quien fuera director de Compras (2022-2025) y también de Operaciones (2024-2025) del CNIO. El denunciante, junto a la antigua Jefa de Cumplimiento Normativo, realizaron una auditoría interna de los gastos de la institución durante los años anteriores a su gestión, investigando contratos y adjudicaciones, tras la que obtuvieron más de 500 pruebas que ahora han aportado a la denuncia.
Durante sus pesquisas, descubrieron que se habrían robado a la lucha contra el cáncer entre 20 y 25 millones de euros a través de contratos amañados, fraccionados o inflados hasta un 400%.
Según el denunciante, todo giraba alrededor de Arroyo. Una de las empresas que estarían implicadas en esta presunta trama es Geodosol, que de acuerdo a la denuncia pertenece a la pareja de la exjefa de personal del CNIO, así como Alaos ITL SL y Zeus SL, relacionadas ambas con el entorno del exgerente.
Dos meses después de denunciar a la Justicia esta red de «macrocorrupción», el 31 de agosto, los dos responsables de la investigación fueron cesados.
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