Hace casi cuatro años, Nissan echó el cerrojo en su histórica factoría de Zona Franca de Barcelona, dejándo a miles de empleados en la calle y finiquitando más de 40 años de historia de la firma nipona en Catalunya. Hoy su hueco lo ha llenado una empresa nueva, que recupera otra marca histórica y que despega gracias a la alianza con otro fabricante, también asiático, pero en esta ocasión chino. Ebro cumple su primer año de vida y recibe a EL PERIÓDICO en la histórica factoría.
¿Cuando se anunció el cierre de Nissan en algún momento se les pasó por la cabeza que hoy estarían en esta misma fábrica produciendo sus propios coches?
Sí, de hecho, cuando vimos por la tele que cerraba Nissan recuerdo que nos llamamos y dijimos ‘oye, pues sería una buena opción…’ Luego pensamos que, uy, no, no (risas)… Y al final estamos aquí. Esto no es algo que lleve solo un año, es algo que venimos preparando desde hace tiempo.
España es el segundo fabricante de coches de Europa pero hasta ahora no tenía centros de decisión
¿De dónde sacan esa confianza para verse capaces, al momento, de suceder a un proyecto como el de una multinacional como Nissan?
Tenemos que empezar a ser conscientes de que podemos hacer cosas. España es el segundo fabricante de Europa en automóviles, pero no hay centros de decisiones como sí hay en Alemania o en Francia. Y siempre hemos creído que aquí hay mucho potencial, hay mucho conocimiento, técnicos de altísimo nivel, comparable a cualquier otro país de primer nivel y se pueden hacer cosas grandes. No tenemos nada que envidiar a las grandes potencias del automóvil.
Tenemos ya 1.500 empleados directos y casi 3.000 si sumamos los indirectos
Culminada ya la reindustrialización, ¿cómo describirían el actual momento de Ebro?
Fatigante, porque como te puedes imaginar es un proyecto que lleva miles de horas de muchísima gente. Tenemos a más de 300 personas trabajando en la parte de ingeniería y otras 600 en las líneas de montaje, a tres turnos. Durante el último año hemos invertido 85 millones de euros en la nueva línea de soldadura, montaje y pintura. La mayoría de cosas las estamos haciendo con proveedores locales, franceses, alemanes y chinos. Hemos hecho un proceso de localización, de valor añadido y de crear valor en nuestro país y en nuestro territorio. En el grupo tenemos ya 1.500 empleados directos y entre 2.500 y 3.000 si sumamos directos e indirectos.
Entrevista con los dirigentes de EBRO, Pedro Calef (derecha) y Rafael Ruiz (izquierda). / Ferran Nadeu / EPC
A nivel de ventas, hace poco presentaron resultados con unas ventas de unas 9.000 unidades durante los tres primeros trimestres de 2025. Públicamente dijeron que el objetivo era acabar el año con unos 20.000 coches vendidos, difícilmente podrán cumplirlo…
En bolsa [cotizan en BME Growth] dijimos 13.500 unidades y lo vamos a cumplir. A nivel comercial siempre intentas imprimir algo de optimismo, pero el plan de negocio lo estamos cumpliendo. Para nosotros lo importante también es la facturación y estamos viendo que los coches de más valor añadido están teniendo unas buenas ventas, como el S700 híbrido enchufable, el S800 híbrido enchufable y esperemos el S900, que presentamos ahora.
Entonces, ¿los coches de gama media alta son la apuesta de la compañía?
Tenemos que cubrir la demanda del mercado, que pasa por vehículos más grandes, pero también por vehículos pequeños, sobre todo en Europa. El vehículo pequeño también es importante.
En 2026 facturaremos 600 millones de euros y venderemos entre 25.000 y 30.000 coches
¿Cuál es la previsión de ventas, según el plan de negocio, para el año que viene?
Nuestra previsión es facturar unos 600 millones de euros [el doble de lo previsto para este ejercicio]. Estaríamos en torno a los 25.000 o 30.000 coches. Ahí también es clave nuestra red de concesionarios. El año pasado empezamos con 30 concesionarios, a día de hoy ya son más de 85 y acabaremos este año cerca de los 120. Tenemos ya todas las provincias de España cubiertas, que ya es un hecho relevante, y ahora estamos ampliando capilaridad en diferentes zonas. A nivel internacional, empezaremos a vender en Portugal y Europa del Este.

Entrevista con los dirigentes de EBRO, Pedro Calef (derecha) y Rafael Ruiz. / Ferran Nadeu / EPC
¿Esa cifra incluye también el ensamblaje de modelos del Grupo Chery, su socio?
No, eso son ventas solo de Ebro. De Chery está previsto ensamblar unidades del Omoda 5 y Jaaeco durante el 2026. Lo que pasa es que para nosotros, como compañía Ebro, nuestra prioridad son los vehículos Ebro. No podemos compartir cifras, pero los volúmenes de eléctrico son más bien bajos.
Con nuestros híbridos enchufables puedes hacer más de 1.000 kilómetros con una carga y un depósito
¿Por qué al mercado de coches eléctricos le está costando tanto arrancar en Europa?
Nosotros tenemos muy claro que el coche eléctrico es el futuro. En eso yo creo que estamos todas las marcas de acuerdo y a nivel institucional también. Aquí hemos visto que el híbrido enchufable es un vector que nos ayuda mucho en esa aceptación del coche eléctrico a nivel de sociedad. Tener un motor de gasolina por si tienes un viaje o cualquier cosa, le da mucha seguridad al cliente. Muchas veces es un miedo que se va cuando uno lo prueba.
¿Durante cuánto tiempo calculan que se alargará esa ‘transición’ del híbrido enchufable al eléctrico puro?
Los híbridos enchufables de hoy no tienen nada que ver con los híbridos enchufables de hace cinco años. Hoy en día son coches eléctricos que llevan un motor de gasolina. Justo acabamos de hacer una prueba, con auditoría externa, del Ebro S700 y hemos hecho más de 1.370 kilómetros con una carga [eléctrica] y un depósito [de gasolina].

Rafael Ruiz, durante la entrevista. / Ferran Nadeu / EPC
¿Cuándo Ebro fabricará un eléctrico puro?
Fecha cerrada no tenemos todavía, o al menos públicamente. Podemos decir que están trabajando en ello nuestros equipos de I+D.
¿Sería razonable decir que antes de 2030?
Antes de 2030, sí.
Contrataremos a más personal a medida que evolucione nuestra producción
Ante el aumento de facturación, ¿prevén contratar a más trabajadores en Zona Franca?
Recordemos que aquí Nissan llegó a fabricar 200.000 coches al año en esta planta. Ahora, la inversión que estamos haciendo en esta línea nueva nos permite fabricar 20 coches por hora, a tres turnos son unos 100.000 coches. Con esta capacidad productiva que tenemos ahora superaríamos a medio y largo plazo los 100.000 coches al año. Nuestra visión hacia 2029 es superar esta cantidad de producción. Hemos cubierto la bolsa de reindustrialización, pero aquí no se acaba y vamos a seguir contratando personal para llegar a medida que la producción vaya subiendo

Visita a la fábrica de Zona Franca de Ebro junto a Pedro Calef (izquierda) y Rafael Ruiz (derecha). / Ferran Nadeu / EPC
Cuando se anunció la alianza Ebro-Chery hubo ciertas reticencias desde la Comisión Europea por el modelo de fábrica, ya que entendían que todo el valor añadido vendría de China. ¿Es así?
Cualquiera que visite nuestra planta lo puede ver. Las líneas están robotizadas, con más de 200 robots y seguimos invirtiendo para adaptarnos al nuevo proceso productivo. Una fábrica dónde solo se monten coches puede dar trabajo a 100 personas. Aquí empleamos ya a más de 600 personas solo en fábrica. Aquí Nissan fabricaba coches y aquí nosotros estamos fabricamos coches.
Nosotros no fuimos a buscar una marca china, fuimos a buscar a Chery
¿Cómo definirían el rol de Chery dentro de su alianza?
Chery es un socio fantástico, es un socio tecnológico que nos ha permitido avanzar muy rápido. Tiene una buena tecnología de vehículo eléctrico, de hibrido enchufable, de baterías… Por tanto, nos ha permitido avanzar muy rápido y compartir plataformas con ellos. Esto nos ha dado velocidad.

Entrevista con los dirigentes de EBRO, Pedro Calef (derecha) y Rafael Ruiz (izquierda), en la fábrica de Zona Franca. / Ferran Nadeu / EPC
¿Cómo fue el proceso de buscar un socio industrial como Chery? Es la primera gran marca china que invierte en España
Nosotros no fuimos a buscar una marca china, fuimos a buscar a Chery. Nuestra relación es buena, tienen el 40% de acciones de la compañía, pero la dirección y la mayoría del capital es español. Con ellos nos hemos entendido rápido. Aunque el idioma sea diferente, la manera de trabajar es igual. Somos ingenieros y ese idioma es universal.
¿Se sienten pioneros de un nuevo modelo de alianza entre Europa y China?
Aquí hemos vivido un gran proceso de reindustrialización, pero de unas características muy concretas que yo no veo tan fácil de replicar en otros sitios. No queremos compararnos tampoco con los demás, nuestra aspiración es ser un actor relevante con un eje central que es esta planta y es Ebro. Por tanto, nuestra aspiración es ser una marca de referencia y de relevancia en nuestro país, con un centro de fabricación aquí y así crear un campeón europeo con sede en nuestro país.
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