La Policía Nacional ha detenido en Benidorm y l’Alfàs del Pi a tres hombres y una mujer de entre 33 y 74 años acusados de tráfico de drogas y de prostituir a una joven en casas de citas en viviendas de ambos municipios. La investigación se inició tras la declaración de una víctima en la Comisaría de Benidorm, que denunció haber sido explotada sexualmente por cuatro personas diferentes en distintos periodos de tiempo.
La mujer acudió a las dependencias de la Policía Nacional en Benidorm tras ser asistida por una ONG especializada en la atención a mujeres del entorno de la prostitución. Denunció haber sido objeto de explotación sexual y en su declaración manifestó que había llegado a España en octubre de 2024 y se alojó en casa de un familiar.
A los quince días comenzó a trabajar en l’Alfàs del Pi cuidando a personas mayores y durante ese tiempo conoció a un varón con el que inició una relación de amistad y convivencia.
La convivencia finalizó y el hombre retuvo su pasaporte y le propuso ejercer la prostitución, publicando anuncios con su imagen para captar clientes. La víctima llegó a realizar un servicio sexual sin recibir remuneración alguna, ya que el varón se quedó con los beneficios.
Explotación
Poco después conoció a una pareja, un hombre y una mujer, que la animaron a ejercer nuevamente la prostitución. Junto con la pareja captaban a los clientes en los alrededores de la vivienda donde la víctima prestaba los servicios sexuales.
El hombre y la mujer se encargaban de recaudar el dinero obtenido, además de suministrarle sustancias estupefacientes para prolongar las jornadas y mantener la actividad. En algunas ocasiones, los pagos se realizaban con drogas, las cuales eran también retenidas por la pareja.
Agravamiento
Durante este periodo, uno de los clientes habituales, amigo de la pareja, le propuso continuar ejerciendo la prostitución bajo su supervisión. Llegaron a un acuerdo para repartir las ganancias a partes iguales. Además, la víctima debía vender sustancias estupefacientes y potenciadoras de la sexualidad a todo cliente que se lo pidiera.
En poco tiempo, este hombre pasó a ejercer un control total sobre la víctima, imponiendo horarios, restringiendo su libertad, exigiendo disponibilidad permanente, llegando a obligarla a trabajar sin descanso y a practicar sexo con él. Además, se apropiaba del dinero que obtenía por los servicios.
Arrestos
Las Brigadas de Extranjería y Fronteras de Alicante y Benidorm coordinaron las pesquisas que permitieron identificar a los cuatro presuntos responsables y llevaron a cabo las detenciones en l’Alfàs del Pi y Benidorm. Uno de los arrestados tenía en vigor una reclamación judicial cuando fue detenido.
Durante la operación se realizaron dos inspecciones en los lugares donde la víctima había sido explotada sexualmente, sin que se localizaran otras posibles víctimas. Los agentes comprobaron que cada uno de los detenidos había intervenido en diferentes fases del proceso de explotación, actuando con conocimiento de la situación y con ánimo de obtener un beneficio económico.
Los cuatro detenidos han sido investigados por delitos relativos a la prostitución y contra la salud pública. Las actuaciones fueron puestas en conocimiento del juzgado de guardia de Benidorm, pasando uno de los arrestados a disposición judicial.
Prevención
La Policía Nacional recuerda la importancia de denunciar cualquier hecho relacionado con la explotación sexual o coacciones de esta naturaleza. Desde la Policía se mantiene activa la colaboración con entidades sociales y organizaciones que prestan apoyo a víctimas de trata y explotación, con el fin de facilitar su atención integral y la detección temprana de estos delitos.
La Comisaría insiste en que cualquier persona que sospeche de situaciones de explotación sexual puede comunicarlo a través del 091, de forma presencial en cualquier comisaría o mediante los canales confidenciales habilitados. Estas denuncias pueden realizarse de manera anónima y segura, contribuyendo directamente a proteger a las víctimas y desarticular redes criminales.
Asimismo, se recomienda a la ciudadanía prestar atención a posibles indicadores de explotación, como la restricción de movimientos, el control del dinero por terceros, la falta de documentación o la evidencia de violencia o amenazas. Ante cualquier indicio, es fundamental no intervenir directamente y avisar de inmediato a la Policía Nacional.
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