ALETEO, el mar de Rocacho

Aleteo, el mar de Rocacho, es el nuevo restaurante del grupo que pone la mirada al mar. Un espacio, situado en el emblemático y renovado edificio en la confluencia de María de Molina, 4, con el Paseo de la Castellana, donde los pescados frescos del día y los mariscos vivos llegan desde diferentes puntos de nuestro país. El restaurante nace con la intención de llevar el lenguaje del grupo a un nuevo territorio, sin perder su esencia: brasas, producto sobresaliente, una cocina construida desde el sabor —muestra de ello es su plato estrella, la nécora gallega a la sal, único en la capital y su bogavante azul nacional a la ibicenca— y dando su lugar a la experiencia en sala, en la que mantienen el culto a la sobremesa. Y es que Aleteo, también conserva esa costumbre tan nuestra de alargar la comida, como ya hacen el resto de los restaurantes del grupo. Su cocina ininterrumpida permite disfrutar de su propuesta gastronómica sin prisa, acompañarla con algunas de las más de 200 referencias que tiene en bodega, y terminando la velada con uno de sus cócteles o destilados, entre ellos las últimas botellas que existen del tequila añejo Gran Patrón Burdeos. Aleteo es el lugar ideal para disfrutar del mejor producto del mar en cualquier momento: con algo rápido en su barra, en una comida más reposada en su elegante comedor o en una cena con familia o amigos en la terraza.

Una carta con sabor a mar

Aleteo nace con la idea de poner la mirada en el mar y rendir homenaje al producto marino. Su propuesta gastronómica pone en valor el mejor producto, con una selección de piezas que llegan desde el norte y el sur. Los clientes pueden observar las piezas que exhibe su vitrina — rodaballos, corvinas, merluzas, pixin o lenguados— y los mariscos vivos que yacen en su pecera central, tratada diariamente para que la cigala de Marín, el bogavante nacional y las langostas, se mantengan como en su hábitat natural. Los pescados del día pasan por la brasa de carbón y los mariscos se pueden degustar cocidos, a la brasa o con arroz, como es el caso del bogavante nacional, el carabinero y la langosta, protagonistas también en la selección de arroces caldosos de Aleteo. Además, combina estos platos con una serie de entrantes como el bombón de anchoa y vieira, con o sin caviar, la gilda de boquerón o la ensaladilla de cigala y langostino y elaboraciones que se pueden disfrutar en su barra como el ceviche de corvina o el tiradito de mero nacional con perlas de leche de tigre. Y aunque en Aleteo manda el mar, no renuncia a guiños que completan la experiencia, como una selección cuidada de carnes a la brasa con su ya célebre chuleta de Buey o platos con huevos de gallinas, de ‘Cobardes y Gallinas’, como los huevos con su puntilla y angulas; la gamba cristal con trufa y huevo de oca de temporada —ideal para hacer más untuosa la receta por su yema más grande y cremosa y su clara más carnosa—; y huevo con caviar ossetra y dados de pan brioche.

Un elegante salón y una cuidada bodega

La oferta gastronómica de Aleteo, el Mar de Rocacho, puede disfrutarse en su amplio y elegante salón, dividido en dos plantas, con capacidad para más de un centenar de comensales. Un acogedor local, que brilla por la gran luminosidad que aportan sus grandes ventanales y que combina los azules del mar con los colores terracota de sus materiales nobles. La bodega está enfocada para que las 200 referencias, entre tintos, blancos, rosados y espumosos, mariden a la perfección con la propuesta marina del restaurante. Además, la oferta líquida se completa con una selección de cócteles y una variedad de destilados, entre ellos las últimas botellas del tequila añejo Gran Patrón Burdeos.

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