La experiencia del patrimonio cultural está evolucionando. Ya no se trata de mirar un objeto a través de cristal de una vitrina, sino de caminar alrededor de él en 3D, de verlo desde ángulos que sus creadores originales nunca imaginaron, de hacerlo accesible a alguien sin que necesite viajar físicamente. Ya existe una red mundial dedicada a exposiciones de arte digital inmersivo, relativamente reducida. Y otra, mucho más amplia, de espacios para exposiciones y experiencias inmersivas colectivas para el gran público. Es el potencial ilimitado de la infoarquitectura digital.
La pantalla brilla en el showroom de 3D Experiences Iberia en Madrid, y la escultura 3D flota en el aire sin necesidad de gafas especiales. Una persona se inclina, la imagen se ajusta a su perspectiva. Otra se mueve lateralmente, viendo un ángulo completamente diferente del mismo objeto. «Después de 30 años trabajando con todas las tecnologías de visualización 3D que existen, puedo decir con confianza que la Pantalla de Realidad Espacial de Sony es un cambio de juego», explica Enrique Criado, fundador de la compañía. Esta es la realidad que está llegando a museos, galerías y espacios comerciales en toda Europa.
Datos clave de esta tecnología
- Hallazgo principal: Pantallas autoestereoscópicas sin gafas que transforman la experiencia inmersiva en espacios públicos, eliminando el aislamiento del usuario y permitiendo acceso colectivo al patrimonio cultural digital.
- Metodología: Implementación de dos estrategias complementarias: pantallas individuales con lentes lenticulares (Sony ELF-SR2 4K en museos) y proyecciones masivas envolventes (3.270 m² en espacios como Atelier des Lumières).
- Resultado destacado: Democratización global del patrimonio cultural mediante modelos 3D de precisión milimétrica accesibles sin desplazamiento físico. Proyectos como Serbia 3D alcanzan 90.000 usuarios digitalizando monasterios medievales con drones y renderizado avanzado.
- Implicación cultural: La tecnología redefine cómo experimentamos el arte y la historia al eliminar fronteras geográficas, permitiendo que visitantes en Estambul, Varsovia o Lima accedan a obras de arte, edificios históricos y patrimonio con la misma calidad que en el sitio original.
- Próximo paso: Expansión hacia espacios metaverso donde los avatares amplifiquen la experiencia corporal, creando una infoarquitectura digital que integre el patrimonio cultural en entornos social y culturalmente expansivos sin límites temporales ni geográficos.
Durante años, la realidad virtual prometía experiencias inmersivas colectivas, pero con una limitación crítica: aislaba al usuario, salvo en los entornos multiusuario locales que más bien han evolucionado a la realidad mixta, pero exigiendo una parafernalia y equipamiento ponible a los usuarios. Se han ido dando limitaciones logísticas y de tiempo de preparación y ensayo para que familias completas exploren juntas, que colegas comenten lo que ven en tiempo real, que guías de museo compartan la experiencia con grupos de visitantes. Los problemas eran también prácticos: mantenimiento constante, baterías que se agotan, sensores frágiles, e inevitables problemas de higiene en espacios públicos. Todo superable, pero con unos costes económicos, pero sobre todo limitaciones de aforo y tiempo real de uso del equipamiento VR.
Video de la exposición inmersiva Cleopatra, que se desarrolla en Madrid desde el 12 de septiembre de 2025 hasta el 8 de diciembre de 2025, claro ejemplo de cómo estas tecnologías están revolucionando el patrimonio cultural.
Nuevo momento tecnológico
Las pantallas autoestereoscópicas son diferentes. Combinan tecnologías como lentes lenticulares y sistemas de paralaje para crear ilusiones de profundidad real sin necesidad de equipamiento adicional. El Museo Nacional de Arte Occidental en Tokio lo comprendió perfectamente. Instaló cinco pantallas Sony ELF-SR2 (resolución 4K de 27 pulgadas) para que los visitantes exploraran un modelo 3D interactivo del emblemático edificio diseñado por Le Corbusier, Patrimonio de la Humanidad. «La capacidad de experimentar efectos tridimensionales sin usar gafas especiales y la capacidad de respuesta a los movimientos de la cabeza fueron impresionantes», señaló Kyo Fukuda, investigador jefe de la Oficina de Patrimonio Mundial del museo. Los visitantes manipulaban las imágenes con controladores tipo juego, explorando la sección transversal del edificio con una precisión que permitía ver hasta las vetas finas de la madera.
Otra alternativa más masiva es conseguir la inmersión proyectando en grandes espacios. Francia ha emergido como laboratorio de experiencias inmersivas que han seguido otros países, entre ellos España, por ejemplo Madrid Artes Digitales en el espacio cultural Matadero con su exposición inmersiva CLEOPATRA. Los centros Atelier des Lumières, Carrières des Lumières y Bassins des Lumières utilizan proyecciones masivas en ambientes “envolventes” de 3.270 metros cuadrados para sumergir visitantes en obras de Van Gogh, Klimt y otros maestros. Aunque estas utilizan tecnología de proyección, representan el espíritu de lo que es posible: exhibiciones que trascienden el marco tradicional.
Pero los Países Bajos están liderando la integración de tecnología autoestereoscópica pura. Vincent Hall en Ámsterdam ofrece experiencias 360° de más de 100 obras de Van Gogh animadas en espacios de cuatro metros de altura. El Nxt Museum experimenta con instalaciones de luz inmersiva y arte digital. Y en Utrecht, la exposición permanente de teamLab (Nowhere, 2024) abrió el primer espacio europeo dedicado completamente al arte digital generado por IA con tecnología inmersiva.
Red mundial
Hay una diferencia evidente entre exhibiciones centradas en el arte digital original y las exposiciones divulgativas sobre la obra de maestros de la historia del arte. Existe ya una red mundial dedicada a exposiciones de arte digital inmersivo, relativamente reducida. Y otra, mucho más amplia, de espacios para exposiciones y experiencias inmersivas colectivas para el gran público, con temáticas que no solo tocan el arte sino también la historia, fenómenos extremos climáticos y un largo etcétera. «No es solo tecnología por tecnología» afirman desde el Nxt Museum: «Es sobre contar historias que antes eran imposibles de contar. Un visitante ya no solo mira una pintura en una pared; interactúa con ella, la experimenta desde múltiples perspectivas, casi puede entrar en ella». Por ejemplo, el Deep Space del Ars Electronica Center en Linz programa un segmento exclusivamente dedicado al arte inmersivo, como la última pieza estrenada “Immersive multisensory journey into the myth of babel”, del artista multidisciplinar Franz Fischnaller y Yesi Maharad.
Proyectos de investigación como Beyond Matter (2019-2023)-colaboración entre Aalto University, el museo ZKM Karlsruhe, Centre Pompidou y Ludwig Muzeum-investigaron cómo revivir exhibiciones históricas mediante modelado digital 3D. TRANSMIXR, financiado por Horizon Europe, explora aplicaciones de medios inmersivos en patrimonio cultural. Serbia 3D, con 90.000 usuarios, digitaliza monasterios medievales con una precisión milimétrica usando drones y algoritmos de renderizado avanzado.
¿Por qué importa esto?
Porque la experiencia del patrimonio cultural está evolucionando. Ya no se trata de mirar un objeto a través de cristal de una vitrina. Se trata de caminar alrededor de él en 3D, de verlo desde ángulos que sus creadores originales nunca imaginaron, de hacerlo accesible a alguien en Estambul, Varsovia o Lima sin que necesite viajar físicamente. 3D Experiences Iberia lo resume así: «Estamos transformando cómo el mundo experimenta contenido 3D inmersivo, haciéndolo más accesible e impactante». En la preservación y democratización del patrimonio cultural humano.
Goyo Ucle, director de Futura Cultura Lab en las II Jornadas de Pensamiento en San Cristóbal de la Laguna dice que el más fecundo terreno para vivir el Patrimonio Digital será el Metaverso, en el que los usuarios serán tan importantes como la arquitectura recreada: “El avatar o alter ego digital no sustituye al cuerpo, sino que lo amplifica, abriendo un escenario sin fronteras donde la memoria cultural se vuelve social y culturalmente expansiva. Invito a instituciones, entidades y públicos a tomar parte activa en esta transformación histórica y simbólica que se está produciendo en los espacios metaverso, donde el arte y la cultura dialogan con las realidades expandidas y el potencial ilimitado de la infoarquitectura digital”.
Las realidades expandidas llegaran de la mano de las tecnologías que permiten experimentar realidad inmersiva, en múltiples dispositivos y formatos.













