No son de nadie y son de todos. No gritan, ni lucen bufanda alguna. No se ponen nerviosos. Lo viven con una pausa admirable y, la verdad, si eran unos maestros de la NBA empiezan a ser unos catedráticos del fútbol.
No sé si triunfarán, ¡ojalá sí!, pues Guille Giménez y Antoni Daimiel se quedaron sin los aros, donde eran los reyes del “dormir es de cobardes”, para intentar sobrevivir, más que dignamente, dignísimamente, ideando, la verdad, una estupenda manera de retransmitir o acompañarte durante un partido cualquiera de fútbol.
Se llama, le llaman, la Multicámara de Movistar+ y aunque la composición de la pantalla no es demasiado vistosa, con hasta cinco puntos de atención (el partido, el chad, ellos, la cámara de los banquillos y otra imagen del campo distinta), lo cierto es que sus comentarios, no exentos de conocimientos y cultura futbolística, son tremendamente amenos, divertidos, originales, distintos, muy agradables, graciosos y siempre te provocan una sonrisa.
¿Habrá catering?
Primero ofrecieron el Celta-Barça (2-4) y, anoche, retransmitieron el Elche-Real Madrid (2-2). Diez goles en dos partidos. “Lo nuestro son los goles”. Y al acabar el encuentro de Elche, reconocieron que ellos no quieren parón alguno, que, este fin de semana, ofrecerán el Girona-Real Madrid y que “en el puente que viene ¡ojito! porque tendremos tres partidos en una semana”, soltó Daimiel. “¿Y, Antoni, sabes si tendremos catering?”, comentó Guille. “Está llegando, está llegando”.
No sé si es una manera moderna de retransmitir los partidos. Ni idea. No sé si es la forma ideal para que los jóvenes se vuelvan a enganchar al fútbol. Da la impresión, eso sí, que estamos ante una mezcla, repito, agradable, vistosa, distinta, graciosa y entretenida de TV+YouTube+radio+Chad+complicidad. No debes temer: si quieres ver el partido, lo ves, pues la imagen más grande de la pantalla es la de la señal del encuentro, el resto de imágenes te acompañan, pero no te distraen ni incomoda.
Dicen que este Real Madrid había perdido la sonrisa. “Es una frase que suena muy bien, pero no sé si es cierta”, apostilló Guille, que añadió “no sé, me temo que es como cuando tu pareja te dice ‘tenemos que hablar’. ¡Miau!, mal asunto”.
Lo mismo ocurre con la actitud, vocabulario, temática, léxico, terminología, comentarios, bromas, intercambio de complicidades, sí, muy parecido a las noche de NBA, entre Guille y Antoni, que, repito, demuestran saber de fútbol (y, sobre todo, estar muy informados) tanto como de baloncesto. Y, la verdad, eso, sin gritos y sin lucir bufanda, que es de agradecer.
La cosa empezó señalando que, en el parón de selecciones, alguien dijo que el Real Madrid había perdido la sonrisa. “Es una frase que suena muy bien, pero no sé si es cierta”, apostilló Guille, que añadió “no sé, me temo que es como cuando tu pareja te dice ‘tenemos que hablar’. ¡Miau!, mal asunto”. “Sí, sí, como cuando te dicen ‘tenemos que darnos un tiempo’, ¡Cuidado con eso!”, señaló Antoni.
Bloque alto o bajo
Bromearon sobre “los dos tanques que tiene el Elche delante”, sobre la cámara del banquillo “donde ves sufrir a los técnicos”, sobre la ‘Mbappedependencia’ “tipo que lo juega todo y jamás se lesiona”, sobre la utilización del QR para votar en el Chad (“por cierto, la Asociación de Código de Barras nos llamaron y se quejaron de que todo se lo lleva el QR y no somos nada cariñosos con ellos”) y, claro, cómo no, sobre el bloque alto o el bloque medio. “Mira, ayer, en el partido del Andorra, hubieron bloques…de hielo”.
Y, de pronto, aparece el centrocampista ilicitano Marc Aguado y Guille recuerda que “es el hijo de Xavi Aguado, si hombre, el protagonista de la expulsión de Rafa Guerrero, con aquel histórico ‘¡Rafa, no me jodas!’” y Daimiel se parte de risa. Y aparece el Martínez Valero repleto y Guille cuenta que tiene un montón de amigos en el estadio, que hasta le regalaron una camiseta del Elche, sí, sí.
La multipantalla de Giménez y Daimiel durante el Elche-real Madrid (2-2) de ayer. / MOVISTAR+
Y, de pronto, Iñaki Peña hace su primera gran parada, de las varias que hizo. Y Daimiel cuenta que tuvo sus más y sus menos con Hansi Flick por llegar tarde a los entrenamientos. “Pues, mira, mira, a esa parada ha llegado a la hora, no se ha retrasado, no. Pero te diré, Guille, no es fácil ser puntual. Hay gente, mucha gente, que tiene voluntad de serlo y, aún así, no lo logra”.
El partido avanza, pero no hay goles. “Antoni, me parece que nos estamos cargando el fútbol, tú y yo. El otro día, en el Celta-Barça, seis goles, aquí, ahora, primera parte 0-0”. Y Guille pronostica que los goles llegaran a balón parado, “pues el Madrid mete el 60% de sus goles a balón parado”. Y, de pronto, un saque de esquina con un montón de futbolistas en el área pequeña. “No pasa nada en las áreas que no pase en los transportes públicos, a las siete de la mañana”, señala Daimiel.
Madre lituana
Se quejan de que ya nadie dice defensa “férrea y sin fisuras, los dos términos juntitos”, ni tampoco “zurriagazo”. Y aparece el ilicitano Germán Varela y Daimiel añade, como el que no quiere la cosa, “pues que sepas, Guille, que su madre es lituana”. Y, cómo no, Courtois aparece para salvar el gol ante Silva. “¡Qué barbaridad, siempre Courtois, la agilidad de un portero pequeño por abajo y la contundencia de un portero grande por arriba”.
Y, en el margen izquierdo de la pantalla, el de los datos, aparecen los dos mapas de calor, el del Elche “que parece ¿verdad? el mapa de Gran Bretaña” y el del Real Madrid, “que es como si Gran Bretaña hubiese menguado y se hubiera convertido en un país nórdico ¿a qué sí, Antoni?”
El partido avanza, pero no hay goles. “Antoni, me parece que nos estamos cargando el fútbol, tú y yo. El otro día, en el Celta-Barça, seis goles, aquí, ahora, primera parte 0-0”
Y el árbitro ¿será halcón o paloma? “Este árbitro pita más penaltis que nadie y saca menos tarjetas que nadie”. Y, de pronto, Francisco José Hernández señala el final de la primera parte sin un solo minuto de descuento. Y Daimiel se indigna, bueno, a su manera: “Pero, bueno, qué es esto, una primera parte sin descuento ¡pero si ya estamos en el Black Friday!”
Aparece Rafa Mir en la tele y explica que están muy contentos con el partido “porque estamos siendo nosotros mismos, es decir, estamos haciendo lo que nos dijeron y lo estamos haciendo muy bien”. “Ves, ves, Guille, Mir dice lo que nos dijeron nuestros jefes: ser vosotros mismos. Y en ello estamos”. Y, siguiendo con los topicazos futbolísticos (en plan chanza) se van a publicidad, no sin antes reseñar, entre risas, que “las espadas están en todo lo alto”.
La ropa de Pati
Empieza la segunda parte y toca hablar de la chaqueta que luce el bueno, el joven, el excelente entrenador que es Eder Sarabia. “Ese ‘look’ de Eder es muy pintón, pero no sé si pasaría el examen de Pati, nuestra estilista, yo aún no me hago a la idea. No, no, no me gusta”, indica Daimiel.
Y Trent Alexander-Arnold, el lateral blanco, chuta a la tribuna, a las nubes, para que Guille suelte “ya sabes, Antoni, la ley de la botella, el que la tira va a por ella”. Y añade: “Mira, te contaré, por si no lo sabes, que David Beckham asegura que Trent es el futbolista que mejor centra. Claro que esta vez no ha pretendido que sea un centro, no”.

La chaqueta de Eder Sarabia fue motivo de comentario en la Multipantalla. / Alberto Saiz / AP
Empiezan a caer los goles del Elche, el primero de Febas y el segundo de Álvaro y Guille recuerda ‘la maldición del exfutbolista’, pues ambos jóvenes surgieron en el Real Madrid. Y llegan los empates de los blancos y Guille recuerda que ya lo pronosticó pues, en efecto, se producen (casi) siempre “a balón parado”.
Y le dan un balonazo en la nuez a Asencio, del Real Madrid, y Guille le pregunta a Antonio si él es “más de nueces o de castañas”. Y Daimiel se parte de risa.
Y empiezan a sospechar que el Real Madrid no será capaz de remontar este resultado “porque, desde hace mucho tiempo, el Real Madrid juega a trompicones, a arrebatos”. Y vuelven a decir que son tiempos convulsos para el Real Madrid, como recordando el inicio del partido donde señalaron que “ha perdido la sonrisa”.
“Bueno, Antoni, como la misma vida, tiempos movidos. Fíjate, se separan los Javis; fíjate Andy y Lucas, su rivalidad con Rosalia…” “Y yo que siempre creí que Andy Lucas eran solo uno…”, comenta Daimiel. “No, hombre, no, eran dos, qué cosas dices Antoni”.
Y Daimiel recordó que Peña fue sancionado por Flick por llegar tarde a los entrenamientos. “Pues, mira, mira, a esa parada ha llegado a la hora, no se ha retrasado, no. Pero te diré, Guille, no es fácil ser puntual. Hay gente, mucha gente, que tiene voluntad de serlo y, aún así, no lo logra”.
Y vuelven a divertirse con los topicazos. Partido roto. Partido de ida y vuelta. “Ya apenas se dice eso de poder a poder”. Tan de poder a poder, que a Iñaki Peña le sangra la nariz tras un encontronazo con Vinicius, que proporciona el empate del Real Madrid. “Mal día para dejar de dejar de fumar, Iñaki”, dice Daimiel. “Mira, con sus algodoncitos en la nariz, es tremendo aún no se han encontrado un remedio mejor para cuando te sangra la nariz”, sentencia Guille.
Y acaba el partido. Y Mbappé protesta airadamente a Francisco José Hernández y se lleva una amarilla. “Vaya, Kylian, tercer partido seguido sin marcar y, encima, te vas tarjeteado”, dice Guille. Y, en medio de ese barullo, aparece Affengruber y le pide la camiseta al francés y Daimiel salta “¡hombre, Affengruber!, que no es el mejor momento para pedir la camiseta”.
Total, que se acaba la retransmisión y ellos se miran en el monitor, antes de despedirse amablemente de nosotros y pronosticar que “habrá ruido con este Real Madrid”, comentando entre ellos que “este polito que nos ha dado Pati es guapo y nos sienta muy bien”. Pues eso, hasta el Girona-Real Madrid del próximo domingo.
Suscríbete para seguir leyendo











