Cada movimiento de Donald Trump respecto a Venezuela representa otra escalada de tensión con el potencial de un estallido. Desde este lunes Estados Unidos tiene oficialmente designado como Organización Terrorista Extranjera (FTO por sus siglas en inglés) al Cártel de los Soles, un grupo amorfo que no responde al patrón tradicional de los carteles pero que Washington asegura que está dirigido por Nicolás Maduro.
La designación se oficializó con una publicación en el Federal Register de una orden del secretario de Estado, Marco Rubio, y eleva la presión de Trump sobre Maduro. Ya en julio el Departamento del Tesoro había anunciado sanciones al Cártel de los Soles, pero entonces lo hizo etiquetándolo como un grupo Terrorista Global de Designación Especial que prestaba ayuda a Tren de Aragua y el cartel de Sinaloa, que ya son desde hace meses FTO.
El gobierno venezolano ha rechazado la designación y el ministro de Asuntos Exteriores, Yvan Gil, ha hablado de “falsedad ridícula”, denunciando que con ella se pretende justificar una intervención ilegal, de la que Caracas lleva avisando hace tiempo.
«Gama de nuevas opciones»
La semana pasada tanto Rubio como el secretario de Defensa, Pete Hegseth, habían adelantado el paso sobre la designación. El jefe de la diplomacia estadounidense acusó al cartel de ser “responsable de violencia terrorista” en el Hemisferio Occidental, el argumento sobre el que la Administración de Trump está construyendo su argumentación legal de intervención en la región, cuestionada por expertos legales. Hegseth, por su parte, aseguró que la designación dará “toda una gama de nuevas opciones a EEUU” para lidiar con Maduro.
El jefe del Pentágono no dio detalles sobre esas opciones, pero Trump lleva varias semanas preparando planes. Recientemente el mandatario dijo que ha tomado una decisión sobre qué hacer, pero él tampoco explicó cuál es. En la lista de posibilidades del mandatario, que ya reconoció haber autorizado operaciones encubiertas de la CIA; entran desde una acción directa contra Maduro hasta golpes de precisión o el diálogo .
El mandatario, además, lleva desde el 2 de septiembre aprobando el hundimiento de embarcaciones a las que acusa de narcotráfico. Esos ataques militares son también asesinatos extrajudiciales, como ha señalado ya la ONU, y al menos 83 civiles han muerto en los hundimientos, parte de una supuesta operación “contra el narcoterrorismo” que se ha bautizado como Lanza del sur y que además de en el Caribe está desarrollando en el Pacífico oriental, elevando también las tensiones con Colombia.
Visita militar
Este lunes el general Dan Caine, presidente del Estado Mayor de la Defensa, tenía organizada una visita a los militares desplegados en Puerto Rico. En la isla están más de la mitad de los cerca de 15.000 efectivos de EEUU en la región, escenario de un despliegue imponente. Este mes llegó a aguas del Caribe el USS Gerald Ford, el mayor y más sofisticado portaviones del mundo, que se sumó a ocho buques de guerra, un submarino nuclear y cazas F-35 ya en la zona. Su llegada llevó a Venezuela a declarar una «alerta militar».
El incremento de las operaciones militares y de las tensiones han llevado este fin de semana a varias aerolíneas a suspender todos los vuelos desde y hacia Venezuela. Lo hicieron después de que el viernes la Administración Federal de Aviación de EEUU emitiera un aviso que urgía a los operadores aéreos a “ejercitar precaución”.
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