Wall Street ha subido este viernes (Dow Jones:+1,08%; S&P500:+0,98%; Nasdaq:+0,88%) ante el renovado optimismo por los recortes de tipos de interés, ya que el presidente de la Reserva Federal de Nueva York (Fed), John Williams, ha asegurado que ve «margen para un ajuste adicional» en las tasas. Con todo, los inversores no pierden de vista las altas valoraciones de la inteligencia artificial (IA) y temen la formación de una burbuja tecnológica.
En el cómputo semanal, el parqué neoyorquino ha finalizado una semana bajista en la que el Nasdaq se ha dejado un 2,74%, el S&P 500 ha cedido un 1,95% y el Dow Jones ha retrocedido un 1,91%.
Y es que los sólidos resultados trimestrales de Nvidia no han ayudado a disipar los temores del mercado con la IA. «La mayoría de las noticias dirán que han resurgido las preocupaciones sobre el gasto en IA y el crédito, lo cual es cierto», indica Ipek Ozkardeskaya, analista sénior Swissquote, quien pone el foco en las finanzas del fabricante de chips.
«Se empezó a señalar que Nvidia ha acumulado grandes reservas de chips, en parte porque la demanda se está desplazando hacia su plataforma Blackwell de próxima generación, y en parte porque los controles de exportación estadounidenses han dejado miles de millones de dólares en chips H2O potencialmente invendibles, lo que ha obligado a una depreciación multimillonaria», afirma.
Al mismo tiempo, tal y como comenta esta experta, se ha dicho que Nvidia ha estado recibiendo importantes pagos anticipados de clientes y contabilizándolos como ingresos demasiado pronto, antes de la entrega de los chips. «Esto no es ilegal. Es una práctica que puede mejorar los resultados a corto plazo, pero que podría generar un déficit si los pedidos futuros disminuyen».
«Cuando uno indaga lo suficiente, seguro que encuentra algo turbio. Y la gente solo empieza a indagar cuando se siente incómoda, y esa incomodidad va en aumento. La opinión del mercado se polariza cada vez más entre quienes claman que esto es una burbuja y quienes están dispuestos a seguir invirtiendo. Creo que esta dinámica conducirá a una mayor volatilidad y a grandes fluctuaciones. Será emocionante», remarca Ozkardeskaya.
Por su parte, desde Bankinter explican que «se nota la inseguridad del mercado con respecto a la IA, lo cual es bueno porque permite que se frene de cara a fin de año en lugar de entrar en zona de excesos, teniendo en cuenta las generosas revalorizaciones hasta ahora en 2025″. En este sentido, dicen que, aunque las caídas nunca gustan y menos si cogen velocidad, es mejor que se produzcan ahora en noviembre/diciembre que seguir con subidas rápidas que terminen invitando a una corrección fuerte.
«Las dudas sobre las valoraciones de la IA siguen pesando y, aunque insistimos en que los hipotéticos sobreprecios estarían en la IA aún no cotizada (OpenAI, Mistral, Anthropic, XIA…) y no en el ecosistema de la IA que sí cotiza (Amazon, Nvidia, TSMC, ASML, Netflix…), el miedo irreflexivo a veces deriva en correcciones bruscas como las de ayer. No hay que asustarse», subrayan estos estrategas.
DUDAS CON LOS RECORTES DE LA FED
El otro punto de atención para los inversores es la Fed y, sobre todo, la decisión que tome en su próxima reunión de diciembre. A este respecto, un informe de empleo de septiembre mejor de lo esperado ha rebajado las expectativas de un nuevo recorte en el último cónclave monetario del año.
«La creación de 119.000 empleos, muy por encima de lo previsto, demuestra que el mercado laboral se enfría, sí, pero desde una posición de fuerza. El tirón viene de sanidad, restauración y servicios sociales, mientras manufactura, transporte y empleo federal recortan. Es el clásico cuadro de ‘rotación’, no de colapso. (…) La contrapartida es que la Fed tendrá menos prisa por bajar tipos de forma agresiva«, valora Sergio Ávila, analista sénior de IG.
«Si ya la probabilidad que daban los mercados a que la Fed volviera a bajar sus tipos de interés de referencia en diciembre era muy reducida, el sensiblemente mejor de lo esperado informe de empleo no agrícola de septiembre prácticamente hizo que los inversores descartasen esta posibilidad por completo, lo que también entendemos que tuvo un impacto negativo en los mercados de renta variable estadounidenses», agregan en Link Securities.
Asimismo, cabe recordar que el informe de noviembre -el de octubre no se publicará- se dará a conocer tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de diciembre, lo que impedirá a los miembros del mismo contar con esta referencia, «haciendo de esta forma más factible que opten por no mover las tasas oficiales en el mismo, prefiriendo esperar a tener una visión más completa de la situación por la que atraviesa el mercado laboral estadounidense», aseguran estos expertos. Es más, el IPC del octavo mes del año tampoco se publicará y el de noviembre verá la luz el próximo 18 de diciembre.
Sin embargo, las últimas palabras de Williams han reactivado el optimismo. «Sigo viendo margen para un ajuste adicional a corto plazo del rango objetivo de la tasa de fondos federales, con el fin de acercar la postura de la política monetaria al rango neutral y, de este modo, mantener el equilibrio entre el logro de nuestros dos objetivos. Mis opiniones sobre política monetaria se basarán, como siempre, en la evolución del conjunto de los datos, las perspectivas económicas y el equilibrio de riesgos para el logro de nuestros objetivos de máximo empleo y estabilidad de precios», ha asegurado en la Conferencia del Centenario del Banco Central de Chile.
ECONOMÍA Y OTROS MERCADOS
En cuanto a la agenda macro, este viernes ha recogido la publicación de los PMIs manufactureros y de servicios preliminares de noviembre, que han mostrado un crecimiento acelerado del sector privado estadounidense, así como las expectativas de inflación de la Universidad de Michigan en su sondeo sobre la confianza del consumidor.
En otros mercados, el petróleo West Texas ha bajado un 1,78% ($57,96) y el Brent ha cedido un 1,48% ($62,44). Por su parte, el euro se ha depreciado un 0,12% ($1,1511), y la onza de oro ha perdido un 0,08% ($4.056).
Además, la rentabilidad del bono americano a 10 años se ha relajado al 4,063% y el bitcoin ha perdido un 2,34% ($84.426).











