«Israel debería asumir la responsabilidad de lo sucedido y contribuir significativamente, si no totalmente, a la reparación de los daños y a la reconstrucción», ha dicho el primer ministro palestino, Mohammed Mustafá, durante una rueda de prensa en Bruselas tras la primera reunión del grupo de donantes para Gaza impulsado por la Unión Europea (UE).
El coste humano de la guerra en Gaza es incalculable. Desde que comenzara el conflicto, casi 70.000 palestinos han muerto y otros 170.000 habrían resultado heridos en los bombardeos israelíes. Pero los costes materiales, con buena parte de la Franja reducida a escombros, también son importantes. Palestina quiere que Israel pague por ellos.
Lo ha dicho Mustafá durante una rueda de prensa tras reunirse en Bruselas con representantes de los gobiernos europeos, una decena de países de la región, pero también de Noruega, Japón, Canadá o Nueva Zelanda. El objetivo era discutir cómo pueden contribuir a la agenda de reformas que acompaña la ayuda financiera para reforzar a la Autoridad Palestina, en el contexto de las negociaciones de paz.
La reunión ha concluido sin anuncios sobre nuevas ayudas financieras a la reconstrucción porque, según fuentes comunitarias, no era la intención. «No queremos que sea una conferencia de recaudación de fondos», reconocía una alta fuente comunitaria, apuntando a que será Egipto quien organice una conferencia de donantes en las próximas semanas.
La deuda israelí
El primer ministro palestino ha acusado a Israel de ser responsable de los problemas financieros que acusa la nación. «Si Israel cumpliera con las leyes y los acuerdos firmados y nos pagara lo que nos corresponde, no necesitaríamos el apoyo de nadie», ha dicho Mustafá. El palestino se refiere a que desde hace meses, el Gobierno israelí mantiene congeladas las transferencias de los impuestos que recauda en la Cisjordania ocupada en nombre de la Autoridad Palestina.
«Israel es responsable de la situación financiera actual, y, por supuesto, de la situación política, y esperamos que nos paguen lo que nos corresponde de inmediato», ha insistido. Añadiendo que el Gobierno israelí debería hacerse cargo también del inestimable coste de la reconstrucción de Gaza. La comisaria europea para el Mediterráneo, Dubravka Suica, ha asegurado que la Comisión mantiene contactos diplomáticos con Israel para que reanude las transferencias, pero ha evitado entrar a valorar la petición de Mustafá sobre la reconstrucción de la Franja.
Un papel para la UE
Los ministros de Exteriores de la UE también se han reunido este jueves para discutir cómo puede contribuir el bloque al proceso de paz. Para la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el plan del presidente de Estados Unidos, que abre la puerta a la creación de una «fuerza de estabilización internacional», supone un «cambio en el juego».
Según el ministro de Exteriores de Países Bajos, David van Veel, «por primera vez desde que vivo tenemos un plan sobre la mesa que ofrece una perspectiva hacia la estabilización, la paz y la solución de dos Estados». El papel de la UE, de momento, se limitará a contribuir a formar a las fuerzas de seguridad palestina y reforzar la frontera, además de contribuir con ayuda humanitaria. Previsiblemente serán los países de la región quienes participen en la «fuerza de estabilización».
Pero para que haya un acuerdo de paz, primero debe mantenerse el frágil alto el fuego. En paralelo a estas reuniones, Israel ha llevado a cabo varios bombardeos en la Franja. Primero, en el campo de refugiados de Jan Yunis, donde han muerto 17 personas, después, en la ciudad de Gaza, donde han fallecido 16. Es la cifra más alta de muertos en ataque del ejército israelí desde que comenzó el alto el fuego.
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