Hace ya medio siglo, un pequeño grupo de profesionales del sector alojativo de Gran Canaria emprendió un viaje decisivo a Estados Unidos para participar en una campaña de promoción turística. Durante aquella experiencia, estos pioneros comprendieron la necesidad de proyectar la isla con la misma ambición con la que lo hacían otros destinos consolidados a nivel internacional, una convicción que acabaría dando forma a lo que hoy conocemos como Turismo de Gran Canaria.
Por ello, el Cabildo reconoció este jueves en el Auditorio Alfredo Kraus a trabajadores, empresarios y operadores que han convertido a la isla en un referente en el mundo de los viajes y el ocio. Al acto asistieron Antonio Morales, presidente del Cabildo, y Carlos Álamo, consejero de Turismo, junto a representantes de distintas etapas y sectores de la industria, como María Concepción de Armas Fariña, exconsejera de Turismo, José María Mañaricua, presidente de la FEHT, y Santiago Guerra, de Binter. También se homenajeó a José Ortega y Victoria Hernández, trabajadores de los primeros años, en nombre de todas las personas que han formado parte de Turismo de Gran Canaria durante estas cinco décadas.
Aquel viaje a Estados Unidos fue solo el inicio de una visión clara y decidida. A su regreso, en 1974, los profesionales no perdieron tiempo y se reunieron directamente con el entonces presidente del Cabildo, Lorenzo Olarte, para transmitirle la urgencia de contar con un organismo propio y sólido dedicado a la promoción turística. Aquella iniciativa compartida sembró la semilla de lo que posteriormente se denominó Patronato de Turismo de Gran Canaria, una entidad que, cincuenta años después, sigue trabajando para situar la isla en el mapa mundial de los grandes destinos.
De carácter provincial
Olarte acogió la propuesta con entusiasmo y decidió darle un enfoque más amplio. En lugar de crear un ente dependiente únicamente del Cabildo de Gran Canaria, propuso que tuviera carácter provincial, integrando también a Lanzarote y Fuerteventura, islas que por entonces enfrentaban importantes obras de modernización en puertos y carreteras. Así nació el Patronato Provincial de Turismo de la provincia de Las Palmas, cuya sede abrió sus puertas el 20 de noviembre de 1975.
Entre los pioneros del proyecto se encontraba José Ortega, quien hoy, a sus 88 años, añora con emoción aquellos comienzos y celebra con ilusión el homenaje recibido por su trabajo. Fue uno de los primeros en implicarse en la iniciativa y ocupó el puesto de secretario. Ortega rememora cómo asistía a ferias turísticas, tanto en la Península como en los principales países emisores, para promocionar Gran Canaria. «También contábamos con comisiones de profesionales, como la de Embellecimiento y Protección del Paisaje, que premiaba a los municipios por el cuidado de sus calles y su atractivo turístico», recordó
Además, el Patronato también premiaba tanto a ayuntamientos como a particulares que conservaban en buen estado sus viviendas tradicionales con patios canarios. Estas iniciativas se realizaban en colaboración con la Caja de Ahorros, que reconocía la conservación de las palmeras canarias que embellecían el paisaje insular.
Inicios difíciles
Los inicios no estuvieron exentos de dificultades. La organización atravesó problemas económicos que se superaron gracias a las subvenciones de la Mancomunidad. Con la posterior creación del Gobierno de Canarias, surgió el Patronato Insular de Turismo de Gran Canaria, ya que el nuevo Ejecutivo asumió las competencias en materia turística y apostó por que cada isla contara con su propio organismo. De esa estructura nació el modelo que ha perdurado hasta hoy y que sigue definiendo la labor de Turismo de Gran Canaria, consolidando medio siglo de progreso, innovación y liderazgo en el sector.
«El turismo inglés fue el primero en llegar, aproximadamente entre los años 50 y 60», destacó Ortega, que aún recuerda cómo llegaban oleadas de visitantes a la isla a través de las compañías carboneras y, más tarde, con los barcos de vapor. Además, el primer núcleo turístico de la isla se concentró en Las Palmas de Gran Canaria, para luego expandirse hacia el sur. Más adelante, las llegadas del turismo nórdico colmaron los alojamientos que existían en la capital, atraídos por el sol y la playa, principales reclamos de la promoción turística que se realizaba en sus países de origen.
Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, resaltó este jueves durante el acto que «celebrar 50 años de Turismo en Gran Canaria es celebrar 50 años de cambio, modernización, progreso, innovación y de historia compartida». Este homenaje llega acompañado de datos contundentes: la isla mantiene el liderazgo regional en gasto por turista, posición que ha ocupado en seis de los últimos siete años. En 2024, Gran Canaria alcanzó una facturación récord de 6.034 millones de euros, recibiendo a 4,71 millones de visitantes.
Carlos Álamo, el consejero de Turismo, concluyó el homenaje afirmando que la isla «se presenta al mundo como un destino moderno, seguro y con los máximos estándares de calidad».
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