Curazao acaba de protagonizar lo que es seguramente una de las historias más insólitas de todos los Mundiales. Esta pequeña isla caribeña, que apenas cuenta con 150.000 habitantes -casi los mismos que Marbella, Badajoz o Logroño, por poner ejemplos- ha conseguido lo imposible: clasificarse para una Copa Mundial de la FIFA. Será en 2026, en la cita que albergará Estados Unidos, México y Canadá, cuando ‘La Familia Azul’ imprima su nombre por primera vez en los libros de historia mundialista, un milagro sin precedentes que pone a este país entre Venezuela y Colombia en el mapa futbolístico internacional.
Solamente necesitaba un empate la selección dirigida por Dirk Advocaat para poder sellar su clasificación mundialista. Se enfrentaban esta noche del martes a Jamaica, un equipo sobre el papel favorito, pero que vivió en sus propias carnes la fuerza de un país minúsculo que se propuso hacer lo imposible. Lo hicieron a base de mucho sufrimiento, un partido que terminó 0-0, pero que requirió de fortuna y buen hacer de la zaga defensiva para obrar el milagro.
Un milagro con explicación
Tras el pitido final, la locura se desató en el verde. Y no es para menos; Curazao destrozó el récord de ser el país con menor población en la historia de los Mundiales en participar en una cita de este calibre. Lo albergaba Islandia, con poco más de 330.000 habitantes, que quedan grandes incluso comparados con los 150.000 de Curazao. Una gesta sin precedentes.
Y como toda historia, esta tiene un motivo detrás. Esta isla caribeña ha pasado de manos españolas a neerlandesas e inglesas. Durante el Siglo XX, Curazao pasa a formar parte de las Antillas Neerlandeses, un territorio autónomo dentro de los Países Bajos. Sin embargo, en 2010, se disuelven y este territorio adquiere la categoría de país autónomo dentro del Reino de los Países Bajos. Y es ahí donde radica el fondo del asunto.
Porque todos los convocados por Curazao son nacidos en Europa con raíces curazoleñas, algo que explica -en parte- por qué un país con 150.000 habitantes puede tener una plantilla suficientemente competitiva para disputar una Copa Mundial de la FIFA. Este proyecto futbolístico que inició hace casi dos décadas tocó su cima esta noche, cuando lo imposible se hizo posible en las Eliminatorias para el Mundial de la CONCACAF. El Mundo espera a Curazao, debutante en una cita de este calibre en Estados Unidos, Canadá y México como Uzbekistán, Jordania y Cabo Verde.












