Joaquín Leguina, expresidente de la Comunidad de Madrid, analizó en El Cascabel de TRECE la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que declara que el PSOE vulneró sus derechos al prolongar de forma irregular su suspensión de militancia. El histórico dirigente socialista afirmó que el fallo «no solo me beneficia a mí, beneficia al buen funcionamiento de los partidos» y advirtió de que el PSOE vive una crisis profunda derivada, en su opinión, de las decisiones del secretario general, Pedro Sánchez.
«Lo que quería Sánchez era echarme»
Leguina explicó que la sentencia pone fin a un proceso que comenzó, asegura, por un enfado personal del secretario general socialista. «En realidad, yo creo que a mí lo que quería Sánchez era echarme», afirmó. Según relató, en el pliego de cargos que recibió «no aparece por ningún lado» referencia alguna a Isabel Díaz Ayuso, pese a que públicamente se vinculó su suspensión a su apoyo a la presidenta madrileña. «No es que yo no tenga la mejor opinión de esta señora, que la tengo», puntualizó.
El expresidente madrileño defendió que la resolución judicial tiene un valor que va más allá de su caso particular: «Un partido, para echar de sus filas a un militante, tiene que tener algo detrás. No puedes empapelar a alguien y tenerlo ahí eterno». Subrayó además que este tipo de prácticas deberían reservarse para casos graves: «Algo que tenga que ver con el dinero mal adquirido, por ejemplo».
Preguntado sobre su situación actual, Leguina confirmó que sigue siendo militante del PSOE: «Sí, sí, sí». Sobre si conservará el carné pese a su enfrentamiento con Pedro Sánchez, señaló: «Yo creo que sí… quiero ser optimista y quiero pensar que Pedro Sánchez tiene los días bastante contados».
«Sánchez se ha juntado con los que odian a España»
El entrevistado endureció su crítica política hacia el líder del Ejecutivo: «Tiene unas dificultades para gobernar. Se ha juntado con los que odian a España. Los separatistas odian a España». Añadió que el presidente ha roto los puentes con el PP, lo que impide la estabilidad necesaria en una democracia: «En España es imprescindible que haya ciertos acuerdos entre los dos grandes partidos… y este se ha juntado con los peores».
A juicio de Leguina, la deriva del actual PSOE amenaza su continuidad como partido nacional. «Lo ha dejado hundido», afirmó. También lamentó los efectos económicos de la actual legislatura: «El PIB crece, pero el producto interior per cápita está cayendo, los salarios están cayendo».
Cuando se le preguntó por la posible falta de reacción interna ante Sánchez, coincidió con la crítica: «Estoy de acuerdo… o lo salvan las siguientes generaciones o se hunde». Señaló que la renovación debe venir de personas jóvenes, pero alejadas del aparato: “Que no sean de los del aparato”.

«Yo no voy a pedir dinero; lo que pido es que los jóvenes tomen el partido»
Leguina rechazó exigir al PSOE una compensación económica o una disculpa formal: «No voy a pedir dinero». En su lugar, pidió que «los más jóvenes se hagan cargo del partido» y definió cuál debe ser el papel de las figuras históricas: «Nosotros, los viejos, tenemos que apoyarnos». Nombró explícitamente a Felipe González y Alfonso Guerra: “De esa edad somos muchos y podemos echar una mano”.
Sobre el futuro político inmediato, se mostró partidario de un cambio de ciclo: “Que se vaya cuanto antes… vayamos a unas elecciones y que haya una alternancia normal”. También criticó leyes aprobadas por el actual Gobierno y citó la ley de memoria democrática: «Las primeras que yo tiraría abajo son la ley de historia democrática».
Leguina concluyó con una reflexión histórica: “Toda la gente que fue asesinada por Franco merece todo. Y la gente asesinada por los del PC, por el Partido Socialista y por los anarquistas, no merece nada”.













