- El arancel que cambia el tablero
- El cava gana terreno
- Una vendimia que da aire al sector
- Presión también sobre el vino
La medida ha alterado el equilibrio de un mercado en el que el espumoso francés llevaba una década de crecimiento continuo.
En contraste, los productores españoles han encontrado una oportunidad inesperada: “El arancel nos hace más competitivos que el champagne”, resume a Confidencial Digital Joaquim Tosas, presidente de la Asociación de Elaboradores de Cava.
“Los precios medios del cava ya eran bastante más bajos. Si un champagne se vendía a 100 y un cava a 50, este 15% de incremento son 15 dólares más en un caso y siete y medio en el otro”, detalla.
El arancel que cambia el tablero
La tasa aplicada por la Administración Trump afecta a la mayor parte de vinos y bebidas espirituosas francesas. En el caso del champagne, llega tras diez años de fuertes subidas de precio.
Según el último informe del servicio de Aduanas e Impuestos Indirectos francés, el valor exportado pasó de 2.400 millones de euros en 2014 a 3.900 millones en 2024, impulsado únicamente por los incrementos tarifarios: el precio medio por litro subió de 19,8 a 32,2 euros en ese periodo.
Estados Unidos, destino clave para el sector, absorbía cerca del 20% de las exportaciones. Pero el nuevo arancel coincide con una tendencia a la baja: el precio por litro exportado cayó de 25 euros a 23 euros entre el último trimestre de 2024 y el primero de 2025.
A ello se suma la depreciación del dólar frente al euro —un euro equivale hoy a 85 centavos—, que encarece aún más el producto para el consumidor estadounidense.
El cava gana terreno
En 2024, los productores españoles cerraron el año con 218 millones de botellas vendidas, un 13,4% menos que en 2023, aunque la facturación solo cayó un 4,2% por la subida general de precios, según datos la Denominación de Origen Cava, que agrupa a las principales productores de cava en España, entre ellas Freixenet o Codorníu.
Estados Unidos fue el tercer mercado internacional, con 17,8 millones de botellas (el 12,7% de las ventas exteriores), pese a que el volumen retrocedió un 4,58%.
El giro ha llegado en los primeros meses de este año: las ventas de cava a Estados Unidos crecieron un 7,3% en el primer semestre de 2025. La explicación, según Tosas, está en el diferencial de precios que deja al cava en una posición ventajosa frente al champagne.

Una vendimia que da aire al sector
Los productores llegan a esta campaña con cierto alivio. “Ha sido una vendimia buena en términos cuantitativos, aunque no estamos todavía a niveles productivos potencialmente altos porque todavía tenemos el arrastre de la sequía de estos tres últimos años”, explica el presidente de la Asociación de Elaboradores de Cava.
La mejora de la producción permite mirar a la Navidad con optimismo. “Prevemos una buena campaña, mejor que la del año pasado”, sostiene Tosas.
“Los precios del cava no van a subir durante la Navidad”, afirma. El sector ha sufrido la escalada del coste del cristal, el papel y la energía, así como el encarecimiento de la uva en las últimas cosechas, pero descarta repercutir más subidas en las semanas de mayor demanda.
Presión también sobre el vino
La batería arancelaria de Trump no solo afecta a Francia. La Federación Española del Vino (FEV), que representa a un total de 950 bodegas españolas, ha alertado recientemente de una caída del 6,7% en las exportaciones de vino español a Estados Unidos entre enero y julio.
En la DO Rioja, las ventas descendieron un 6% en el mismo periodo. Pero el impacto está siendo menor de lo esperado: las principales bodegas han decidido no trasladar el coste a los consumidores.
“Estamos haciendo un esfuerzo para que no haya impacto en los precios”, explicaba recientemente Ricardo Diéguez, director general de Marqués de Riscal. Aun así, reconoce una “desaceleración de las ventas”.











