«Estuve dos meses tratando de conseguir cita para renovar la ‘tarjeta roja’ [documento provisional que se emite en España a quienes han solicitado asilo] y era imposible. Entraba todos los días a la página web y me bajé una aplicación que decía cuándo había citas libres, pero nada. Al final acabé comprando una cita, no sé a quién, fue a través de una amiga. Pagué 80 euros«. Celi, peruana, aguarda con paciencia la cola de la Oficina de Extranjería de la calle Pradillo de Madrid junto a decenas de inmigrantes más.
Analí, venezolana, se tiró llamando al teléfono del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática sin éxito durante tres meses. Ella y dos familiares más. «Es desesperante, estás todo el día, hay que tener mucha paciencia. Hay gente que acaba pagando, claro, yo al final no tuve que hacerlo», señala la mujer, que precisa que a ella le salió la resolución favorable de petición de asilo, pero no sabía nada de la de su hijo: «Vengo a que me digan».
«Fue desesperante, incluso los funcionarios con los que hablé reconocieron que lo mejor era comprar la cita»
Quien más quien menos ha pasado las de Caín para obtener el papelito para realizar unos trámites de los que, en algunos casos, depende su estancia en el país. Muchos han acudido al mercado negro de citas, como María, sudamericana perseguida en su país que se tiró meses para ser atendida por la Administración. «Fue desesperante, incluso los funcionarios con los que hablé reconocieron que lo mejor era comprar la cita. Al final fue lo que hice porque me urgía y pagué 400 euros«, relata.
Semanas al teléfono o dando al F5
«Una de las recomendaciones que te llegan a dar es que te bajes una app que funciona como un ‘call center’ y hace cientos de llamadas al día, pero ni con esas», relata la mujer, que como miles de inmigrantes se tiran semanas enteras colgados al teléfono o dándole al F5 de su ordenador para refrescar la página y comprobar si salen espacios disponibles.
Peticiones de asilo, solicitud de Tarjetas de Identificación de Extranjeros (TIE), del NIE, renovación de papeles… La petición de citas «está colapsada», según coinciden en denunciar abogados especializados en Extranjería, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y UGT. Una problemática ya cronificada.
«Se debería pasar a un servicio de atención presencial sin cita porque luego hay casos de Oficinas de Extranjería que están vacías»
Desde el sindicato exigen al Gobierno que tome «medidas urgentes» para erradicar un problema que afecta «especialmente a colectivos vulnerables y no solo a personas que necesitan realizar trámites de Extranjería», sino también a solicitantes de prestaciones por desempleo o que necesitan realizar gestiones de documentos en la Seguridad Social. «Es inaceptable que la ciudadanía tenga que pagar por un servicio público», subrayan.
Las mafias usan ‘bots’ informáticos
«Yo he conocido casos escandalosos de personas que han tenido que pagar 400 o 500 euros por una cita de asilo», explica a El Periódico Vicente Martín, abogado del despacho Parainmigrantes.info. Según explica, hay mafias que utilizan «bots informáticos que se quedan con muchas de las citas de oficinas de Extranjería, de comisarías o del Registro Civil. Cuando salen las 40 o 50 citas del día correspondiente las acaparan y ya no hay manera de conseguirlas«.
Con el sistema prácticamente copado por estos ‘hackers’ informáticos, los inmigrantes se ven obligados a acudir a un mercado negro donde el precio del papelito varía por lo pronto que se tendrá la cita o la demanda que haya de ellas en ese momento. Su venta se realiza por multitud de canales, desde grupos de Facebook o Telegram de inmigrantes a Wallapop o Milanuncios, o incluso en locutorios.
España es el tercer país que más solicitudes de asilo recibe de la UE tras Francia y Alemania, entre 160.000 y 180.000 al año
«El problema surgió con la pandemia del covid, los servicios que eran presenciales pasaron a ser telemáticos. Se debería pasar a un servicio de atención presencial sin cita porque luego te encuentras casos de Oficinas de Extranjería que están vacías», aprecia Martín.
«Problema estructural»
Para Mauricio Valiente, presidente de CEAR, lo que ocurre con las citas «es un problema estructural» ya que no hay capacidad material para atender todas las peticiones de asilo que se producen, con entre 160.000 y 180.000 al año, siendo España, tras Francia y Alemania, la que más tiene de toda la Unión Europea [el año pasado un tercio de las peticiones fueron de venezolanos].
Madrid, País Vasco, Catalunya, Valencia y Andalucía son las comunidades donde el problema es mayor
Valiente explica que es un «problema particularmente grave» ya que, si no se manifiesta ante la Administración la voluntad de pedir asilo, los inmigrantes no pueden beneficiarse de las medidas del sistema de acogida, como pueden ser las prestaciones del Ministerio de Inclusión, las plazas en centros de acogida o los cursos de orientación para el empleo.
Catalunya, entre las comunidades con más problemas
Las comunidades con los mayores problemas para conseguir cita son, según tienen detectado desde CEAR, Madrid, País Vasco, Cataluña, Valencia y Andalucía. Según Valiente, debería dedicarse «una mayor dotación de personal» además de aplicarse mecanismos que combinen lo telemático con lo presencial para agilizar los tiempos y, sobre todo, generar algún tipo de procedimiento más sencillo para que al menos el inmigrante pueda manifestar su voluntad de pedir asilo y tenga «un tipo de resguardo que les pueda dar seguridad jurídica».
Por su parte, UGT insta al Gobierno a realizar una auditoría sobre estas brechas de seguridad en el sistema de petición de citas. «Exigimos una reforma integral y que se adopten medidas de seguridad más robustas, como CAPTCHA avanzado o sistemas de verificación por SMS, para asegurar que las citas sean solicitadas únicamente por personas físicas», concluyen desde el sindicato.
Suscríbete para seguir leyendo













