La NFL ha llegado a Madrid para quedarse. El espectáculo vivido en el Santiago Bernabéu (78.610 espectadores) durante el duelo entre Washington Commanders y Miami Dolphins (13-16), encargados de inaugurar el fútbol americano de élite en España, queda ya grabado en la historia. Los alrededores de Chamartín respiraban NFL desde horas antes del kickoff: un pequeño pedazo de Estados Unidos instalado en la capital, con aficionados llegados de todo el mundo hablando el mismo idioma del balón ovalado. Lo que ocurriera dentro de las 100 yardas casi era anecdótico ante el éxito que se vivió en las gradas, repletas y entregadas a la llegada de los “superhéroes” de la liga. Personalidades como Zidane, Griezmann o Koke no quisieron tampoco perderse una cita que acabaría decidiéndose en la prórroga. Nervios hasta el final.
Sobre el césped, los Dolphins partían como favoritos: por estado de forma, por el talento de sus playmakers principales y, sobre todo, porque los Commanders aterrizaban en Madrid sin su quarterback titular y arrastrando cinco derrotas consecutivas.
Miami exhibe su backfield
A los mandos de un Tua Tagovailoa preciso y cómodo, Miami movió las cadenas con facilidad gracias a su socio en el backfield, De’Von Achane, que firmó 35 yardas en sus primeras acciones. Los de Florida inauguraron el marcador con un field goal (0-3). En la banda, Mike McDaniel celebraba una serie ofensiva que recordaba a la exhibición del equipo ante los Bills la semana anterior, su mejor actuación del curso.
Achane corre entre la defensa de Washington / Bernat Armangue
Washington respondió con paciencia. Más lento, pero efectivo, consiguió igualar el marcador con otro field goal antes del final del primer cuarto (3-3). El Bernabéu, teñido del característico cian que evoca a la leyenda Dan Marino, presente en el estadio, seguía viviendo una fiesta continua mientras los Dolphins recuperaban el mando del partido. En su segundo drive, Miami volvió a desplegar potencia y explosividad, aunque la ofensiva volvió a embarrarse en la zona roja. Un sack a Tua obligó de nuevo a recurrir a los especialistas para el 3-6.
Un partido de field goals
Con Marcus Mariota tomando los mandos en ausencia del lesionado Jayden Daniels, los Commanders encontraron oxígeno gracias al play action y a las carreras de Chris Rodriguez Jr., que permitió que la ofensiva de Dan Quinn carburara por momentos. Pero la defensa de Miami respondió con autoridad en las últimas yardas, frenó el impulso rival y forzó otro field goal que mandó el partido al descanso con empate en el marcador.
Los touchdowns se resistían en Madrid, pero el espectáculo —en la grada y en el campo— dejaba claro que el estreno de la NFL en España estaba cumpliendo todas las expectativas. Al ritmo del DJ Bizarrap y Daddy Yankee, el público en las gradas se divirtió en este particular ‘half time’ show que dio paso a la reanudación.
Llega el primer touchdown
Washington encendió al Bernabéu con el primer touchdown del partido, obra de Deebo Samuel. Tras dos potentes carreras de Chris Rodriguez Jr. castigando por el centro, el receptor firmó una acción marca de la casa: recepción corta en la zona underneath, lectura perfecta de bloqueos y aceleración final para atravesar la endzone (13-6). Una jugada que recordó al Samuel de los 49ers que estuvo a un paso de conquistar la Super Bowl.
Miami quiso responder con la misma contundencia. La conexión Tagovailoa–Waddle explotó por fin con una big play de 31 yardas que solo evitó el touchdown gracias a un placaje providencial. Los de Mike McDaniel dispusieron de dos oportunidades claras para sumar seis puntos a solo dos yardas de la endzone, pero el front seven de Washington, liderado por un enorme Bobby Wagner, se hizo gigante y forzó un turnover on downs que desató la locura en la grada.

Deebo Samuel anota el primer touchdown de la NFL en Madrid / Bernat Armangue
Aun así, los Dolphins recuperaron la posesión rápidamente y volvieron a plantarse en la red zone gracias a dos jugadas explosivas de Malik Washington, que combinó visión y elusividad para sortear placajes y colocar a su equipo a las puertas de su primera anotación. Con solo quince minutos por delante, el partido entraba en su tramo decisivo.
El festival de De’Von Achane —claramente el MVP del Bernabéu— volvió a aparecer en el momento clave. Desde el backfield deslumbró con cortes y aceleraciones, hasta servir en bandeja un touchdown de una yarda a Ollie Gordon, que atravesó el muro defensivo para poner el empate (13-13). La segunda parte elevaba el ritmo y el encuentro se abría por completo.
Final de locos…y a la prórroga
En la primera acción del siguiente ataque de Washington, Marcus Mariota improvisó un scramble monumental de 44 yardas que levantó al estadio entero. Pero la montaña rusa no terminó ahí: de héroe pasó a villano minutos después con un fallo clamoroso en un pase sencillo en 4&1, cediendo la posesión.
Y aún quedaba más drama. En lo que podía ser la última serie del tiempo reglamentario, el retornador de Washington perdió el balón en un error inexplicable que entregó a Miami una oportunidad de oro. El Bernabéu rugió: bastaban unas pocas yardas para situarse en rango de field goal y sellar el triunfo. Pero los Dolphins volvieron a pecar de exceso de ambición; en lugar de asegurar la patada casi definitiva, optaron por correr y terminaron perdiendo el balón en downs. El cierre del tiempo reglamentario llegó con un intento épico de 58 yardas de Washington que salió desviado. La tensión era máxima. Nos íbamos a la prórroga.
La defensa de Miami aparece
En la prórroga, Marcus Mariota cayó presa del exceso de confianza y fue interceptado en su primer pase por Jack Jones. El defensivo no logró convertir la acción en pick-six, pero dejó el balón en posición inmejorable para que Miami, otra vez, tuviera el triunfo servido.
Esta vez no hubo dudas. Riley Patterson no titubeó y transformó una patada asequible entre los tres palos, sellando así la primera victoria de la NFL en suelo español para los Miami Dolphins.













