El 2025 iba camino de convertirse en el primer año, desde hace más de una década, sin convocatorias electorales en España: desde 2013 no se daba un calendario sin elecciones generales, autonómicas y municipales o europeas. La decisión de María Guardiola de anticipar los comicios al próximo 21 de diciembre no solo ha roto esta dinámica, sino que ha colocado a Extremadura en el centro del tablero político nacional: será la primera vez que la comunidad, tradicionalmente alejada del foco mediático, saque las urnas a la calle con este nivel de expectación.
El 21D será el termómetro para medir el pulso de los partidos en el inicio del nuevo ciclo político, que en 2026 traerá convocatorias autonómicas en Castilla y León (marzo) y Andalucía (junio) y un posible adelanto en Aragón a la expectativa de lo que ocurra finalmente con las elecciones generales tras la ruptura de Junts y el gobierno de Pedro Sánchez. Al anticiparse a diciembre, Extremadura votará sin interferencias de otros procesos electorales, lo que amplificará el impacto de la campaña y propiciará una lectura de los resultados en clave nacional.
Reforzar la estabilidad
María Guardiola ha pulsado el botón electoral para consolidar su posición tras año y medio de gobierno en solitario marcado por el bloqueo parlamentario. Desde el PP insisten en que la convocatoria solo busca reforzar la estabilidad y «dar voz a los extremeños» ante la imposibilidad de sacar adelante las cuentas autonómicas por segundo año consecutivo.
Génova avala la estrategia, que junto al resto de citas autonómicas interpreta como una ‘primera vuelta’ de las generales: la dirección nacional del PP aspira a consolidar la gestión de sus gobiernos autonómicos y marcar la agenda política mientras la falta de apoyos parlamentarios a Pedro Sánchez reabre el debate sobre la duración de la legislatura.
6.000 votos de diferencia
En 2023 los socialistas ganaron las elecciones en Extremadura por apenas 6.000 votos, pero PSOE y PP empataron en el reparto de escaños con 28 diputados cada uno. La formación de Santiago Abascal, con cinco asientos en la Asamblea, resultó decisiva para la investidura de Guardiola, que se produjo tras varias semanas de tensos enfrentamientos públicos. Los otro cuatro escaños son de Unidas por Extremadura, que se quedó solo a un diputado de poder conformar una mayoría absoluta con el PSOE.
Ahora la gran incógnita es saber si finalmente el PP conseguirá por primera vez los ansiado 33 escaños o, como apuntan las encuestas, necesitará una reedición de su alianza con Vox para seguir gobernando. El resultado no solo será clave para el futuro de Extremadura, sino que podría anticipar el tono de las negociaciones en el resto de comunidades con citas electorales pendientes y también el tablero nacional, condicionado por la incertidumbre que acecha a la Moncloa por la falta de apoyos parlamentarios.
El candidato procesado
Del lado socialista, Miguel Ángel Gallardo encara su primera cita autonómica como candidato a la Junta a las puertas del banquillo por delitos de prevaricación y tráfico de influencias . El PSOE busca mantener el liderazgo que tradicionalmente ha ejercido en Extremadura en un contexto adverso, marcado no solo por el calendario judicial del caso David Sánchez, sino también por la guerra interna sin precedentes que se desató por el control del partido tras la marcha de Guillermo Fernández Vara.
Miguel Ángel Gallardo junto a Pedro Sánchez y Guillermo Fernández Vara, en las primarias del pasado marzo. / Europa Press
El 21D servirá para medir el desgaste del partido en esta situación inédita, añadiendo además otro factor de incertidumbre: la ausencia de elecciones municipales. Será la primera vez que los extremeños voten al presidente de la Junta sin el impulso de las redes locales y los analistas coinciden en que este escenario podría perjudicar al PSOE: los socialistas controlan un mayor número de alcaldías y no en vano, dirigen en esta legislatura las dos diputaciones provinciales.
Respaldo de la federal
En este contexto, la Federal ha asumido un papel activo en la campaña extremeña, con la presencia de Pedro Sánchez y sus ministros en varios actos y una estrategia orientada a presentar a Gallardo como una figura de renovación y gestión avalada por sus seis mayorías absolutas como alcalde frente a la alianza PP-Vox.
Los socialistas confían en movilizar al electorado a través del debate sobre los servicios públicos, la sanidad y la dependencia. Y sobre todo, el rechazo al PP por sus pactos con Vox, con el acuerdo para sustituir a Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana como primer indicador de lo que podría venir después.
La carrera ya ha comenzado. Los principales líderes nacionales centrarán sus mensajes y presencia en Extremadura, que los próximos días será termómetro del clima político en España. Alberto Núñez Feijóo arropará a María Guardiola este domingo en la apertura de la precampaña del PP en Lobón y Santiago Abascal vendrá el lunes a Mérida para presentar las listas de Vox a la Asamblea tras designar candidato a Óscar Fernández. Será ya el segundo viaje que el líder de la formación realice a Extremadura de cara al 21D, tras visitar Plasencia y darse un baño de multitudes en Cáceres.
Y hasta en cuatro ocasiones está prevista la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La primera será este miércoles, también en Mérida, para presentar las candidaturas del PSOE a la Asamblea. Este viernes, el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, participará ya en un mitin con Gallardo en Coria.













