«Estaba débil y exhausto». Así describieron los trabajadores de la central térmica de Jinámar al cernícalo que apareció atrapado en las instalaciones. El pájaro había quedado encajado entre una doble pared y no podía salir. El personal, compuesto por empleados de varias subcontratas que operan en la sede, escuchó los ruidos del animal y enseguida se preocupó por su estado. Dejaron su labor a un lado y se pusieron manos a la obra para sacarlo con vida. Pronto comprobaron que no iba a ser una tarea fácil.
Para entender lo ocurrido, conviene explicar la compleja estructura del edificio, ya que el archivo cuenta con una doble pared y una amplia cristalera orientada al sol. El animal logró introducirse en uno de los huecos de la zona, que es inaccesible para un ser humano. «El espacio entre la falsa pared y la cristalera se había convertido en un horno», recuerdan los trabajadores. El tiempo jugaba en su contra: había que rescatar al ave antes de que la escasa ventilación y el calor lo fulminaran. La única solución fue romper la pared. Hicieron una pequeña abertura en la zona donde se divisaba al cernícalo.
El cernícalo atrapado en la pared de la central térmica de Jinámar. / LP/DLP
Momentos de tensión
Al hacer la incisión, se dieron cuenta de que el pájaro no salía. Estaba desorientado y el miedo lo mantenía paralizado en aquel hueco sofocante, mientras los presentes dudaban sobre cómo conseguir salvarlo. No tenían formación en fauna ni en rescates, pero estaban decididos a sacarlo con vida. Entonces, uno de los empleados probó un recurso ingenioso: reproducir desde su teléfono móvil el sonido de los cernícalos para guiarlo hacia la salida. «Poco a poco se acercó al orificio y, tras unos momentos de duda, logró salir del angosto y caluroso escondite», recuerdan. El equipo lo recogió y lo colocó en una caja bien ventilada, donde también le ofrecieron un poco de agua.
Final feliz
Finalmente, el cernícalo fue recogido por especialistas del Centro de Coordinación Operativa Insular (Cecopin) y trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, donde recibirá los cuidados necesarios para volver a su hábitat. «Más allá de las tareas diarias, la sensibilidad y la solidaridad pueden transformar un día de trabajo en una noble misión de rescate», destacaron los empleados tras el rescate.
El cernícalo común es la rapaz más extendida de Canarias, aunque también habita gran parte de Europa, África y Asia. Su hábitat es muy diverso, puede encontrarse en zonas costeras, áreas de cultivo, bosques abiertos e incluso entornos urbanos. Su dieta incluye pequeños animales como ratones, lagartos, crías de otras aves o ardillas, además de insectos de gran tamaño.












