A pesar de las llamadas a la paz de Nicolás Maduro y las dudas de Donald Trump en torno a la posibilidad de lanzar una operación militar en Venezuela para derrocar al régimen chavista, la tensión en el Caribe sigue in crescendo. El Pentágono anunció este jueves el inicio de operación militar Lanza del Sur, pero no ofreció detalles específicos sobre en qué consistirá. Tan solo que se trata de un paso más en la lucha de la Administración estadounidense contra el narcotráfico.
El lanzamiento de la operación fue comunicado por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, con un breve mensaje publicado en la red social X. El jefe del Pentágono definió este movimiento como una misión que busca expulsar a los «narcoterroristas» del hemisferio y proteger a Estados Unidos «de las drogas».
Sin embargo, el anuncio de Hegseth no fue acompañado de contexto ni de fechas ni de objetivos concretos, por lo que ha suscitado dudas sobre si se trata de una referencia a las maniobras que el Comando Sur realiza en aguas internacionales desde agosto en el Caribe y el Pacífico contra lanchas que supuestamente transportan drogas o si es un nuevo paso de la estrategia estadounidense.
President Trump ordered action — and the Department of War is delivering.
Today, I’m announcing Operation SOUTHERN SPEAR.
Led by Joint Task Force Southern Spear and @SOUTHCOM, this mission defends our Homeland, removes narco-terrorists from our Hemisphere, and secures our…
— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) November 13, 2025
Según informa la cadena CNN, Trump fue informado este miércoles sobre las distintas opciones que se barajan para llevar a cabo una operación militar en territorio venezolano. En la reunión estuvieron presentes tanto Hegseth como el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU.
Entre las distintas intervenciones que se han detallado al presidente republicano se encuentran ataques aéreos contra instalaciones militares y gubernamentales de Venezuela, bombardeos a los lugares donde se prepara y empaqueta la cocaína y a las rutas utilizadas por los narcotraficantes o incluso la puesta en marcha de un plan más ambicioso para echar a Maduro.
Trump advirtió a principios de noviembre que el líder venezolano tiene «los días contados». No obstante, en una entrevista con la cadena CBS reconoció que no tiene claro si emprender una acción militar: «Lo dudo. No lo creo. Pero nos han tratado muy mal». El presidente estadounidense no quiere dar órdenes que pongan en riesgo las vidas de los soldados estadounidenses.
Horas antes de la noticia del Pentágono, el secretario de Estado, Marco Rubio, descartó la presencia de fuerzas militares en México y rechazó emprender «acciones unilaterales» en el país vecino contra el narcotráfico sin que las autoridades del país lo pidan.
Ataques en el Pacífico y el Caribe
Bajo el argumento de combatir el narcotráfico, la Administración Trump escaló su ofensiva contra carteles latinoamericanos, a los que ha designado como organizaciones terroristas, justificando que Washington se encuentra en un «conflicto armado directo».
Desde agosto, las fuerzas estadounidenses han reforzado sus operaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, desplegando en la región tropas y buques de guerra. En septiembre, Washington empezó a atacar lanchas argumentando que estaban vinculadas al narcotráfico y hasta el momento ha hundido al menos 20 embarcaciones y ha matado a unas 80 personas que viajaban a bordo.

Nicolás Maduro este jueves en Caracas durante una marcha multitudinaria.
Reuters
El despliegue militar de Estados Unidos incluye desde hace tres días el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono, y todo su grupo de ataque: más de 4.000 marineros y decenas de aeronaves tácticas.
Washington también mandó fuerzas terrestres a Panamá, la primera vez en más de dos décadas que el Ejército estadounidense desplaza al país tropas convencionales. Pero ambos países han negado que ese movimiento esté conectado con las operaciones del Caribe, que, según informes oficiales, han servido para incautar más de 34 toneladas de drogas.
Respuestas a la «amenaza»
Este despliegue militar ha tensado la relación de Washington con Colombia y su presidente, Gustavo Petro, acusado por Trump de ser «narcotraficante» y sancionado económicamente en consecuencia. Petro ha rechazado los ataques a las lanchas tachándolos de «ejecuciones extrajudiciales».
Sin embargo, la presión principal la ejerce Trump contra Venezuela y Nicolás Maduro, a quien señala como líder del Cartel de los Soles para exportar drogas a Estados Unidos y por quien promete una recompensa de 50 millones de dólares por información que conlleve a su captura.
Maduro ha denunciado la «amenaza» de la presencia militar estadounidense cerca de sus costas y asegura que responde a la voluntad de la Casa Blanca de propiciar «un cambio de régimen» y sacar del poder al chavismo.
El presidente venezolano ha llamado a la población a prepararse para una eventual «lucha armada» y ha ordenado la creación de unos comandos de defensa integrados por ciudadanos, militares y funcionarios públicos.
Además, también anunció el despliegue de 200.000 militares y la «movilización de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos» para hacer frente a Estados Unidos. Este jueves, mientras participaba en una multitudinaria marcha por Caracas, el líder chavista hizo un nuevo llamamiento a la paz, interpelando directamente a Trump: «No más guerras injustas. No más Libia, no más Afganistán».
La líder opositora María Corina Machado, Premio Nobel de la Paz de 2025, habló el miércoles de estar en las «horas decisivas» de «un momento histórico», sin referirse explícitamente de la ofensiva estadounidense pero pidiendo una «transición pacífica» en Venezuela. Unas palabras que han avivado todavía más los rumores de un posible ataque directo de Estados Unidos.








