La presa de Buseo, la única de competencia autonómica en toda la Comunidad Valenciana, quedó fuera del radar de vigilancia de la Generalitat el día de la dana. Situada en el término municipal de Chera y alimentada por el río Reatillo, afluente del Turia, esta infraestructura acabada de construir en 1915 se desbordó en torno a las 22.00 horas del 29 de octubre, y llegó a verter 2,5 metros por encima del muro de contención.
Pese a los más de 400 litros por metro cuadrado caídos desde primera hora en la zona y que amenazaron su resistencia, Emergencias no lanzó ningún aviso a la población hasta el día siguiente, cuando estableció de golpe el nivel 2 del plan de presa, que implica «peligro de rotura o avería grave». La avenida provocada por esa coronación la noche del 29-O afectó minutos después a Sot de Chera, localidad aguas abajo, donde murieron un padre y un hijo que se encontraban en su domicilio, según relató a la jueza la mujer y madre de los dos fallecidos. Otras siete personas fallecieron ese día en la cuenca del Turia, según un informe de la Guardia Civil aportado a la causa judicial de la dana.
En una jornada en que los servicios de Emergencias de la Generalitat fueron a remolque de los acontecimientos en todo momento, los puntos críticos se fijaron ese día en el río Magro, el barranco del Poyo y la presa de Forata. Ningún responsable autonómico decretó ningún nivel de alerta pese a los avisos de pluviometría en la zona enviados al 112 por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) desde la mañana del 29 de octubre y sobre todo durante la tarde, ya con el Cecopi reunido.
El propio Carlos Mazón reconoce esa desatención en un documento aportado a la comisión de las Corts que investiga las causas y responsables de la tragedia tras su comparecencia de este martes. Bajo el título ‘Argumentarios sobre la existencia de avisos previos’, el dossier que presentó Mazón destaca que «se activaron las alertas hidrológicas en tiempo y forma». Y hace repaso de las mismas: a las 11.45 horas en el río Magro, a las 12.20 en el barranco del Poyo y a las 18.10, la activación del plan de presa de Forata.
«La Generalitat sí alertó»
No aparece ninguna referencia a Buseo ni en ese apartado ni en el resto de las siete páginas del informe de Mazón, que pese a todo en sus conclusiones afirma que «la Generalitat sí alertó a los municipios y a la población», destaca que Emergencias actuó «con diligencia, profesionalidad y respeto a los protocolos» e insiste en que «si hubo carencias» en la gestión del episodio «no fueron» achacables a la administración autonómica sino a la «información de base remitida por Aemet, errónea o tardía, y principalmente de la CHJ, que no informó durante dos horas y media, en el momento más crítico de la catástrofe».
Mazón en la comisión de investigación de les Corts: «Nadie me pidió opinión sobre el envío del Es Alert» / J.M. López
En el último auto dictado por la jueza de la dana resolviendo peticiones del PSPV respecto a Buseo, la magistrada Nuria Ruiz Tobarra rechaza citar a Miguel Barrachina, titular de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, la conselleria responsable de la infraestructura, si bien solicita a la Generalitat más información sobre la presa y cita a declarar como testigo a dos responsables técnicos. Uno de ellos, según la documentación aportada por la Generalitat, avisó a las 23.02 de la situación límite de la presa en un correo al Centro de Coordinación de Emergencias, que respondió dos minutos después dándose por enterado. Aun así, no se activó ninguna alerta hasta las 9.15 horas del 30 de octubre.
Además, la jueza recuerda que el SAIH emitió avisos automáticos por lluvias acumuladas en esta zona desde las 9.33 de la mañana del 29 de octubre (entre las 7.00 y las 10.00 horas cayeron casi 100 litros por metro cuadrado), que se intensificaron entre las 18.00 y las 22.00 horas. En ese último lapso se remitieron cuatro avisos por lluvias acumuladas al 112, que en 24 horas alcanzaron los 424,4 l/m2.
Al borde del colapso
El riesgo de rotura no finalizó esa noche. Al día siguiente, con el foco centrado en la comarca de l’Horta Sud devastada, se vivieron momentos de tensión ante un posible colapso de la presa, que hubiera multiplicado el daño aguas abajo. Cabe recordar que el Reatillo confluye con el Turia, por lo que esa agua de Buseo hubiera terminado en el nuevo cauce.
Aunque su capacidad (5 hectómetros cúbicos) es cinco veces inferior a la de Forata, una rotura podría haber aumentado las inundaciones en la zona sur de València, donde la V-30 que rodea el plan Sur actuó como barrera, impidiendo que las barrancadas del Poyo-Pozalet-Saleta pudieran alcanzar el río Turia.
Desde entonces, la Generalitat ha activado inversiones millonarias para rehabilitar esta única presa autonómica: ascienden a 35 millones de euros, 4,8 millones relativos a obras de emergencia. En verano se dieron por repuestos los principales elementos de seguridad. Además, se ha instalado un sistema acústico de alerta para poder avisar a la población de la zona y aguas abajo en caso de rotura.
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