Frente al imponente Gran Palacio del Pueblo, en el corazón de la plaza de Tiananmen, en Pekín, el presidente chino, Xi Jinping, ha recibido este miércoles con todos los honores al rey Felipe VI y a la reina Letizia, en su primera visita de Estado de los monarcas españoles a China. Bajo un cielo de otoño despejado y con el eco de una banda militar sincronizada, los dos jefes de Estado han pasado revista a las tropas mientras las banderas de ambos países ondeaban sobre el mármol del edificio que simboliza el poder de la República Popular.
El Rey ya tomó la palabra la víspera en Chengdú, donde participó en un foro empresarial, pero Xi, con el que se ha reunido en Pekín, no había hablado todavía en el marco de esta visita y ya en sus primeras palabras ha querido dejar claro el buen momento que pasan las relaciones bilaterales. “En la actualidad, el panorama internacional es complejo y cambiante, y el mundo necesita más fuerzas constructivas comprometidas con la paz y el desarrollo”, ha afirmado en referencia a la relación con España. Esta visita, que consolida el acercamiento promovido por el Gobierno de Pedro Sánchez desde hace tres años, va a dejar una decena de acuerdos bilaterales firmados, entre otros, uno que creará una ‘ventanilla única’ para resolver los problemas de las trabas que encuentran las empresas españolas que llegan a China, un asunto que Felipe VI denunció la víspera en su primera escala del viaje, en Chengdú.
El Monarca recuerda sus anteriores visitas al país y afirma que la «amistad» compartida «beneficia a ambos pueblos»
La reunión bilateral con Xi y el resto de reuniones políticas del Rey y la delegación española, en la que también han participado los ministros de Exteriores y Economía, José Manuel Albares y Carlos Cuerpo, se han desarrollado en el Gran Palacio del Pueblo, erigido en apenas diez meses por decenas de miles de voluntarios comunistas en los años 50 del siglo pasado.
La Corona y Pekín
La reunión bilateral entre los dos países se ha realizado en el salón principal. Allí bajo lámparas doradas y motivos florales de las distintas provincias del país, Xi Jinping ha abierto su discurso con un reconocimiento hacia el papel de la Corona española. “Su majestad el Rey ha visitado China en varias ocasiones y es un buen amigo del pueblo chino”, ha comenzado el líder asiático, subrayando la “importante contribución de la Casa Real al desarrollo de las relaciones” bilaterales. Ha recordado que en 1978, el entonces rey Juan Carlos realizó la primera visita de Estado al país asiático, “en un momento en que el país iniciaba su política de reforma y apertura”. Aquella visita, dijo Xi, “abrió un nuevo capítulo en la historia de las relaciones sino-españolas”. Hay que añadir también que el exjefe de Estado español fue el primer líder de la Unión Europea en visitar el país tras la matanza en la plaza de Tiananmen en junio de 1989. Bruselas había levantado un veto para no viajar a China y, solo dos meses después de levantarlo, Juan Carlos I hizo una visita oficial.
“China y España comparten una profunda herencia histórica y cultural”, ha destacado Xi, al tiempo que ha destacado el papel de ambas naciones como “ejemplo de convivencia amistosa y desarrollo conjunto entre países con diferentes historias, culturas y sistemas sociales”. Cuando se ha referido al panorama “complejo y cambiante”, el presidente chino ha propuesto “construir una Asociación Estratégica Integral más firme en su orientación, más dinámica en su desarrollo y con mayor influencia internacional”. Una alianza “constructiva”, ha insistido, que sirva como modelo de cooperación en un mundo tensionado por la rivalidad económica y los conflictos geopolíticos.
El presidente de China, Xi Jinping, y el Rey, este miércoles, en la ceremonia de recibimiento frente al Gran Palacio del Pueblo, en Pekín. / EFE
Felipe VI, en su discurso de réplica, ha recordado sus anteriores visitas al país y ha afirmado que la «amistad» compartida “beneficia a ambos pueblos». El Rey ha agradecido la invitación y ha subrayado que tras cinco décadas de relaciones bilaterales, España y China han ido trabando «una relación de confianza, una relación sólida, bajo los principios de respeto y de prosperidad compartida”.
El Rey ha destacado la dimensión cultural de la presencia española en China, desde la expansión del Instituto Cervantes —con sedes en Pekín y Shanghái— hasta el concierto del Teatro Real que tendrá lugar durante la visita. También ha hecho hincapié en el papel de las empresas españolas en los sectores tecnológicos y de innovación y en las «oportunidades de colaboración».
Ofrenda floral
Tras una reunión bilateral de más de una hora y la firma de la decena de acuerdos, los Reyes se han ido a hacer una ofrenda floral al Monumento a los Héroes del Pueblo, erigido como monumento nacional de la República Popular de China a los mártires de la lucha revolucionaria en los siglos XIX y XX. El obelisco, de 10 pisos (38 metros de altura), está en la plaza de Tiananmen, donde el régimen chino masacró a estudiantes en 1989. No hay cifras oficiales de esa matanza y, según las fuentes, murieron entre 300 y 10.000 personas.
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