José María Álvarez-Pallete ha lanzado un mensaje de alarma ante el fuerte deterioro social que está generando el desarrollo exponencial de la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA), hasta el punto de que considera que estamos al borde de que se ponga en duda el modelo de convivencia que nos habíamos dado hasta ahora.
«No podemos dejar que el dato sea más importante que la persona y que compañías que son más grandes que países tengan una autonomía que desborde a las sociedades», aseguró en una conferencia magistral sobre Tecnología y Libertad, en la Universidad Camilo José Cela y con ocasión del X aniversario de EL ESPAÑOL.
Para salir al paso de ese «vasallaje social» al que nos somete la economía de los datos, Álvarez-Pallete reclama un nuevo «contrato social» que ponga por delante la dignidad de las personas y los valores que siempre han sido la «cuna» de la sociedad europea.
El economista y experto en desarrollo tecnológico lanzó una avalancha de datos que demuestran cómo la tremenda capacidad de aprender de la IA está sustituyendo a la persona en multitud de situaciones cotidianas, hasta el punto de que ya se han generado corrientes internacionales a favor y en contra de ese proceso.
Destacó el hecho de que haya inteligencias artificiales que desafían a sus creadores, y el que haya robots ya con la capacidad motriz de un niño de 8 ó 10 años.
‘Libertad y tecnología’, por José María Álvarez-Pallete
La carrera por dominar la tecnología es ahora cosa de China y EEUU, frente a una Europa «a la que se le paró el reloj en el siglo pasado». Ese parón es lo que ha hecho que no haya compañías europeas entre las mayores del mundo ni en el control de las tecnologías más críticas.
Pallete explicó que el dominio que generan más de 30.000 millones de cosas conectadas a internet en la actualidad ha creado una nueva economía. Una economía que no se contabiliza en las cuentas oficiales pero que puede generar graves distorsiones sociales.
Por ejemplo, un hogar normal con dos hijos puede generar datos y comunicaciones por varios miles de millones de dólares al año, que son aprovechados por las grandes plataformas de forma gratuita, explicó el ejecutivo basándose en multitud de referencias científicas internacionales.
A su entender, estamos en un momento de caos en Europa. Hay que decidir «cómo definimos el futuro y la dignidad humana; cómo defendemos la verdad; y cómo podemos recuperar terreno y lograr un equilibrio geopolítico ante este momento de desorden».
Para Álvarez-Pallete, ha llegado el momento en que «tenemos que pararnos a pensar», porque nunca antes la tecnología había tenido un impacto tan grande. «La IA va a tener en cuatro años más impacto que la revolución industrial en setenta», aseguró.
Menos empleo, más depresión
Esta deshumanización tecnológica que denuncia Pallete genera, además, dos problemas graves: por un lado, el coste que supone en medios naturales (consumo de agua y electricidad); y por otro lado, el impacto en el empleo y la salud de los más jóvenes.
El expresidente de Telefónica se apunta a las teorías que auguran un aumento del desempleo en las actividades más tradicionales con la llegada de la IA. Un paro que va a castigar a los juniors, de forma que «se rompe el ascenso social y eso es inaceptable», señaló.
Es cierto que las nuevas ocupaciones que llegarán de la mano del desarrollo tecnológico pueden generar 70 millones de empleos hasta ahora desconocidos y multiplicarán por cinco las ofertas.
Pero el problema lo ve Pallete en «la transición de un modelo a otro, algo que sólo se soluciona con solidaridad y educación», y eso no lo tiene la IA por sí sola.
El otro gran riesgo está en el dominio de las redes sociales a la hora de entablar relaciones de supuesta amistad entre personas, sobre todo en los de menor edad. Las redes han generado filtros y hacen aspirar a ideales que no existen, que son artificiales.
«La autoestima cae, porque no nos hace más felices tener más amigos en la red», advirtió el experto en tecnología. Incluso hay estudios que apuntan a un aumento de la ansiedad y la depresión, sobre todo en las chicas.
«Los valores están en territorio inexplorado. La tecnología da sentido a nuestras vidas, cuando debería ser al revés». Esa es la razón por la que «necesitamos un nuevo contrato social», porque el que teníamos «ha sido desbordado por todas las partes».














