«Hola, hola, estoy muy asustada, me está entrando agua en casa». Es la angustiosa llamada que una mujer usuaria del servicio de Teleasistencia realizó el 29 de octubre, poco antes de morir. La transcripción de estas llamadas acaba de ser incorporada a la causa de la dana. Y se han notificado hoy a las partes, transcritas, para evitar que se difundan los angustiosos audios. La conversación revela que la angustia del momento:
- Esta asustada, ¿por qué?
- Porque tengo llena de agua
- Vale, ¿le está entrando agua, cariño?
- Por todas partes
- Vale.
- Me puedo caer
- Vale, súbase a un sofá o a la cama
- ¿Qué?
- Súbase a un sofá o a la cama
- Estoy en el sofá
- No se mueva de ahí, voy a avisar a los servicios de emergencia
- Por favor, por favor
- Vale, vale, tranquila, cariño
- Gracias
Como ya contó Levante-EMV, las llamadas más tempranas al servicio de teleasistencia de las seis víctimas que lo activaron, de las 37 fallecidas, se produjeron entre las 15.51 horasen la comarca de Requena-Utiel y las 18.52 horas en l’Horta Sud , según se desprende de la documentación aportada por la empresa Servicios de Telasistencia SA a la causa de la dana y notificada ayer a las partes. La jueza de la dana, Nuria Ruiz Tobarra, titular del Tribunal de Instancia 3 de Catarroja, requirió a las administraciones y las empresas gestoras de este servicio que prestan la Generalitat, la Diputación y el Ayuntamiento de València que aportaran la información, previa autorizacion de los familiares, de las grabaciones de las seis personas que llegaron a activar el servicio el 29 de octubre de 2024. Una de las empresas gestoras entregó en el juzgado las grabaciones de los seis usuarios, de un total de 37 fallecidos, que activaron la teleasistencia el día de la dana.
Las llamadas transcritas revelan, según la jueza, «la gravedad de lo sucedido, la carencia de avisos a la población lo patentiza, una vez más otra prueba: las llamadas al servicio de teleasistencia, tanto de las personas que fallecieron, conscientes del avance del agua, como las de sus familiares». La magistrada recuerda que en el procedimiento «se acumulan decenas de testimonios de personas que vieron a sus allegados fallecer, familiares que avisaron a los servicios de emergencia con resultado nulo, que alertaban del lugar concreto donde estaban a punto de perecer, que se despedían, que intentaban sostener a sus familiares, física y anímicamente, la grabación de cómo el agua arrastraba el coche donde iban dos víctimas; las declaraciones de familiares que murieron salvando a otros», señala Nuria Ruiz Tobarra, identificando por sus nombres a estas víctimas.
La magistrada añade que consta en las grabaciones recabadas por la empresa Servicios de Telasistencia la realizada por la hija de una de las víctimas, a las 15.51 horas del día 29 de octubre de 2024, en la que expresa que Utiel está inundada, y la preocupación que siente por su madre, que desgraciadamente se hizo realidad«. Otra llamada, como contó Levante-EMV, «de una de las personas fallecidas, a las 18.54 horas, efectuada por la propia usuaria de dicho servicio en Picanya, expresando su temor al ver cómo el agua entra en su domicilio, posteriormente contactaron con ella a las 19:04 horas, después ya no fue posible». También revela que «en Paiporta otra de las víctimas también contactó con el servicio de teleasistencia, a través de su esposa, a las 18.52 horas, y pereció finalmente el usuario del servicio».
Información que manejaba la empresa adjudicataria de la telasistencia. Pero, recuerda la magistrada, «el aviso a la población a través del sistema Es Alert se producía las 20.11 horas, la mayoría de las víctimas habían fallecido, aunque no todas. Entre las que fallecieron más allá de dicha hora, se pueden señalar los fallecidos en Sot de Chera, un padre y su hijo. La madre y hemana «pasaron la noche junto al cuerpo sin vida del menor». También relata la magistrada el caso de un camionero que «con su camión a la altura de Ventamina, tuvo el último contacto telefónico vía whatsap a las 22.25 horas. Una persona lo vio caer de la cabina del camión».
Casos de fallecimientos para los que el Cecopi no llegó a tiempo, como señala la magistrada. «El Cecopi se había convocado a las 15.00 horas para celebrarse a las 17.00 horas. No se celebró inmediatamente tras su convocatoria. El retraso no sólo era manifiesto con carácter general para la organización de las medidas de protección a la población, (máxime si tenemos en cuenta cómo se desarrolló la reunión, con cortes continuos y desconexiones de los intervinientes presenciales para reflexionar), sino también en dicha reunión ya no se podían adoptar medidas para salvar la vida de las víctimas de Utiel, ya que a dicha hora habían fallecido en su mayoría o estaban a punto de fallecer. Lo mismo sucedió en localidades como l’Alcúdia, Godelleta, Turís y Torrent.
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