El rey del viento también quiere surcar las nubes (digitales). La empresa aragonesa Forestalia, referente en el desarrollo de energías renovables (eólica, fotovoltaica y biomasa), da un paso decisivo para convertirse en actor de primera magnitud en el emergente sector de las infraestructuras tecnológicas que hacen posible la conectividad digital y el funcionamiento de la Inteligencia Artificial (IA). Lo hace con el impulso del proyecto bautizado como Búfalo, que contempla una inversión de 12.048 millones de euros para levantar tres grandes centros de datos en la provincia de Zaragoza, en las localidades de Magallón, Botorrita y Alfamén.
El Ejecutivo autonómico ha aprobado este miércoles por la mañana la declaración de interés general de Aragón (DIGA) del proyecto. El anuncio ha sido dado a conocer por el presidente de la comunidad, Jorge Azcón, en una rueda de prensa ofrecida en sala de Columnas del edificio Pignatelli, acompañado de representantes de Forestalia, incluido su presidente y fundador, Fernando Samper, aunque nadie de la empresa tomó la palabra.
En concreto, el desglose de la inversión de Forestalia en cada data center es de 3.307 millones en el de Magallón (DCM Data), 3.417 millones en el Botorrita (DCM Dédalo) y 5.417 millones en el de Alfamén (DCM Blue).
Plazos del proyecto y creación de empleo
La compañía estima que las obras de construcción de las instalaciones físicas que hacen posible la computación en la nube y la Inteligencia Artificial (IA) podrían arrancar en 2028 con el objetivo de iniciar la operación en 2030 en una primera fase -en el escenario más optimista- y completarla hacia 2032.
El promotor calcula que se generan unos 4.000 empleos anuales durante la fase de construcción, es decir, más de 30.000 en los ocho años que durarán las obras. Una vez en operación, los tres centros generarán más de 3.000 puestos directos, de los que 825 serían en Magallón, otros 825 en Botorrita y 1.350 en Alfamén. El efecto inducido y secundario podría aumentar esas cifras.
El 50% de la energía con autoconsumo renovable
Una de las singularidades del plan es su componente energético. El 50% de la energía que consumirán los centros de datos provendrá de un sistema de autoconsumo renovable, con generación propia, a través de un paquete de centrales eólicas y fotovoltaicas promovidas por la propia Forestalia que sumarán una potencia instalada de 2.480 megavatios. Estas instalaciones se esperan empezar a construir ya el próximo año.
Pero además, el promotor tiene asegurado el acceso a la red eléctrica a tres subestaciones de la red de transporte de la electricidad (Magallón, Los Vientos y María, las tres de 220 kv), como avanzó este diario el pasado mes de junio. Otra de las peculiaridades del proyecto es que los tres centros de datos no solo estarán interconectados con fibra óptica, sino que también lo estarán con líneas eléctricas, según detallaron fuentes de Forestalia.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, destacó que el proyecto marca «un hito histórico» por su magnitud y porque está impulsado con capital aragonés. En este sentido, recordó que se trata de la segunda mayor inversión en centros de datos planteada hasta la fecha en Aragón, tras la de Amazon Web Services (AWS), que alcanza los 15.600 millones. Le sigue de cerca el proyecto de QTS (Blackstone) en Calatorao (11.805 millones).
Un socio tecnológico en el horizonte
Una de las incógnitas que todavía planean sobre el proyecto Búfalo es con qué operador tecnológico se asociará Forestalia para la explotación de los futuros centros de datos. Preguntado por esta cuestión, Azcón explicó que la elección no se concretará hasta que concluya la tramitación administrativa y se disponga de todos los permisos y licencias, momento en el que el valor del proyecto alcanzará su punto máximo.
“Cuando el proyecto esté completamente consolidado, habrá varios operadores interesados y probablemente se genere competencia entre ellos para hacerse con la gestión”, señaló. Azcón subrayó que el grupo liderado por Fernando Samper ya dispone de los permisos de acceso y conexión a la red eléctrica, por lo que la asociación con uno o varios operadores globales -ya sea en la modalidad de hiperescala (un único cliente) o colocación (varias empresas)- dependerá del avance burocrático de la inversión y el interés del mercado internacional.
Con la incorporación de Búfalo, Aragón alcanza los 70.000 millones de euros en inversiones anunciadas en los dos últimos años, la mayoría vinculadas a infraestructuras tecnológicas. Más de 60.000 millones corresponden a proyectos de centros de datos, precisó Azcón, que situó a Aragón a la cabeza de Europa en capacidad de computación, al mismo nivel que Fráncfort y solo por detrás de Londrés.
De las renovables a la ‘nube’
El proyecto anunciado representa una evolución clara de Forestalia, empresa que hasta hace poco era conocida por su papel en las energías renovables. Como avanzó este diario hace cuatro meses, la compañía iba a irrumpir en el negocio de los centros de datos en Aragón con el objetivo de combinar sus activos energéticos con el mundo del procesamiento de datos.
La apuesta de Forestalia por entrar a formar parte del ecosistema de los centros de datos supone la constatación de que este pujante sector ya no es solo cosa de gigantes tecnológicos y multinacionales extranjeras. Además del efecto arrastre que empieza constatarse en las empresas locales ligadas a la construcción, sociedades de capital aragonés han tomado posiciones en este mercado. Así ocurre con Samca, que promueve un complejo de datos en Luceni (Ribera Alta del Ebro), y Atalaya, que junto a otros inversores de la comunidad y la estadounidense Vantage, promueve otro proyecto en Villanueva de Gállego (comarca Central).












