Más de la mitad de los médicos jóvenes españoles presentan un cuadro completo de agotamiento emocional, despersonalización y baja realización personal y las mujeres presentan un 24% más de riesgo que los hombres. Para enfrentarse a esa situación, el 38% recurre a ansiolíticos, alcohol u otras sustancias. Son resultados del ‘Estudio IKERBURN: de la vocación al agotamiento’, que la Organización Médica Colegial (OMC) ha presentado este miércoles en el Senado.
El informe revela cuestiones como que el 93,9% de los profesionales presenta síntomas compatibles con desgaste profesional, y más del 50% cumple criterios de ‘burnout’ completo. El estudio, que incluye datos de más de 1.400 médicos jóvenes de todo el país, desglosa que, de los encuestados, el 79% de los médicos jóvenes sufre «agotamiento emocional»; el 84% presenta «despersonalización» y el 63% experimenta «baja realización personal».
Las guardias
Elaborado por la Sección Nacional de Médicos Jóvenes y Promoción de Empleo de la OMC, el trabajo indica que la realización de guardias de 24 horas durante la residencia, es uno de los factores que más aumenta el riesgo de ‘burnout’. Otros de los datos que se desprenden del estudio subrayan que el 43,6% no libra tras las guardias en sábado y el 85% reconoce una disminución de la libido consecuencia del desgaste profesional.
Además, dos de cada tres padecen insomnio, el 38% recurre a ansiolíticos o alcohol y uno de cada cuatro ha necesitado una baja laboral por causas relacionadas con el ‘burnout’. El problema afecta a todas las especialidades y comunidades autónomas, aunque se acentúa en las áreas quirúrgicas y hospitalarias, y es un 24% más frecuente en mujeres.
Crisis estructural
La OMC advierte de que estos datos no reflejan solo un problema individual, sino una crisis estructural que se inicia en el sistema de formación sanitaria especializada (FSE). La falta de descansos, la sobrecarga asistencial y la precariedad contractual vulneran la normativa europea sobre tiempos de trabajo y repercuten directamente en la seguridad de los pacientes.
«Atender la salud mental de los médicos jóvenes no es un lujo, es una condición para garantizar la seguridad del paciente y la calidad asistencial», señala el informe, que pide una «reforma estructural urgente» para frenar el deterioro del bienestar profesional y evitar la fuga de talento médico.
El informe es fruto de un estudio que se ha desarrollado durante los últimos tres años y en el que se han implicado los colegios profesionales a través de sus secciones jóvenes. Además de realizar una fotografía del estado de salud de los médicos jóvenes españoles, el informe presentado ofrece una serie de recomendaciones concretas con el objetivo de revertir la situación, entre las que se destacan cumplir la normativa laboral y garantizar los descansos tras guardias o implementar programas de bienestar psicológico y conciliación, con especial atención a la brecha de género.
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